Ahora debemos aceptar que ha habido un ataque y daño dramático y catastrófico a la raza humana. Para seguir adelante, los católicos debemos dar el buen ejemplo de casarnos solo con los que no están infectados, para que podamos cumplir el mandato del Creador de ser fecundos y multiplicarnos y volver a llenar la Tierra.
por el hermano Alexis Bugnolo
Ahora que se conocen los horribles efectos de las vacunas mortales, retomaré el tema de la invalidez del matrimonio que puede surgir del efecto nocivo de recibir la vacuna mortal por uno o ambos cónyuges.
En primer lugar, al igual que todo matrimonio en el que uno de los cónyuges es estéril o no puede tener hijos, pero quien oculta esto al otro es inválido, todos los que después de tomar una vacuna mortal tienen la sangre y los fluidos corporales infectados con parásitos hidra acuáticos y genes modificados en su ADN, no pueden casarse válidamente si se lo ocultan a su cónyuge.
Tampoco pueden los que no pueden tener hijos, y todos los que representan una amenaza grave para la salud del otro, si intentaron la procreación —mediante el intercambio de fluidos corporales que pueden producir la muerte o la esterilización permanente por modificación genética, válida o lícitamente— recibir el Sacramento del Matrimonio.
Por lo tanto, es una obligación grave ahora, para evitar un sacrilegio contra el Sacramento del Matrimonio, que cada persona involucrada en la decisión, cónyuges, sacerdote, padres, etc., insista en que ambos cónyuges se sometan a exámenes médicos para determinar si han sido dañados permanentemente por la vacuna mortal o infectado con tal daño permanente por la proximidad con otros.
La sola amenaza de la hidra, que se intercambia en los fluidos corporales, puede infectar a todos los que participan en la fornicación prematrimonial o extramatrimonial. Esta infección puede propagarse a los cónyuges e hijos fieles y familiares a través de besos en los labios.
Ya no podemos vivir en un mundo de pretensiones. Ahora debemos aceptar que ha habido un ataque y daño dramático y catastrófico a la raza humana. Para seguir adelante, los católicos debemos dar el buen ejemplo de casarnos solo con los que no están infectados, para que podamos cumplir el mandato del Creador de ser fecundos y multiplicarnos y volver a llenar la Tierra.
Los que están permanentemente dañados o infectados necesitan practicar el autocontrol, ya que los pecados de impureza con otras personas ahora también participan del pecado mortal de asesinato así como de fornicación.
El realizar sexo con personas vacunadas contamina también tu sangre. ¿Esto llegará a ser un problema?.
Mis planes de salvar al mundo entero están en su lugar
Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
26 de diciembre de 2013
Es Mi deseo reconfortarlos a todos ustedes en este momento. Mis planes de salvar al mundo entero están en su lugar, y no dejaré ir fácilmente ni una sola alma. Cada uno de los hijos de Dios tiene la capacidad de amar -incluso aquellos que están separados de Dios. Cada alma ha nacido con el Don del Amor –el Regalo de Dios, Quien reside en ellos, aunque ellos no Lo reconozcan.
El Amor es una cualidad odiada por Satanás, porque Dios es Amor. Todo aquel que ama a otra persona, siente alegría en su corazón. El Amor es el sentimiento más natural y es el que mantiene la Luz de Dios resplandeciente en un mundo de tinieblas. Satanás atacará el Amor en cada oportunidad. Él arrancará el amor a aquellos que pueda y lo reemplazará con muchos sustitutos malvados. Cuando él ataca el Sacramento del Matrimonio, diluye el amor que hay dentro de cada una de estas uniones, hasta que solo quede odio. Él romperá amistades. Creará división, desconfianza, y odio cuando sea y donde pueda. Él es el causante de los asesinatos, actos de violencia entre la gente, actos de opresión, torturas y guerra. Cuando Satanás ataca la ley natural del amor, creada por Mi Padre, arrastra a la gente a terribles angustias. Ellos no sentirán paz cuando el amor desaparezca de sus vidas. No confiarán en otros donde no haya amor y cuando haya odio en el alma de una persona, él o ella tratarán a los demás con una terrible crueldad.
El odio nunca puede venir de Dios. El odio viene del maligno. Aquel que odie está imitando los rasgos asociados con Satanás. Por imitar a satanás, el hombre a menudo camufla su odio con una dulce y astuta fachada. Muy a menudo ese que odia a otro dirá que solo está hablando cariñosamente cuando haga daño a los demás, para confundirlos. El hombre que odie, así como Satanás, se cuidará muy bien de no mostrar su odio. Muchos dirán que estaban actuando de buena fe por la necesidad de honestidad. Aunque, cualquier acto de odio nunca podrá traer buenos frutos, ya que como carne podrida, traerá decadencia y luego la muerte del alma.
El Amor es lo único que importa a Mis Ojos. Estén seguros que todos aquellos que estén llenos de amor –ya sea por los demás o por Dios– ya están favorecidos. A aquellos que estén favorecidos por Dios, Gran Misericordia les será mostrada por Mí. A aquellos con odio en sus almas no se les mostrará Misericordia, a menos que antes se rediman ante Mis Ojos. Deben recordar que cualquier forma de odio, y especialmente cuando es el usado en Mi Santo Nombre, les traerá solo desolación del alma.
Mi Amor es más grande que el que es sentido por algún hombre. Está más allá de su comprensión. Debido a la amplitud y profundidad de Mi Amor por ustedes, Yo los llenaré a cada uno de ustedes con Mi Santo Espíritu. Mi Amor sondeará el amor de sus corazones, sin importar cuán minúsculo sea en cada alma. Por tanto, por favor nunca pierdan la esperanza, que traeré la Salvación al mundo entero, porque Mi Paciencia es interminable y Mi Amor es Eterno.
Su Jesús