Muy importante la voz del Padre Lofeudo muy respetado y querido por obispos, sacerdotes y fieles católicos, donde analiza esta pseudo- consagración de Rusia por Bergoglio y concluyendo que es una frustración. Completísimo y lúcido análisis.




Llamamiento final
“Ved, Señor, Dios de los ejércitos,
como los capitanes forman escuadrones completos,
los potentados levantan grandes ejércitos,
los navegantes equipan flotas enteras,
los mercaderes acuden en gran número a ferias y mercados.
¡Cuántos ladrones, impíos, borrachos y libertinos se juntan contra Vos todos los días tan presto y tan fácilmente!
Un simple silbido, un toque de tambor, una daga embotada que muestran, un ramo seco de laurel que prometen, un pedazo de tierra roja o blanca que ofrecen, en tres palabras: el deseo de un honor fugaz, de un miserable interés, de un mezquino placer sensual, reúne en un instante a los mercaderes y cubre tierra y mar con una turba de réprobos, que, siendo divididos entre sí o por la distancia de lugares, o por los intereses opuestos, se unen
sin embargo hasta la muerte para haceros la guerra bajo el estandarte y el mando del demonio.
¡Y Vos, Señor! Habiendo tanta gloria, dulzura y provecho en serviros
¿casi nadie tomará partido por Vos?
¿Serán tan escasos los soldados que se alisten bajo vuestra bandera?
¿No habrá alguno que otro
que, celando por vuestra gloria, grite en medio de sus hermanos, como
San Miguel: Quis ut Deus? ¿Quién es como Dios?
¡Ah! permitidme decir a voces por doquiera:
¡Fuego! ¡Fuego! ¡Fuego! ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Fuego en la casa de Dios!
¡Fuego en las almas!
¡Fuego hasta en el mismo santuario!
¡Socorro para vuestro
hermano, que lo asesinan! ¡Socorro para nuestros hijos que van degollando!
¡Socorro para nuestro querido padre que están apuñalando!
El que sea del Señor que se junte conmigo (Ex 32,26)
Que todos los
buenos sacerdotes que están esparcidos por el mundo cristiano,
ora se hallen actualmente en el combate,
ora estén ya retirados de la lucha en los desiertos y soledades,
vengan a unirse con nosotros: la unión hace la fuerza a fin de que formemos,
bajo el estandarte de la Cruz un ejército dispuesto en orden de batalla y bien disciplinado, para atacar en masa a los enemigos de Dios que ya han dado el toque de alarma (Sal 45,4):
rechinaron los dientes (Sal 34,16), bramaron (Sal 2,1), se multiplicaron
(Sal 24,19).
Rompamos sus coyundas, arrojemos de nosotros sus ataduras.
El que mora en los Cielos se ríe de ellos (Sal 2,3-4).
¡Levántase Dios!
¡Se dispersan sus enemigos! (Sal 67,1).
¡Señor, levantaos!
¿Por qué aparentáis dormir? Desperézate! (Sal 43,24) Levantaos con toda vuestra omnipotencia, vuestra misericordia, vuestra justicia para formaros una compañía escogida de guardias
reales que custodien vuestra casa, defiendan vuestro honor,
y salven a vuestras almas,
para que no haya más que un redil y un pastor (Jn 10,16)
y que todos os tributen gloria en vuestro templo (Sal 28,9). Amén.
¡Dios solo!
San Luis María Grignion de Montfort
🛡️Ejército Remanente
Voy a intervenir para revelar la Verdad

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
2 de septiembre de 2014
Mi querida hija, tú debes decir a mis hijos que Dios nunca jamás abandona a los Suyos, porque esto nunca podría ser. Él ama a todos Sus hijos, no importa cuánto dolor infligen a Su único Hijo, Jesucristo.
Mi protección cubrirá toda alma que proclame la Palabra de Dios y por el Poder de Dios aplastaré la cabeza de la serpiente en todas sus formas. Voy a ser la abogada que revelará las mentiras que son vertidas por la boca de la bestia, y el mundo será testigo de las mentiras ilógicas, que esparcirá entre los que permiten llegar a ser sus vasos dispuestos, en completa subyugación a su malvados caminos. El rey de las mentiras seguirá alejando a almas de la Verdad y él, el engañador, nunca va a cejar hasta la hora final.
Cuando las mentiras se usan para distraer a la gente de la Verdadera Palabra de Dios, yo voy a intervenir para revelar la Verdad. La humanidad tendrá dos opciones – permanecer fieles a la Verdad o aceptar la mentira como un sustituto de ella. La confusión devastará los corazones de las personas vulnerables, los débiles y de los que no tienen el Espíritu de Dios dentro de sus almas. Así, la batalla por las almas será librada, donde la gente creerá o en mentiras o en la Verdad.
Yo traigo grandes noticias de la Misericordia de mi Hijo y Yo soy Su instrumento en la salvación de las almas. Ningún alma será excluida de esta Misión de Salvación. Vosotros debéis orar para que el hombre descifre las mentiras, que son esparcidas por los enemigos de Mi Hijo para distraerlos de la Verdad, la Luz y el Amor de mi Hijo. Confiad en mi Hijo y se os mostrará Su Gran Misericordia. Creed en la Promesa de mi Hijo de venir otra vez y tendréis vida eterna. No permitáis que las mentiras os engañen, porque si lo hacéis os resultará muy difícil permanecer fieles a mi Hijo.
Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación