Cristo, Señor mío. Yo estoy en vuestras manos, como esta espada está en las mías. Mostradme Rey mío, qué queréis de vuestro Caballero. Todo está dirigido a extender el Reino de Dios y restaurar la fe.
Fernando III el Santo tomó conciencia de su misión e hizo de su reinado una cruzada que tenía como objetivo restaurar la España cristiana frente al enemigo musulmán. Luchó bajo el signo de la Cruz y extendió el amor y la devoción a María Santísima por todos los territorios que reconquistó. Por eso se denominaba: «Caballero de Jesucristo, Siervo de la Virgen Santísima y alférez del Apóstol Santiago».
El grito de «Dios lo quiere» le empuja a la cruzada contra el invasor musulmán, reconquistando y restaurando el Reino de España para Jesucristo. Consciente de la misión que le ha sido encomendada, se entrega a ella sin regatear esfuerzos. No fue una decisión tomada a la ligera, sino una decisión que se podría definir como mística: basada en el convencimiento de estar respondiendo a una vocación que tenía como objeto el servicio de Jesucristo y la restauración de la Cristiandad. Bien pudo decir de él el historiador Ribadeneira que por la devoción, sacrificios y penitencia con que acompañó las batallas «no es maravilla que pelease por él el cielo, y que la victoria se alistase debajo de sus banderas, y que se cuenten sus batallas por sus victorias y sus empresas por sus triunfos».
En un momento histórico como es el nuestro, en que la globalización trabaja por la desintegración de las naciones, de la historia, de las raíces, de la cultura, «Fernando III el Santo, un reinado en defensa de la cristiandad» nos invita a ser fieles a Dios y a nuestra conciencia cristiana, respondiendo a nuestro deber de impregnar la sociedad en que vivimos del Evangelio, en las difíciles circunstancias que nos tocan, como hizo San Fernando.
«Fernando III el Santo. Caballero de Jesucristo, Siervo de María»
Tras el éxito del documental «Fernando III el Santo, un reinado en defensa de la cristiandad» HM Televisión presenta en Youtube «Fernando III el Santo. Caballero de Jesucristo, Siervo de María», un cortometraje que recorre diversas escenas de la vida del rey español elevado a los altares.
El documental «Fernando III el Santo, un reinado en defensa de la cristiandad» nos permitió conocer y admirar a uno de los personajes más decisivos de la historia de España. Ahora, en la fiesta litúrgica del rey santo que celebramos el 30 de mayo, HM Televisión presenta «Fernando III el Santo. Caballero de Jesucristo, Siervo de María», un cortometraje que recorre diversas escenas de la vida de san Fernando, narradas por su madre, esa gran mujer que fue Doña Berenguela de Castilla.
La cruzada que emprendió contra el invasor musulmán estaba llena de peligros, pero afrontó las batallas sostenido por una fe fuerte y un tierno amor a la Virgen María. A la Reina del Cielo le encomendó su madre agonizante y, protegido por Ella, culminó la toma de Sevilla. Ya solo quedaba entregar al Señor una vida que hacía mucho que no le pertenecía, porque había sido consagrada a reconquistar y restaurar el Reino de España para Jesucristo.
🛡️Ejército Remanente
Para proteger la fe cristiana
2 de abril de 2014
Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
La conversión, Prometida por mi Padre, comenzará este mes y se esparcirá por todo el mundo por el Poder del Espíritu Santo. Las almas serán salvadas y gran Misericordia será demostrada por parte de mi Hijo, a los pecadores más endurecidos.
Muchas personas, que no tienen fe en Dios y viven sus vidas como si no hubiera Vida Eterna, serán las primeras personas que mi Padre desea que les sea mostrada la Luz de la Verdad. Estas personas son muy amadas y su falta de fe será reemplazada por un amor y un anhelo de reconciliación con Jesucristo, Quien fue abandonado por ellos. Las almas de aquellos que han cometido pecados terribles y que están infestadas por la influencia del diablo serán las siguientes. Se les darán grandes Gracias y la Misericordia de mi Hijo les traspasará el corazón, tan súbitamente, que su conversión será instantánea. Tan inesperado será este Milagro, que cuando ellos comiencen a difundir la noticia de los Evangelios, muchos se enderezarán y los escucharán.
Será debido a la conversión de los más afligidos, que muchas almas más pueden ser y serán salvadas. Entonces dependerá de todos los que ya siguen la Verdad, si desean o no seguir siendo fieles a mi Hijo y a Sus Enseñanzas. Serán estas almas las que más sufrirán, porque son de Dios y por esto, todos los esfuerzos serán hechos por el maligno para atormentarlas con dudas referentes a la Verdad. Estas son las almas que serán arrebatadas de mi Hijo, y las que el maligno más codicia.
Para la protección de la fe de los Cristianos de todo el mundo, por favor rezad esta Cruzada de Oración:
Cruzada de Oración (144) Para proteger la fe cristiana
Oh, Madre de la Salvación, por favor intercede en nombre de las almas de los Cristianos de todo el mundo.
Por favor ayúdalos a preservar su fe y a permanecer leales a las Enseñanzas de Jesucristo. Ruega para que ellos tengan la fuerza de mente y espíritu para defender su fe en todo momento.
Intercede, querida Madre, a su favor, para que se abran sus ojos a la Verdad y para que se les dé la Gracia de discernir en toda doctrina falsa, presentada a ellos en el Nombre de tu Hijo.
Ayúdalos a que permanezcan verdaderos y fieles servidores de Dios y a que renuncien al mal y a las mentiras, incluso si tienen que sufrir el dolor y el ridículo por ello.
Oh, Madre de la Salvación, protege a todos tus hijos y ruega para que cada Cristiano quiera seguir el camino del Señor, hasta su último aliento. Amén.
Hijos, Jesús os ama a todos. Él siempre luchará por protegeros del mal y Él va a intervenir de las maneras más extraordinarias para protegeros de toda maldad, en los días de oscuridad, que tendréis que soportar en Su Nombre. Confiad en mí, vuestra amada Madre, ya que voy a interceder a vuestro favor para traeros más cerca de mi Hijo, durante las pruebas venideras.
Os agradezco por haber respondido a esta Llamada desde el Cielo.
Vuestra bienamada Madre
Madre de la Salvación
Madre de Dios