La psicomoralidad es la ciencia clínica del florecimiento humano. La tradición cristiana señala al hombre tres vocaciones diferentes en la vida. Estas tres vocaciones son presentadas por el psicólogo tomista Dr. GC Dilsaver: la vocación imago Dei, la vocación encarnacional y la vocación familiar.
por Paul Brock III
Tres vocaciones cruciales
Debido a la tecnología omnipresente del siglo XXI, el hombre moderno ha sido seducido por un deseo incesante de placer momentáneo. Y esta preocupación por la gratificación temporal ha privado al hombre de la capacidad de reflexionar sobre su verdadera vocación.
Por supuesto, la tecnología no es mala; más bien lo es su uso impropio o idólatra. La complicación actual es que la sociedad esencialmente comienza y termina con la tecnología.
La mayoría de los niños hoy en día obtienen sus propios teléfonos celulares en la escuela primaria y crean algún tipo de cuenta en las redes sociales poco después. La adicción se establece en el momento en que están en la escuela intermedia o secundaria.
Pero esta fijación en el aquí y ahora va de la mano con la educación laica que se le da al 90% de los niños estadounidenses.
En su encíclica de 1929 Sobre la educación cristiana , el Papa Pío XI escribió: «Está claro que no puede haber una verdadera educación que no esté totalmente dirigida al fin último del hombre».
Hoy, la educación en su conjunto parece dirigir a las personas sólo a una vida funcional; es decir, a hombres y mujeres se les enseña a obtener un título simplemente porque les dará un salario decente.
El obispo John Spalding, cofundador de la Universidad Católica de América, escribió sobre este mismo problema en 1903: «Se nos enseña a luchar por el dinero y el lugar, no por la sabiduría y la virtud, y aquí radica el defecto de nuestra educación».
Llevando este punto más allá fue Herbert Conn, un educador estadounidense que escribió en 1914: «La educación sin religión hace que los hombres sean fríos y calculadores con intereses egoístas, y cualquier sistema de avance social que deje de lado el lado religioso de la naturaleza deja de lado la única fuerza que hace posible la organización duradera de la que depende la civilización».
Estas verdades son suprimidas por el mundo moderno. La religión hoy sólo es tolerada en la medida en que soporta los estilos de vida desordenados impulsados por el Estado laico. Sin embargo, la religión es vilipendiada por los poderes mundanos cuando se mantiene firme contra el mal.
La religión es la virtud por la cual se da a Dios lo que se le debe. Sí, el hombre religioso lucha contra el mal, pero más allá une su voluntad a la de Dios. En un nivel práctico, esto implica una búsqueda honesta de la propia vocación en la vida.
La tradición cristiana señala al hombre tres vocaciones diferentes en la vida. Estas tres vocaciones son presentadas por el psicólogo tomista Dr. GC Dilsaver.
La vocación Imago Dei
La vocación imago Dei reconoce al hombre como hecho a imagen y semejanza de Dios (los ángeles también participan de esta vocación, aunque en una capacidad superior). «Estos seres», según Dilsaver, «en su capacidad para asentir racionalmente a la verdad y elegir y amar volitivamente el bien, comparten una funcionalidad similar a Dios».
Esta primera vocación no se reconoce ni se promueve en un mundo materialista. En cambio, la verdad es «relativa», y también lo es la moralidad objetiva, según nos dicen. El hombre no está hecho para parecerse a Dios, según los materialistas, y por eso dicen, con Freud y Jung, que Dios es un producto de la imaginación.
La vocación de la Encarnación
Esta próxima vocación es un poco más específica a medida que se abraza la mayor realización del hombre de su propia mortalidad. En esta vocación existencial, Dilsaver afirma que «se explica el estado de encarnación humana de uno como hombre o mujer». La vocación encarnacional persigue la masculinidad del hombre y la feminidad de la mujer.
La negación de Dios en el mundo moderno requiere una negación de la naturaleza del hombre y la mujer. Si Dios es realmente un producto de la imaginación de uno, entonces esto haría imposible que el hombre fuera hecho a Su imagen. La filosofía de la impiedad es la base de la guerra mundial secular contra la naturaleza humana.
Pero esta guerra contra la naturaleza humana no se puede criticar utilizando los temas de conversación convencionales. No es solo que «los hombres son hombres y las mujeres son mujeres»; es que los hombres están llamados a cumplir con su virilidad (masculinidad) y las mujeres están llamadas a cumplir con su feminidad (feminidad).
Estas diferencias básicas son la razón por la que G. Stanley Hall, el primer presidente de la Asociación Americana de Psicología, llegó a condenar la coeducación o educación diferenciada. Hall, un eugenista que no era amigo del cristianismo, afirmó que «la masculinidad y la feminidad necesitan un régimen diferente para llevarlos a su flor perfecta».
La desaprobación de Hall de la coeducación no fue controvertida en ese momento, pero hoy esos sentimientos se consideran radiactivos.
Friedrich Foerster, un filósofo alemán que se opuso públicamente a los nazis, tampoco tenía en alta estima la coeducación. Sostuvo que da como resultado «hacer que el niño se vuelva afeminado y que la niña pierda gran parte de la gracia natural y el encanto de su sexo».
El Papa Pío XI, más tarde en su encíclica Sobre la educación cristiana , incluso llamó a la coeducación «falsa» y «perjudicial».
En el mundo de hoy, estas declaraciones son inauditas. Pero hace un siglo, cuando la educación diferenciada aún era relativamente nueva, eran bastante normales. Como punto de referencia , solo alrededor de la mitad de los colegios y universidades eran mixtas en 1910.
Foerster explicó bien su razonamiento para denunciar que los niños y niñas aprenden juntos. Creía que la coeducación era contraria a la naturaleza de la educación, cuyo propósito es «preservar a cada sexo su carácter propio y desarrollar las cualidades psíquicas características de cada uno».
Por supuesto, hay algunas ventajas de la coeducación, como la asequibilidad y la interacción social regular entre los sexos. Esto, sin embargo, no es el enfoque.
El punto es que la vocación encarnacional, que persigue el perfeccionamiento del hombre como hombre y de la mujer como mujer, comienza por reconocer las diferencias entre los sexos, una realidad completamente ignorada en la educación secular.
La vocación familiar
Como sugiere el título, la tercera vocación es la vocación familiar, que se centra en la familia. El Dr. Dilsaver explica que este «es el lugar fundamental de las dos vocaciones humanas cruciales anteriores. Es en la familia donde la plenitud del género se expresa y llega a su plena realización».
En el contexto de esta vocación, se explican tanto los deberes de esposo-padre como los deberes de esposa-madre.
Padre Brian Mullady, OP, analiza esto en su libro Christian Social Order : «El papel del padre es más de afirmación intelectual… El papel de la madre es más de ternura emocional… [El esposo] debe ser la cabeza espiritual de la familia, [y la esposa] es el corazón espiritual de la familia».
La vocación familiar se encuentra también en la vocación evangélica del sacerdote y del religioso, que comparten el victimismo de Cristo para el bien espiritual de los demás.
Las tres vocaciones (imago Dei, encarnacional y familiar) están arraigadas en la naturaleza misma del hombre y deben ser perseguidas.
Responsabilidad de los padres en el mundo de hoy
Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
19 de mayo de 2011
El mundo ha sucumbido ahora a las profundidades de absoluta desesperación por su falta de fe en la Existencia de Dios Padre Todopoderoso. Incluso los niños pequeños ahora alegremente niegan Su Existencia. Aquellas almas vacías y endurecidas insultan no solo a Mi Padre Eterno, sino que me ocasionan profunda angustia.
Tan lejos han caído, hijos, que han descartado completamente todo sentido de espiritualidad con el cual nacieron. ¿Qué tan lejos piensan que su amor por el mundo y su materialismo los llevará? Aquellos de ustedes absortos en las riquezas y en la comodidad de todas las atracciones mundanas, deberían saber que pronto les serán quitadas como parte de la purificación que viene.
Responsabilidad de los padres
¿Por qué enseñan a sus niños la importancia del materialismo hecho por el hombre a expensas de sus pobres almitas? El primer propósito de ustedes es enseñar a sus hijos la importancia de crear y construir riqueza. Rara vez les enseñan la moral que necesitan para equiparlos con las responsabilidades de la edad adulta, en relación a cómo deberían mostrar respeto a los demás, a comprender la importancia de la honestidad y la necesidad de mostrar comprensión hacia sus hermanos y hermanas. Desafortunadamente Mis hijos han perdido completamente su camino en el sendero espiritual que se les requiere para alcanzar el último destino. ¿No tienen vergüenza? ¿Cuándo aprenderán que su obsesivo amor por el dinero y todo lo que este ofrece terminará en desastre? Será solo cuando estén totalmente desnudos de estas comodidades que ambicionan, cuando se den cuenta de cuán solos están.
Escúchenme ahora mientras puedan. Pongan las necesidades de su familia primero, porque eso es bueno. Provean para ellos. Pero por favor no alienten a sus hijos a volverse esclavos de la riqueza y del deseo de la fama, porque los estarán empujando a los brazos de Satanás. Sus hijos nacieron y ustedes les dieron la vida físicamente; pero fueron creados por Dios, el Padre Eterno, cuando se les dieron sus almas. Por supuesto muestren responsabilidad como padres proveyendo las necesidades físicas de sus hijos. Pero recuerden que sus almas necesitan alimentación. Enséñenles la Verdad de Mis Enseñanzas y la importancia de cuidar sus almas. Solo entonces ustedes les estarán dando a sus hijos la verdadera alimentación de cuerpo y mente que necesitan para sobrevivir y por consiguiente puedan disfrutar la vida eterna.
Su amoroso Divino Salvador
Jesucristo