Eres un valiente, mi Capitán, y pasas a formar parte de la élite moral de nuestra Patria. “Ante Dios nunca serás héroe anónimo”
por Juan Chicharro Ortega. General de División de Infantería de Marina (R)
No te conozco, mi Capitán, y ni siquiera sé cómo te llamas. Tan sólo sé que formaste tu compañía ante la Cruz más grande del mundo y rendiste armas ante el Señor de los Ejércitos.
Confieso que me emocioné al ver la imagen de tus soldados postrados, con humildad, recibiendo la bendición de un valiente capellán, y al veros así no he podido por menos que recordar imágenes similares de antecesores de nuestro Ejército a lo largo de los siglos. A la muerte iban con alegría aquellos – por poner un ejemplo – requetés, defensores de la fe y la tradición, tras recibir la misma bendición.
“Ante Dios nunca serás héroe anónimo” rezaba su lema, y hoy cuando te van a caer chuzos por todas partes, con odio acrecentado de muchos y ante la puesta cobarde de perfil de no pocos, quédate, mi Capitán, con el mismo lema en la cabeza para tu orgullo y dignidad. Hoy, muchos van a encontrar infinidad de motivos para hacerte la vida imposible y defenestrar tu carrera. Que si esto, que si aquello… que si tu acción no se ajustaba a lo programado, etc… en fin, qué te voy a contar que seguro no estés sufriendo ya. Tranquilo, mi Capitán, pese a todo son infinidad de españoles los que sí te comprenden y además te aplaudimos.
“Que el Señor bendiga y guarde siempre a quienes sirven a la Patria bajo este Banderín. Que el Señor cuide con su providencia a los miembros de esta unidad y a todos los componentes del batallón Uad-Ras y a nuestras Fuerzas Armadas. Que el Señor mire benignamente a España y le conceda la paz con todos los pueblos del mundo”.
Éstas son al parecer las gravísimas palabras pronunciadas por el valiente Capellán. Unas palabras que cobran valor ante una sociedad española dormida y adocenada, carente de valores, impregnada de un relativismo moral gravísimo e impulsora de una cultura de la muerte en forma de aborto y eutanasia, en la que una manipulación sectaria se impone a nuestros jóvenes desde la enseñanza al más puro estilo materialista marxista.
Eres un valiente, mi Capitán, y pasas a formar parte de la élite moral de nuestra Patria. Al igual que hizo Pizarro al trazar la raya que sólo cruzaron trece, tú la has cruzado ayer ante la Cruz que preside las tumbas de aquellos españoles de cualquier signo ideológico, por los que todos los días se reza a su pie. POR TODOS. Y no te preocupes porque parezcan mayoría los que se vuelven a Panamá al calor de la comodidad, como aquel día antes de la conquista del Perú. No son mayoría. En España somos muchos los que nos enorgullecemos de tu valentía.
Animo, Capitán y aquí tienes el apoyo incondicional de un veterano General.
Fuerte abrazo.
General Chicharro Ortega
Os amo y os bendigo a cada uno de vosotros ahora

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
8 de enero de 2014
Debe ser dado a conocer a todos vosotros que, cuando defendáis la Palabra de Dios durante los tiempos de oscuridad, necesitaréis todas las Gracias de Mi parte, para permanecer con firmeza. Cuando Me Llaméis para que vierta con Mis Gracias especiales vuestras almas, encontraréis más fácil seguirme.
Yo os transmito ahora, a todos vosotros valientes y leales almas, estas gracias especiales. Cuando recitéis esta nueva Letanía durante los tiempos de las grandes pruebas, Yo os concederé alivio.
Letanía (6) para pedir el Don de Gracias
Oh, querido Jesus
Mi bienamado Salvador,
Lléname de Tu Amor
Lléname de Tu Fuerza
Lléname de Tu Sabiduría
Lléname de Tu Perseverancia
Lléname de Tu Humildad
Lléname de Tu Coraje
Lléname de Tu Pasión
Amén.
Para las almas que reciten esto durante los tiempos de persecución, sabed que verteré estas Gracias sobre vosotros. Os tranquilizaréis, os haréis más fuertes y más valientes, mientras portáis Mi pesada Cruz hacia las puertas del Nuevo Cielo y la Nueva Tierra. Más importante aún, no sucumbiréis a la intimidación la cual deberéis afrontar en Mi Santo Nombre.
Caminaréis inalterables y de una manera digna, a medida que seguís defendiendo la Palabra de Dios. Porque cada uno que responda a esta Llamada y recite esta especial Letanía, sentiréis una alegría en vuestros corazones que no estaba ahí antes. También os sentiréis confiados en el conocimiento de haber sido bendecidos por el Poder del Espíritu Santo, y la Verdad siempre reinará en vuestros corazones.
Os amo y os bendigo a cada uno de vosotros ahora – en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Vuestro Jesus