Existen cosas que podemos hacer para poner más difícil que se decida sobre nuestro cuerpo, en contra de nuestra voluntad o nuestras creencias.
En el sistema legal en el que nos encontramos, donde unos pocos, por ser “elegidos” como nuestro gobierno, pueden introducir las leyes que quieran, sin consultar al pueblo y sin dar a este la opción de impugnarlas a través de un recurso efectivo de inconstitucionalidad u otros medios, es difícil evitar monstruosidades como la eutanasia o como el aborto. En este artículo trataremos de la primera, la muerte asistida o eutanasia, la muerte, en definitiva, aunque se la disfrace de palabras que suenen mejor.
Existen cosas que podemos hacer para poner más difícil que se decida sobre nuestro cuerpo, en contra de nuestra voluntad o nuestras creencias.
En este artículo trataremos de aclarar conceptos y hablar de algo que cuesta considerar, pero que es conveniente plantearse. Son cosas sobre las que no se habla normalmente y ese silencio, como todo silencio, siempre ayuda al opresor. En este caso, el opresor es un sistema de salud que no mira por la salud de los ciudadanos, en el que, por el servilismo y el mercantilismo tanto de sus profesionales sanitarios como de los políticos que los dirigen, la sanidad, como regla general, se ha deshumanizado y la vida ya no parece el fin primordial, sino el negocio farmacéutico.
En este contexto legal y sanitario en el que nos encontramos, donde la vida de las personas no parece que importe mucho, es importante tener en cuenta que nuestra legislación permite cosas como la donación de órganos, salvo manifestación de voluntad en contra (por un medio suficientemente fehaciente, que no ofrezca lugar a dudas), aplicar cuidados paliativos aunque éstos sean irreversibles y causen la muerte, e incluso, ya está legalizada la eutanasia. Legislación que, en general, se aplica a todas las personas nacionales o residentes en España, si bien creemos posible que otras muchas naciones, orientadas en la “cultura de la muerte” y la ideología tendente al advenimiento del gobierno satánico mundial, sigan criterios y regulación muy similares.
Ante esta situación, lo mejor es siempre dejar constancia de nuestra voluntad y de nuestras creencias. Para ello existen registros autonómicos y un registro nacional, creado este último en el año 2007, donde se recopilan las manifestaciones que cada persona realiza sobre su decisión de cómo acabar sus días si le sobreviene una circunstancia (enfermedad, accidente, etc.) que le impida, en ese momento decidir.
Esta manifestación de voluntades anticipadas es lo que se suele llamar “testamento vital”, que se pude hacer ante notario, o bien, simplemente, dirigir un escrito firmado (y con la firma de varios testigos, mejor) a las consejerías de sanidad de las comunidades autonómicas y al ministerio de sanidad, para que las voluntades manifestadas consten a los efectos oportunos.
Lo mejor para que exista una constancia es realizar la manifestación ante Notario, que recoge ésta y directamente la notifica para su constancia a los registros de sanidad de las comunidades autónomas y el registro nacional pertinente.
Es importante saber que los Notarios, normalmente tienen formularios para esta circunstancia, si bien en ellos se suele optar por justamente lo contrario a lo que nuestra fe católica tiende, señalando, por ejemplo, que llegado el caso se apliquen cuidados paliativos que eviten el dolor incluso aunque ello pueda suponer acabar con la muerte, admitir el trasplante de órganos, o, desde la nueva legislación de eutanasia, es posible que en estos formularios se manifieste precisamente la admisión voluntaria de tal forma de suicidio asistido.
Por ello, es bueno recurrir a formularios como los ofrecidos por la propia Conferencia Episcopal, que en esto, al menos, no se orienta en favor de la cultura satánica de la muerte.
De forma que se puede acudir al Notario con nuestro propio formulario de lo que realmente queremos y dejar constancia de ello, para que, llegado el caso, se nos den los últimos sacramentos, no se administren cuidados paliativos irreversibles, ni se nos “ayude” a morir.
Es importante indicar que la Ley de Eutanasia, en su artículo 9, señala que cuando el paciente se encuentre en una situación de incapacidad de hecho, “el médico responsable está obligado a aplicar lo previsto en las instrucciones previas o documento equivalente”.
De ahí la importancia de firmar un testamento vital o documento de voluntades previas y de que éste se registre convenientemente en los registros de voluntades previas autonómicos y nacional.
Os dejamos un link a los formularios facilitados para ello por la Conferencia Episcopal española.
¿Por qué es importante?
• El testamento vital es esencial para dejar constancia, de forma anticipada, de nuestra voluntad de aceptar o rechazar determinados tratamientos médicos. De esta manera, se libera a los familiares del peso de tomar decisiones por el enfermo en situaciones tan difíciles.
• También contempla nombrar a un representante legal en materia de tratamientos médicos encargado de velar por su cumplimiento y de tomar decisiones en previsión de una eventualidad no contemplada en el testamento escrito.
• Además, se especifica el derecho a una atención espiritual.
¿Es válido ante la eutanasia?
El testamento vital especifica que se administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos, pero que no se aplique la eutanasia (ningún acto u omisión que por su naturaleza y en su intención cause la muerte).
La proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia recoge que no podrá aplicarse la eutanasia en caso de que la persona haya suscrito con anterioridad un documento con instrucciones, testamento vital, voluntades anticipadas o documentos equivalentes reconocidos legalmente.
Esperamos haber aclarado algunas dudas que se suscitan, incluso en videos de asesores que analizan esta materia. Para evitar la eutanasia, consideramos que lo mejor es dejar constancia de nuestra voluntad de que no se interrumpa nuestra vida (y si se quiere tampoco se prolongue) por medios artificiales o por la administración de fármacos que puedan causar la muerte.
🛡️Ejército Remanente
la eutanasia es desaprobada por Mi Padre y no es tolerada
Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
15 de julio de 2011
Cuando Mis hijos sienten amor en sus corazones, es cuando ellos pueden estar seguros de que Yo estoy presente en sus almas. Mi amor mantendrá a Mis hijos fuertes cuando ellos menos lo esperan. Esto se aplica también a los pecadores empedernidos, cuya concha exterior esconde, a menudo, un corazón tierno.
Cada persona en la tierra, es un hijo creado por Dios Padre. Por esto la Luz existe dentro de cada persona, aunque pueda ser muy débil, cuando las almas son arrastradas a la oscuridad. Con todo, Mi Luz está todavía presente, porque sin esta, habría completa oscuridad en donde no podrían funcionar. Esto es cuando las almas alcanzan un terrible estado de oscuridad que muy a menudo recurren al suicidio. Esto sucede cuando por la debilidad del alma y espíritu, que Satanás roba sus almas, convenciéndoles para terminar sus vidas. Muchos de Mis seguidores no entienden el estado que tal oscuridad se pueda tener en un alma, así que deben rezar mucho, por estos hijos, que están en este estado de desesperación.
Dios, Mi Padre Eterno, siempre es misericordioso y ayudará siempre a estas almas, muchas de las cuales están sufriendo hasta tal punto, que sus mentes no pueden funcionar plenamente con la razón. Un pecado mortal solo puede ser cometido cuando una persona está en plenitud de sus facultades mentales, tienen claras intenciones cuando él o ella saben que eso que están haciendo está mal. Por eso, por favor no den por hecho que estas almas están totalmente perdidas, porque muchas no saben lo que están haciendo.
Tengan en cuenta que la eutanasia es desaprobada por Mi Padre y no es tolerada, ya que ningún hombre consciente puede tomar la vida de otro. Ninguna razón puede ser presentada para justificar esto, en el Nombre de Mi Padre. La tolerancia puede ser presentada junto con el argumento del trato humanitario, para justificar estas acciones, pero ningún hombre, excepto el Padre Todopoderoso, puede decidir la fecha de la muerte, porque este no es derecho del hombre. A él nunca le será dada la autoridad de cometer este pecado mortal.
Cualquier excusa será ofrecida por el hombre para quitar la vida de otro, sin embargo, ninguna de ellas será aceptada como derecho humano, en ninguna circunstancia. Esto se aplica a la ejecución, al pecado de aborto y de la eutanasia. Levántense todos ahora y recuerden que serán juzgados severamente, si infringen el más Sagrado de todos los Mandamientos de Mi Padre: No matarás. Recuerden que hay un solo Dios y que solamente Él puede decidir cuándo debe ser quitada la vida. Si rompen este Mandamiento con pleno conocimiento de lo que hacen, sufrirán por toda la eternidad el tormento del Infierno.
Por favor, les imploro, no se rindan a las presiones de Satanás, quien constantemente induce a quitar la vida, para que así él pueda robar almas, que de otra manera serían destinadas para el Glorioso Reino de Mi Padre.
Su Divino Salvador
Maestro y Redentor, Jesucristo
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