
En Italia, una ley que entró en vigor en abril estipula que “las personas que ejercen una actividad en las estructuras socio-sanitarias públicas y privadas, están obligadas a vacunarse”.
“Esta no es una batalla de los no-vacunados sino una batalla democrática”, dijo el abogado constitucionalista Daniele Granara, que inició los trámites.
El debate sobre la vacunación obligatoria del personal sanitario no sólo tiene lugar en Francia. Trescientos trabajadores sanitarios italianos han acudido a los tribunales para conseguir que se levante la obligación de que el personal médico y sanitario se vacune contra el Covid-19, según informó la prensa italiana (en italiano) el sábado 3 de julio. El recurso se presentó ante el tribunal administrativo de Brescia en nombre de los trabajadores sanitarios de la región de Lombardía, en Brescia, Cremona, Bérgamo y Mantua. Una audiencia está programada para el 14 de julio.
“Esta no es una batalla de los no-vacunados, sino una batalla democrática. Se está obligando a las personas a asumir un riesgo so pena de no poder ejercer su profesión”, explicó el abogado constitucionalista Daniele Granara, que inició el procedimiento, citado por el diario Il giornale di Brescia. También defiende a decenas de trabajadores sanitarios que han sido suspendidos por negarse a ser vacunados.
Cambio de servicio o suspensión sin sueldo
En Italia, una ley que entró en vigor en abril estipula que “las personas que ejercen una actividad en las estructuras socio-sanitarias públicas y privadas, en las farmacias, las parafarmacias y en los consultorios privados están obligadas a vacunarse”. En caso de incumplimiento, el infractor, si trabaja en contacto con el público, es asignado a otro departamento o suspendido sin sueldo si el empleador no tiene nuevas tareas que ofrecerle.
Junto con los ancianos y las personas vulnerables, los profesionales de la salud y los profesores fueron los primeros en Italia en ser vacunados. Hasta ahora se han administrado 52,7 millones de dosis. Unos 19,5 millones de italianos están vacunados, es decir, el 36% de la población mayor de 12 años. Según datos oficiales, unos 45.750 de los 1,9 millones de empleados del sector sanitario (el 2,3%) siguen “esperando una primera o única dosis”.
Traducido por Verdad y Paciencia

Salmo 54

3 Dios mío, sálvame por tu Nombre,
defiéndeme con tu poder,
4 Dios mío, escucha mi súplica,
presta atención a las palabras de mi boca.
5 Porque gente soberbia se ha alzado contra mí,
hombres violentos atentan contra mi vida,
sin tener presente a Dios.
6 Pero Dios es mi ayuda,
el Señor es mi verdadero sostén:
7 que el mal recaiga sobre mis adversarios,
¡destrúyelos, Señor, por tu felicidad!
8 Te ofreceré un sacrificio voluntario,
daré gracias a tu Nombre, porque es bueno,
9 porque me has librado de todos mis adversarios
y he visto la derrota de mis enemigos.