Los israelíes ni siquiera pueden pedir un Big Mac en una máquina automática en McDonald’s a menos que su estado de Green Pass esté actualizado con la vacuna de refuerzo.
Israel, altamente vacunado y “reforzado”, fue uno de los primeros países del mundo en imponer un requisito de pasaporte de vacuna a su población, lo que el gobierno llama un “Pase Verde”. Y, sin embargo, la pandemia ha continuado allí sin cesar, y lo único que les queda a los ciudadanos medios son las libertades inmensamente restringidas.
Como un caso evidente, los israelíes aparentemente ni siquiera pueden pedir un Big Mac en una máquina automática en McDonald’s a menos que su estado de Green Pass esté actualizado. Más recientemente, esto significa que un ciudadano no solo debe haber recibido un doble dosis, sino que debe haber recibido el refuerzo. Esto también porque Israel ha aprobado un segundo refuerzo para los inmunodeprimidos y los ancianos. Mira cómo se desarrolla el absurdo:
“Mcdonald’s parece ser el primer proveedor de alimentos en Israel en negar a los clientes que no tienen prueba de vacunación”, comenta una fuente de noticias local sobre el perturbador video.
“El activista Shlomo Walfish fue al McDonald’s en Bet Shemesh para intentar pedir comida”, describe el informe. “La computadora que toma los pedidos luego le negó el servicio después de seleccionar que no tiene un pasaporte verde”.
Con el sistema de pase verde, otros lugares públicos como bares, gimnasios y teatros están negando el acceso de las personas; sin embargo, este podría ser un primer ejemplo de una máquina que está literalmente programada para detener el servicio a personas no vacunadas, o al menos a aquellas que no tienen las “credenciales” adecuadas de vacunación.
Y nos dicen que todo esto es en nombre de la “salud” y la “seguridad” públicas … Sin pasaporte Covid = sin comida .
https://www.zerohedge.com/covid-19/watch-mcdonalds-kiosk-denies-man-service-over-vaccine-status
Apocalipsis 13

4 y todos adoraron al Dragón porque él le había cedido el poder, y también adoraron a la Bestia, diciendo: «¿Quién se le puede igualar y quién puede luchar contra ella?».
5 Y se permitió a la Bestia proferir palabras altaneras y blasfemias; y se le dio poder para actuar durante cuarenta y dos meses.
6 Ella abrió la boca para maldecir a Dios y blasfemar contra su Nombre y su Santuario, y contra los habitantes del cielo.
7 También le fue permitido combatir contra los santos hasta vencerlos, y se le dio poder sobre toda familia, pueblo, lengua y nación.
8 Y la adoraron todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no figuran, desde la creación del mundo, en el Libro de la Vida del Cordero que ha sido inmolado.
9 ¡El que pueda entender, que entienda!
10 El que tenga que ir a la cárcel, irá a la cárcel; y el que tenga que morir por la espada, morirá por la espada. En esto se pondrá a prueba la perseverancia y la fe de los santos.
11 En seguida vi surgir de la tierra otra Bestia que tenía dos cuernos como los de un cordero, pero hablaba como un dragón.
12 Esta Bestia ejercía todo el poder de la primera y estaba a su servicio; y logró que la tierra y sus habitantes adoraran a la primera Bestia, a aquella cuya llaga mortal se había cicatrizado.
13 También realizaba grandes prodigios, llegando a hacer descender fuego del cielo sobre la tierra a la vista de todos.
14 Y por los prodigios que realizaba al servicio de la primera Bestia, sedujo a los habitantes de la tierra para que fabricaran una imagen en honor de aquella que fue herida por la espada y sobrevivió.
15 También se le permitió dar vida a la imagen de la Bestia, para hacerla hablar y dar muerte a todos aquellos que no adoran su imagen.
16 Así consiguió que todos –pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos– se dejaran poner una marca en su mano derecha o sobre su frente,
17 de manera que nadie podía comprar o vender, si no llevaba marcado el nombre de la Bestia o la cifra que corresponde a su nombre.
18 Para esto se precisa sutileza. El que tenga inteligencia calcule la cifra de la Bestia, porque es una cifra humana: 666.