La Madre Teresa llamó a la humildad la madre de todas las virtudes: “Si eres humilde, nada te tocará, ni elogios ni vergüenzas, porque sabes lo que eres. Si te culpan, no te desanimarás. Si te llaman santo no te pondrás en un pedestal.
La humildad o buena autoestima es la confianza en el valor o las habilidades de uno, que vienen de Dios. Piensa en la Madre Teresa, se atrevió a hablar contra el aborto en el Desayuno Nacional de Oración en 1993 ante el Presidente Bill Clinton, y el Vicepresidente Al Gore, y sus cónyuges. Eso es tener agallas. Eso es confianza en uno mismo. Y eso es humildad.
Todos los santos entendieron que la humildad es la manera de lograr una buena autoestima al depender de Dios en lugar de uno mismo. Es entender que todo proviene de Dios y que Dios lo es todo.
La Madre Teresa llamó a la humildad la madre de todas las virtudes: “Si eres humilde, nada te tocará, ni elogios ni vergüenzas, porque sabes lo que eres. Si te culpan, no te desanimarás. Si te llaman santo no te pondrás en un pedestal.

3 mitos sobre la humildad del P. Johnson
Mito # 1 Las almas humildes carecen de confianza.
“Las personas más humildes son algunas de las más seguras y, a veces, algunas de las personas más orgullosas son las más inseguras”. “Las almas humildes saben que su vida depende de Dios y saben qué valorar, y que las cosas no duran. Valoran al Señor sobre cualquier otra cosa”
Mito # 2 La humildad no es atractiva.
“La verdadera humildad es atractiva. Es la persona humilde la que escucha y se preocupa por los demás en lugar de centrarse en sí misma y tratar de quedar bien”.
Mito # 3 Las personas humildes quieren ser reconocidas como humildes.
El padre Johnson (catedral The Holy Spirit, Bismark) explicó que querer parecer humilde es falsa humildad.
En realidad, el humilde quiere hacer algo porque es bueno y no está buscando elogios.
Nuestro mayor obstáculo para acercarnos a Dios es cuando confiamos más en nosotros que en Él. Al crecer en la virtud de la humildad, nos volvemos más seguros y nos permitimos acercarnos más a Dios. Cuando miramos un crucifijo, vemos a un hombre humilde y que “no trata de sí mismo” sino que se entrega totalmente a los demás. Que podamos imitar esa humildad para que podamos experimentar a Dios en su plenitud.
Formas de volverse humilde
La Madre Teresa tuvo una lista de formas de cultivar la humildad para las hermanas bajo su cuidado.
–Habla lo menos posible sobre ti.
-Mantente ocupada con tus propios asuntos y no con los de los demás.
-Evita la curiosidad (se refiere a querer saber cosas que no deberían preocuparte).
-No interferir en los asuntos de los demás.
-Acepta las pequeñas irritaciones con buen humor.
-No te detengas en las faltas de los demás.
-Acepta censuras incluso si no son merecidas.
-Cede a la voluntad de los demás (si no se opone a la voluntad de Dios)
-Acepta insultos y criticas.
-Acepta el desprecio, ser olvidada y desatendida.
-Sé cortés y delicada incluso cuando seas provocada por alguien.
-No busques ser admirada y amada.
-No te protejas detrás de tu propia dignidad.
-Cede en discusiones, incluso cuando tengas razón.
-Elige siempre la tarea más difícil.
El poder de la humildad
“Fue el orgullo lo que convirtió a los ángeles en demonios; es la humildad lo que hace a los hombres como los ángeles ”. —San Agustín
El diablo prefirió dejar el Cielo por la eternidad en el Infierno en lugar de humillarse ante su creador.
Y la humildad habría protegido a Adán y Eva de pensar que podrían desobedecer a Dios y llegar a ser como Él.
A través de nuestra humildad y, por lo tanto, la obediencia a Dios, el diablo es derrotado. San Juan Vianney, el cura de Ars, que a menudo era acosado por el diablo, relató una conversación con él. El diablo dijo: “Puedo hacer todo lo que haces, también puedo hacer tus penitencias, puedo imitarte en todo. Sin embargo, hay una cosa que no puedo hacer, no puedo imitarte con humildad”.”Por eso te derroto”, respondió Vianney.
La humildad parece ser una contradicción y, sin embargo, Jesús-Dios fue manso y humilde de corazón (Mateo 11:29). “Se vació a sí mismo, tomando la forma de un siervo y siendo hecho a semejanza de los hombres” (Filipenses 2: 7).”Así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28)
http://www.ncregister.com/blog/armstrong/mother-teresas-15-tips-to-help-you-become-more-humble
La humildad es necesaria para entrar al Cielo

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
Viernes 29 de abril de 2011
La humildad es una lección, que todos aquellos que deseen entrar en Mi Reino deben aprender.
La humildad declara su pequeñez ante Mis ojos, cuando ustedes me reverencian, a su Salvador, el Hijo de Dios hecho hombre. Sin ella, el orgullo interfiere. Eso no sirve si quieren declararse aptos para Mi Reino.
En el mundo de hoy, la humildad no es aceptable en una era en la que la autoconfianza y el deseo de sobresalir en mejorarse por encima de otros, se considera un rasgo admirable. Aquellos que no se exaltan a sí mismos o no siguen adelante con confianza y arrogancia en el mundo, son ignorados. Su rasgo de humildad y generosidad hacia otros es considerado una debilidad – no vale la pena preocuparse por incluirlos en su compañía. Sin embargo, la virtud opuesta al orgullo es la llave para entrar al Reino del Cielo. Así que lo que se considera como un enfoque exitoso para desarrollar la llave de la fortuna y riqueza en esta vida, es precisamente la fórmula que los llevará a la oscuridad después de la muerte.
La humildad, cuando ustedes la que aceptan que deben servir a su Hacedor y Creador primero, es lo que es verdaderamente importante. Al declarar su nada proclaman la Gloria de Dios.
La humildad es una virtud, que no es solo valiosa a Mis ojos, sino que es una parte importante del desarrollo espiritual de ustedes. Significa poner a otros antes que ustedes para la Gloria de Dios. Sin embargo, es tan fácil caer en un estado de orgullo tan rápidamente.
(…)
Su amoroso Salvador
Jesucristo
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