
—Se dice que todos tenemos un ángel. ¿Es eso cierto?
—Sí, todos tenemos un ángel custodio.
—Y cuando morimos, ¿este ángel se busca otro trabajo?
—No, no, viene con nosotros al purgatorio. Aunque mientras están allí, las almas no ven a su ángel custodio todo el tiempo.
—Oh! Entonces, ¿ha visto alguna vez al ángel custodio junto a la bendita ánima del purgatorio?
—No, eso no me ha pasado a mí, pero ellos siempre están ahí.
—Y cuando un alma llega al Cielo, ¿qué hace entonces su ángel?
—Su ángel se queda en el Cielo con ella. Los ángeles custodios solamente tienen la tarea de acompañar a uno de nosotros aquí en la tierra una vez.
—¿Todos los ángeles custodios tienen el mismo aspecto?
—No, no todos son iguales. Una persona de confianza que puede ver a los ángeles me contó que algunos son muy impresionantes y otros son más silenciosos. Estos últimos son los que acompañan a personas que sufren; su vestimenta es rojiza y llevan una banda alrededor de la cabeza, algo parecido a una diadema. Otros usan vestimentas blancas, son más alegres y llevan una corona; estos están al servicio de aquellos a quienes más se protege. Los ángeles de los pobres pecadores usan un rojo profundo, llevan corona en la cabeza y cruzan sus manos sobre el pecho a la vez que miran hacia el Cielo en apariencia de súplica.
—¿Cuál es la relación entre una bendita ánima del purgatorio y su ángel custodio?
—En ocasiones es una relación muy cercana; el alma del purgatorio ve a su ángel custodio y este le consuela y le protege de los ataques que pueda sufrir, a la vez que le guía y le enseña.
—¿Las personas aquí, entre nosotros, también ven y se comunican algunas veces con sus ángeles custodios?
—Sí, esto ocurre con más frecuencia de lo que se cree y debemos aceptarlo y protegerlo como una gracia enorme. Todos nosotros, cuando rezamos mucho, podemos llegar a conocer a nuestro ángel custodio.
—Cuando alguien sufre, por ejemplo, un accidente de coche en el que está seguro que le ha ocurrido algo extraordinario, la mayoría de las veces dicen que fue su ángel custodio. ¿Podría haberse tratado en cambio de un alma del purgatorio? ¿Cómo podemos distinguir entre uno y otra?
—Sí, podría haber sido una bendita ánima, pero existe una manera fácil de diferenciarlos. Si se trata de un alma del purgatorio, esa alma pedirá al mismo tiempo que se rece o se haga algo por ella. ¿Entiende? Siempre se trata de una relación de ida y vuelta. Con un ángel esto no es así. El ángel no necesita nuestra ayuda, mientras que Dios solamente permite que las almas se presenten cuando pueden pedir nuestra ayuda para su camino. Por lo tanto, si no hay una petición de oraciones de por medio, existen altas probabilidades de que se trate de un ángel.
—Entonces, si alguien no reza por las almas del purgatorio, las posibilidades de que se trate de un ángel son altas. ¿Todo aquel que desee tener protección extra debería, entonces, rezar por sus familiares difuntos?
—¡Sí, sí! Si lo hacemos, podemos estar muy seguros de que recibiremos una respuesta, porque el deseo que tienen de entrar en el Cielo con Jesús es muy grande. Un alma me dijo una vez que si antes de conducir un coche nos acostumbráramos a encomendarnos brevemente a la protección de las benditas ánimas del purgatorio y de nuestro ángel custodio, y usáramos agua bendita se reducirían en un 80% los accidentes de tráfico. ¡Un 80%! Eso llevaría a la quiebra a muchas aseguradoras y se reducirían los costes del seguro médico. Un porcentaje similar del resto de accidentes también se debe al mal.
—¿Nos protegen más los ángeles cuando se lo pedimos que cuando no lo hacemos?
—Sí, por supuesto. Nosotros solos, sin pedir su ayuda, no podríamos manejar la gran cantidad de situaciones impredecibles que pueden aquejarnos. Debemos pedirles ayuda e ignorar firmemente a quien diga o a quien enseñe implícitamente que los ángeles no existen. ¡Hasta eso se ha dicho en muchas iglesias modernas! Por otro lado, hoy en día se dicen muchas tonterías peligrosas sobre los ángeles y la mayor parte pertenece al ocultismo.
—¿Existen los ángeles negros? Y si existen, ¿quiénes son?
—Sí, existen. Son ángeles que cayeron con Satanás.
—Se habla mucho, y los medios de comunicación le prestan mucha atención, del tema de los OVNIS. ¿Confunden a los OVNIS con ángeles y viceversa?
—No, no creo que sea así. Lo explicaré de este modo. Hace poco una amiga mía me pidió que le preguntara a un alma del purgatorio si existía vida inteligente en otros planetas. La respuesta volvió unas semanas después. El alma dijo: “no”. Por lo tanto, no existe vida inteligente en otros planetas. Pero esto no significa que todas las historias sobre avistamientos o abducciones no sean ciertas: muchos de los que cuentan esas experiencias no tienen ninguna intención de mentir… pero significa otra cosa. Si no existe vida inteligente en otros lugares de nuestro universo, y cualquiera que conozca bien la Sagrada Biblia y crea en ella llegaría la misma conclusión, entonces, todas esas apariciones son obra de Satanás; quiere que seamos muy curiosos, y qué mejor manera que distraemos con pequeñas criaturas verdes del vacío sideral. La curiosidad mata a mucha más gente que al gato. Por otra parte, todas las películas y series televisivas sobre civilizaciones en otros mundos pueden poner fácilmente a los jóvenes en peligro.
—¿Todos tenemos un solo ángel custodio?
—No. La persona que puede ver a los ángeles me ha contado que los sacerdotes y las hermanas religiosas tienen un ángel de más, al igual que los médicos. Si los médicos pidieran ayuda a los ángeles, muchos de nosotros estaríamos en mejor forma de lo que lo estamos. Sí, los obispos también tienen más de un ángel custodio, y lo mismo el Santo Padre
.—¿Puede nuestro ángel custodio leernos los pensamientos?
—Puede guiarnos y protegernos introduciendo pensamientos en nuestras mentes y también puede quitar los pensamientos que Satanás pone. Deberíamos pedir la protección de nuestro ángel custodio mucho más de lo que lo hacen, y deberíamos intentar desarrollar una mayor y más profunda sensibilidad hacia su presencia.
—¿Quién es el ángel más importante para nosotros y para las benditas ánimas del purgatorio?
—El arcángel san Miguel. Él es el más fuerte contra todo mal. Deberíamos pedirle que nos proteja con más frecuencia, todos los días, no solo a nosotros, sino también a las almas del purgatorio, a nuestras familias, en la tierra o a los difuntos. ¡Si lo hiciéramos nos estarían tan agradecidos!
—¿El suyo es un caso de revelación privada a través de las almas del purgatorio?
—Así es.
—Si hay quienes experimentan, y a veces hasta escuchan y ven a sus ángeles custodios, ¿pueden también llegar a conocerlos como llegan a conocer a otros amigos?
—Sí, ciertamente pueden. Muchas personas conocen el nombre de su ángel custodio y requieren su ayuda todos los días para que las guíen, protejan y asistan. Durante la oración podemos discernir la presencia de nuestro ángel y hablarlo todo con él. Nuestro ángel está deseoso de ayudarnos y nunca nos dejará de lado. Y él puede ayudarnos a pasar por situaciones muy difíciles y peligrosas.
—Aparte de san Miguel, ¿cuáles son los otros ángeles importantes?
—Como se menciona en la Biblia, existen siete arcángeles, y de estos, san Gabriel y san Rafael son los dos más conocidos. San Gabriel usa vestimentas parecidas a las de los sacerdotes. Intercede especialmente por aquellos que le rezan mucho al Espíritu Santo. Es el ángel de la verdad. Ningún sacerdote debería dejar que transcurriera un día sin pedir la ayuda de san Gabriel.
San Rafael es el ángel de la sanación. Ayuda especialmente a los sacerdotes que escuchan muchas confesiones y a los propios penitentes. Las personas casadas tampoco deberían olvidarse nunca de san Rafael. Lleva una especie de delantal, un cinturón y una vara parecida al cedro en su mano derecha. Deberíamos pedir la asistencia de estos dos enormes ángeles para otras personas siempre que sea necesario. Hoy en día, los necesitamos más que nunca porque el mundo está lleno de mentiras y de dolor debido a la gran cantidad de pecados no confesados.
Por otro lado, están los nueve Coros de ángeles que forman tres jerarquías: los Serafines, los Querubines y los Tronos; las Dominaciones, las Virtudes y los Poderes; y los Principados los Arcángeles y los Ángeles . No deberíamos dejar nunca de pedir su intercesión.
—¿Existen espíritus neutrales de alguna clase? Lo que quiero decir es ¿existen ángeles que no sean ni benevolentes ni malignos, que no trabajen ni para Dios ni para Satanás?
—No, no existen ángeles neutrales. O se quedaron con Dios y hacen buenas obras por Él o cayeron con Satanás y hacen obras malignas para él.
¡Sáquennos de aquí!
Entrevista a María Simma Nicky Eltz

A los ángeles de Dios se les puede pedir que oren por vosotros, pero nunca que os otorguen poderes

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
30 de noviembre de 2014
Mis queridos niños, no debéis jamás rezar a los ángeles de Dios, porque ellos son Sus servidores y se esfuerzan sólo para dar gloria a Dios y para hacer su Santísima Voluntad. La oración es un acto de adoración y cuando vosotros recurrís a los ángeles de Dios, dentro de Su Jerarquía Celestial, debe ser siempre con la intención de solicitarles que oren por vosotros. Si intentáis comunicaros con la Jerarquía Celestial de Ángeles, entonces, sólo tiene que ser para pedir su ayuda y orientación para que podáis hacer la Santísima Voluntad de Dios.
Para aquellos de vosotros que creéis que recibiréis poderes de los ángeles de Dios, entonces estáis equivocados. El poder dado a los ángeles unicamente puede venir de Dios y nunca debéis utilizarlos como un sustituto para orar a Él. De ésta manera muchas almas intentan comunicarse con los ángeles actualmente por razones egoístas y para obtener poderes que no tienen nada que ver con Dios. La obsesión por los ángeles puede conducir a un terrible descontento porque esto puede atraer al espíritu del mal, si no sois cuidadosos.
Cuando llamáis a los ángeles de Dios para que os ayuden, debéis siempre bendeciros primero con Agua Bendita y luego pedir a ellos asistencia, en el nombre de Jesucristo. Si no hacéis esto y utilizáis cualquier objeto, que no esté asociado con el Cristianismo, cuando llaméis a los ángeles por ayuda, entonces esto podría invitar al espíritu del mal en vuestra vida. Una vez que esto sucede, vosotros encontraréis que es casi imposible erradicarlo.
Una obsesión con comunicarse con los ángeles puede llevar a incursionarse en el ocultismo. Una vez que esto sucede, vosotros atraeréis a aquellos ángeles que fueron expulsados del Cielo por Mi Padre Celestial. Ellos ahora vagan por la Tierra en cientos de miles, buscando un hogar. Las almas que se exponen a su influencia pueden rápidamente enredarse en un mundo espiritual que no es de Dios. Una vez que vosotros abrazáis el inframundo no tendréis paz. Estos ángeles caídos os van a motivar para que entréis a una red de engaños. En primer lugar sentiréis una sensación de esperanza y luego la creencia de que podéis controlar todos los aspectos de vuestra vida, con la ayuda de ese tipo de ángeles. Con el tiempo, por error, creeréis que vosotros estáis en control total de vuestro propio destino. Cada falsa sensación de paz llenará vuestras mentes, pero, poco después, sentiráis una terrible miseria.
Incursionarse con tales espíritus que vosotros creéis ser ángeles de Dios, pero quienes no pertenecen a Su Reino, os llevará a involucrarse con el ocultismo, que os cegará a la Verdad y destruirá vuestra alma.
Dios no concede a Sus Ángeles permiso para dar regalos a vosotros porque éstos sólo pueden provenir de Él. A los ángeles de Dios se les puede pedir que oren por vosotros, pero nunca que os otorguen bienes terrenales o poderes espirituales. Cuando idolatráis los ángeles y buscaís estas cosas vosotros sois culpables de romper el Primer Mandamiento de Dios.
Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación