La «Conversión» Verde: Declaración sobre el respaldo del Vaticano al fraude climático de la Agenda 2030

Impresionantes Palabras del arzobispo Carlo Maria Viganò plenas de clarividencia sobre la supuesta amenaza ecológica presente en el mundo y en la Iglesia. Pastores, Influencers, abrid los ojos que estáis llevando al rebaño al precipio.

La “conversión” verde

Declaración sobre el respaldo del Vaticano
al fraude climático de la Agenda 2030

Por el Arzobispo Carlo María Viganò

La teoría que culpa a los humanos del cambio climático, resultante de las emisiones de CO2 a la atmósfera, cuenta con el apoyo de una minoría considerable de la comunidad científica, que además se encuentra en un grave y evidente conflicto de intereses. Su sobreexposición mediática se debe a la censura sistemática de todas las voces verdaderamente independientes y con autoridad, y constituye una completa distorsión de la realidad.

Todo el aluvión de mentiras y fraudes que supuestamente legitiman la «transición verde» se basa en la reducción del CO2. En realidad, el dióxido de carbono es esencial para la supervivencia de la vida en el planeta, y reducirlo destruiría toda la vida en la Tierra. Incluso si el calentamiento global fuera real, no tendría una relación significativa con la actividad humana, ya que estaría causado principalmente por la actividad solar.

Finalmente, las soluciones propuestas para abordar el aumento del dióxido de carbono resultan irrisorias, ya que solo las adopta una fracción de las naciones, mientras que China e India siguen construyendo centrales eléctricas de carbón y dependen de combustibles fósiles. Por otro lado, las plantas de generación de energía alternativa son mucho más contaminantes que las tradicionales.

Esta teoría se ha incorporado al programa de la ONU «Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible» y es difundida por organizaciones internacionales con base en la teoría neomaltusiana, que considera a la humanidad el cáncer del planeta y busca la exterminación de miles de millones de personas. Para dar credibilidad a la emergencia climática, estas organizaciones financian a asociaciones, empresas, expertos e influencers para sembrar el pánico, en una operación de terrorismo mediático.

Al mismo tiempo, están obligando a los gobiernos a censurar las voces disidentes, tildándolas de teorías conspirativas o de “negacionismo del cambio climático”, tal como ocurrió hace unos años con la farsa de la psicopandemia.

Para lograr la reducción de la población mundial, organizaciones como la ONU, el Foro Económico Mundial, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea implementan y financian con ingentes recursos proyectos concretos que conducen al empobrecimiento, la enfermedad, la esterilidad y la muerte de miles de millones de seres humanos. Al mismo tiempo, garantizan enormes ganancias a las multinacionales que colaboran en este plan infernal.

Guerras, crímenes importados a través de la inmigración, pandemias, esterilizaciones masivas (a través de vacunas pero también a través de la teoría de género y la ideología LGBTQ+), abortos, mutaciones genéticas y tumores inducidos por pseudovacunas, envenenamiento de los cielos, el agua y los alimentos, contaminación electromagnética: estos son los jinetes del apocalipsis globalista del Gran Reinicio .

Las quejas detalladas e incontrovertibles basadas en evidencia de científicos, filósofos, historiadores, intelectuales y políticos son impotentes contra la maquinaria de propaganda de los medios de comunicación, financiada con el dinero de los contribuyentes, a la que ninguno de los gobiernos involucrados ha pedido opinión alguna.

Ni uno solo de los puntos programáticos de la Agenda 2030 constituye una solución a la supuesta emergencia ambiental: son simplemente falsas soluciones a falsos problemas , con el objetivo de diezmar a la población, esclavizar a los supervivientes —incluso mediante la imposición de medidas liberticidas y control social— y centralizar el poder político en manos de las altas finanzas usurarias. Esto constituye, en efecto, un golpe de Estado global, como he denunciado reiteradamente en mis discursos desde 2020.

Esta imagen de corrupción generalizada entre funcionarios gubernamentales, científicos y medios de comunicación, financiados por agencias gubernamentales (como USAID y la Comisión Europea), no puede, sin embargo, borrar algunas verdades incómodas:

  • La emergencia climática es un fraude, ya que no se basa en datos objetivos y no puede atribuirse a la acción humana (y mucho menos solucionarse solo por los países occidentales mediante una desindustrialización forzada);
  • Esta crisis –como la pandemia, la crisis económica y la crisis bélica– proporciona un pretexto para la imposición de medidas coercitivas en detrimento exclusivo de los ciudadanos, amenazados no sólo con su propiedad, sino también con su salud y su propia existencia;
  • Los arquitectos del Pacto Verde tienen como objetivo explícito de la transición ecológica la eliminación física de gran parte de la población mundial y el establecimiento de una dictadura tecnocrática orientada al control social y a la limitación de las libertades fundamentales;
  • Para llevar a cabo este fraude verde, las organizaciones implicadas utilizan técnicas de manipulación de la opinión pública e ingeniería social, no sólo falsificando sistemáticamente las noticias a través de los medios de comunicación —por ejemplo, atribuyendo muertes recientes a la emergencia climática— sino también creando artificialmente fenómenos meteorológicos desastrosos (pensemos en la destrucción causada en Maui, Hawái, Valencia, España, y más recientemente en Texas mediante el uso de tecnologías de geoingeniería y HAARP (Programa de Investigación de Auroras Activas de Alta Frecuencia)).

La Iglesia Católica debería haber intervenido hace tiempo, no tanto para opinar sobre asuntos científicos que escapan a su competencia magisterial, sino para denunciar el uso especioso y malicioso de falsas emergencias para inducir a la población a aceptar las medidas criminales que impone la Agenda 2030, que incluye también el derecho al aborto, definido como «salud reproductiva», la extensión de la eutanasia a menores, enfermos y pobres, y la promoción de la ideología de género y LGBTQ+.

La jerarquía bergogliana ya había promovido sueros genéticos experimentales producidos con líneas celulares derivadas de fetos abortados, incluso asegurando a los fieles la permisibilidad moral de su uso en una nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El entonces monseñor Robert Francis Prevost también promovió el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el cumplimiento de normas sanitarias absurdas y perjudiciales. La estrecha colaboración del Vaticano de Bergoglio con los máximos representantes de las grandes farmacéuticas y sus financistas es bien conocida, y sabemos lo crucial que fue su apoyo para la implementación de esa operación criminal pseudosanitaria y la masacre que le siguió.

La experiencia pasada y las pruebas del fraude cometido entonces no han enseñado nada a quienes hoy promueven una falsificación científica, no menos devastadora y destructiva, respecto al «cambio climático». Sin embargo, los artífices de estas crisis son los mismos, los principios que inspiran y los objetivos que persiguen son los mismos.

Es por tanto desalentador y escandaloso ver cómo, después de años de obsesión climática de Jorge Mario Bergoglio, su Sucesor continúa apoyando la agenda globalista, proporcionando fundamentos doctrinales para una ideología abiertamente antihumana, anticristiana y anticatólica, abusando del prestigio y la autoridad de la Iglesia Católica y del papado para proporcionar una presunta legitimidad e incluso un valor moral positivo a un plan criminal que merece la más abierta y severa condena.

Aún más desalentador es el silencio, o incluso la entusiasta aprobación, de quienes, especialmente entre los «católicos conservadores», persisten, a pesar de toda la evidencia, en considerar el pontificado de León como una ruptura con Jorge Bergoglio. En realidad, hasta ahora, el pontificado de León ha continuado claramente lo que el jesuita argentino comenzó. Como bien observó un comentarista sobre estos acontecimientos, cambia el vendedor, pero no el producto, que sigue siendo falso.

No es necesaria una “conversión ecológica”, sobre todo cuando ella constituye un paliativo sentimental y quimérico para una verdadera conversión de los corazones a Nuestro Señor Jesucristo, el único Salvador.

Esta «conversión ecológica» se presta deliberadamente a alimentar una visión materialista y horizontal de la religión, completamente ajena al Evangelio y al Magisterio católico. Su ratificación mediante un rito litúrgico expone la complicidad de la Jerarquía católica en los planes subversivos del Nuevo Orden Mundial, en detrimento de los fieles y de toda la humanidad.

¿Es este el mandato que Nuestro Señor confirió al apóstol Pedro y a sus legítimos sucesores? ¿Pueden el Papa y los obispos silenciar la Verdad salvadora y aliarse abiertamente con la mentira mortal de los enemigos de Cristo? ¿Y qué responsabilidad les corresponde, hacia los fieles engañados por la voz de los pastores, tras el respaldo a la pandemia psíquica y las falsas vacunas de ARNm? ¿De cuántas muertes, cuántos efectos adversos, cuántos niños mueren durante el embarazo, cuántos ancianos y personas frágiles han sido asesinados, cuántos jóvenes diezmados por infartos, tumores y enfermedades repentinas es responsable la Iglesia bergogliana, debido a su vil complicidad?

La Misa para la Protección de la Creación ( Missa votiva de Pachamama? ) constituye una confirmación más de un inquietante servilismo de la Jerarquía católica –no exenta de conflictos de intereses, como lo es el negocio de la acogida de los inmigrantes ilegales–, por el que deberá responder en primer lugar a Nuestro Señor Jesucristo, que concedió a Pedro el poder de las Santas Llaves no para juzgar el clima –siguiendo además una teoría científicamente insostenible–, sino para custodiar y transmitir el Depositum Fidei , para pastorear y proteger el Rebaño del Señor, hoy amenazado en alma y cuerpo por una élite de peligrosos criminales psicópatas dedicados al mal.

+ Carlo Maria Viganò

Arzobispo

Viterbo, 14 de julio de 2025
S.cti Bonaventuræ Episcopi Confessoris et Ecclesiæ Doctoris

Madre de la Salvación: Tendrán lugar muchas sustituciones hasta que finalmente se forme la nueva religión

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

3 de enero de 2015

Mis queridos hijos, el rostro de la Iglesia de Mi Hijo en la tierra cambiará hasta resultar irreconocible y será sustituido por uno, que no es el de mi Hijo. Sustitución tras sustitución evolucionará mientras que las Enseñanzas de mi Hijo, serán puestas al revés y reemplazadas con falsas doctrinas seculares.

No hay lugar para otras cosas que no sea la Palabra de Dios, en toda Iglesia que se declara así misma a caminar en las huellas de Jesucristo. Pero, llegará un momento en que la Iglesia de mi Hijo llegará a ser parte de un movimiento político a gran escala, y guiará entonces, el camino en todas las cosas que conciernen al mundo, excepto que no permanecerá fiel a la Palabra tal como fue establecida por Dios. Todas estas cosas sucederán, como fueron predichas, a medida que mi Padre Eterno permita a Sus enemigos devorar el Cuerpo de Su Hijo Unigénito

– pero solo por un tiempo limitado. Él permite estas dificultades para poner a prueba la fortaleza de aquellos que conocen la Verdad y de los que permanecen fieles a Su Iglesia; así como también a aquellos que descartarán la Verdad a favor de la doctrina de la oscuridad.

Llevará tiempo antes de que todos estos cambios sucedan pero las semillas han sido plantadas. Todas las religiones serán unidas como una sola y luego fusionadas con los gobiernos como parte de una nueva unidad global y ellos liderarán el camino hasta que el hombre de pecado entre en ella para ocupar su asiento. Tendrán lugar muchas sustituciones hasta que finalmente se forme la nueva religión y esta proclamará, que todo lo que aparezca en la superficie, será para el bien de todos.

Recen, recen, recen queridos hijos para que se les dé fortaleza para soportar el dolor que se producirá. Mi Hijo, Jesucristo, llora lágrimas de gran pesar por la forma en la que Él va a ser traicionado y por las almas que se le perderán en el camino. Dependerá de Sus leales siervos consagrados dirigir el barco, que mantendrá Su Verdadera Iglesia en rumbo, mientras navega en aguas turbulentas y tormentosas. Pero por favor, tengan la seguridad de que toda buena gracia se concederá a aquellos que permanezcan fieles al Salvador y Redentor del mundo durante estos tiempos trágicos y difíciles.

Su amada Madre

Madre de la Salvación

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