¿También vosotros queréis marcharos? En medio de la furiosa e infernal tempestad que asola la Barca de Pedro, escuchamos que se alzan voces que instan a abandonarla dejando sola a la crucificada Esposa de Cristo, la Iglesia ante los peores enemigos que ha suscitado Satanás contra Ella, las dos bestias apocalípticas, el Falso Profeta y el Anticristo.
“Pero hay entre ustedes algunos que no creen». En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.
Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede».
Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo.
Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?».
Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna.
Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios». Juan 6, 64,69
“Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi Amor.
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando”.
Juan 15,9.13-14
¿Dónde están los amigos de Dios?
En medio de la furiosa e infernal tempestad que asola la Barca de Pedro, escuchamos que se alzan voces que instan a abandonarla dejando sola a la crucificada Esposa de Cristo, la Iglesia ante los peores enemigos que ha suscitado satanás contra Ella, las dos bestias apocalípticas, el falso profeta y el anticristo. Esas mismas voces llaman a abandonar la Santa Misa y los Tabernáculos donde sigue presente Jesucristo. La confusión y las tinieblas no dejan ver con claridad. Solo el Amor nos guiará y brillará revelando cuál es el camino a seguir. Este Amor revelado en nuestro corazón es el que ilumina la inteligencia con verdad.
Os preguntamos a los que claman tamaña cobardía:
¿Dónde está Pedro? ¿Dónde está Benedicto XVI?
Está en Roma, en el Monasterio Mater Ecclesia. Está preso, no abandonó Roma, está en el mismo lugar donde fue crucificado Pedro, el primer Papa sobre el Jesucristo funda su Iglesia. El mismo lugar donde San Pedro antes de ello intenta escapar de Roma y se encuentra con Jesucristo cargando la cruz, que al verlo Pedro le pregunta:
«¿Quo Vadis, Domine?» ¿Adónde vas, Señor?
A lo que Cristo responde «Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo». Pedro regresa a Roma a ser crucificado posteriormente en el lugar en que hoy se encuentra la Basílica de San Pedro.
¿Dónde está Jesucristo?
Jesucristo sigue, hasta el fin del mundo sacrificándose e inmolándose en cada Misa. Sacrificio perpetuo, sin haber cesado ni un segundo desde aquel viernes Santo de hace 2000 años. Él se hace presente por Amor salvador y de expiación de los pecados hacia todas las almas, por Amor perpetuo sacrificial hacia su Esposa, la Iglesia, ya sea por sus ovejas que sufren esta impostura religiosa del anticristo, como también por aquellas perdidas y confundidas por los falsos profetas en este tiempo final. Todas ovejas amadas que él quiere rescatar porque es el Salvador que quiere que todos los hombres se salven.
“porque él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. 1 Timoteo 2,4
Esta actitud que llama a abandonar las misas Novus Ordo o Cum “Francisco/Bergoglio” es dureza de corazón y fariseísmo, pues olvidan de la Insondable Misericordia de Cristo. Si el Señor no bajara al altar tras las palabras de consagración, ¿por qué se iban a molestar los enemigos de Dios y los que están en falsa obediencia con Francisco en insultarle con mascarillas y geles?
Hoy solo se ponen mascarillas y gel para repartir a Cristo Hostia, como si estuvieran repartiendo probetas radiactivas, le tratan como si Jesús Eucaristía fuera medio y causa de transmisión de enfermedades, cuando es el Medico Divino que salva las almas y cura el cuerpo…. eso es porque Cristo sigue ahí, se hace presente en cada altar, cada día.
¿Es que acaso iba el Señor a desamparar a millones de fieles que no tienen otra posibilidad que la de ir a su parroquia más cercana a recibirle? No juzguemos la infinita Misericordia Divina, que está muy por encima de la iniquidad y miseria humana.
Los que incitan a abandonar la Santa Misa han caído en una terrible trampa de confusión, orgullo y vanidad.
Dice Tomas de Kempis; que el diablo hará todo lo posible para apartarte incluso de la Santa Eucaristía. El que tenga oídos que oiga. Hasta que no cambien las palabras de la consagración, Cristo en su amor infinito incluso por los que le persiguen seguirá haciéndose presente en la Hostia consagrada, aunque el sacerdote que consagre sea un miserable y los católicos le sigan insultando con sus geles y mascarillas.
“Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» Mateo 23,34
Se desagravia a Jesús Hostia, acudiendo a La Santa Misa, adorándolo con amor y comulgándole de rodillas. Dando ejemplo a los demás hermanos católicos. En la Santa Misa hay muchas oportunidades de dar esa enseñanza de amor a la eucaristía con nuestros gestos, genuflexiones en el confiteor, al rezar el Credo y nombrar al Señor, al arrodillarse al recibir la bendición al final, arrodillarse con humildad y en actitud de adoración cuando el sacerdote nos muestra en alto al Cordero De Dios que quita el pecado del mundo y dice: “ESTE ES EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO”
Ir a la Santa Misa con la debida actitud y humildad es justamente desagravio a Jesús Eucaristía, sea Novus Ordo, sea Tridentina, nombren a Bergoglio, sea el sacerdote un pecador empedernido o los católicos que asisten tengan solo despojos de fe.
“Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo». Mateo 28,20
Es hora de estar y permanecer al pie de la Cruz, que significa ir a la Santa Misa donde se renueva el Sacrificio de la Cruz.
Cuando sea hora de salir al desierto todos lo sabremos en nuestro corazón, ya no serán pronunciadas las Palabras de Consagración y Pedro ya no estará en Roma.
¿Pretenden gozar ya la resurrección de la Iglesia sin pasar por la Cruz que significa a veces ir a misa con sacerdotes o fieles confundidos por Francisco Bergoglio?
En esas misas que son válidas, porque válidamente se consagra el Cuerpo y Sangre de Cristo, deberían unirse a Cristo crucificado y rogar por misericordia para todos los que participan de la misa, rogar primero por el sacerdote. No pierdan el tiempo durante la misa en quejas. Recen con urgencia por todos ellos, la salvación de las almas apremia.
La Virgen María, San Juan, la Magdalena y las mujeres de Jerusalén permanecieron en la Cruz, en medio de insultos y escupidas. En medio de los vociferantes enemigos de Cristo, el sacrificio de la Cruz al que se une el de la Corredentora La Santísima Madre María y las oraciones de los amigos de su Hijo, obtuvieron dos grandes conversiones: Dimas, el otro crucificado y el soldado romano que traspasó con su lanza el Corazón de Dios del cual brotaron sangre y agua. De cuya herida traspasada nace la Iglesia y brota la Infinita Misericordia de Dios.
“sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua” Juan 19,34
¿Ahora veís por qué Satanás quiere alejarnos de la santa Misa y de los Tabernáculos? Porque allí él es derrotado, el fracasado vuelve a ser vencido y aplastado. Allí es obligado a soltar las almas que tiene cautivas, allí en la Santa Misa las almas son liberadas del yugo de Satanás, la carne y el mundo. Allí en cada Misa, vence Cristo.
CRISTO VENCE
CRISTO REINA
CRISTO IMPERA
El Amor, no es amado. San Francisco de Asís
“Pero aunque juntemos todos los ríos y mares, no habrá lágrimas suficientes para llorar el dolor y el amor de mi Señor crucificado. Y cuando pienso que todo eso lo hizo por nuestro amor, ¡oh!, siento volverme loco y me nacen alas para volar sobre el mundo gritando:
“El Amor no es amado, el Amor no es amado”
Quisiera tener las alas invencibles de un águila para cruzar las cordilleras y gritar sobre las ciudades:
¡El Amor no es amado!, ¡el Amor no es amado!
¿Cómo se van a amar los hombres, si no aman al Amor?”»

Sobre la validez de la Misa
La validez de la misa, la Consagración y con ello la Presencia Real de Jesucristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, no depende de los antipapas que hubo en el pasado, del que hay en el presente con Francisco Bergoglio, el usurpador impostor, o de los que hubiere en el futuro.
No se deja de ir a Misa, no se deja a Jesucristo por los pecados de la Jerarquía de la Iglesia. Ya hubo en el pasado papas y antipapas al mismo tiempo y los sacerdotes en medio de la confusión celebraban en unión a uno, a otro, a los dos, o decían solo ” con el Papa” sin nombrarlo. Las misas siempre fueron válidas y siempre hubo Consagración.
Un ejemplo claro son los tiempos de Santa Catalina de Siena en los que hubo un Papa legítimo Gregorio XI y un antipapa Clemente VII. La confusión duro 36 años, desde la falsa elección de Clemente VII a partir del cual hubo una línea de antipapas franceses, hasta que se resuelve el asunto en 1414 en el Concilio de Constanza. Durante esos 36 años las misas siguieron siendo validas, y Jesucristo no abandono a la Iglesia ni a los católicos ante tamaña embestida de las tinieblas.
Tan grande Sacrificio en la Dolorosa Pasión que hizo Jesús para liberarnos del pecado, del demonio y del infierno donde fue flagelado, escupido, abofeteado, crucificado con gruesos clavos cuadrados, dislocados los hombros, no puede ser y ni es invalidado por antipapas usurpadores, por los pecados de sacerdotes y de los católicos.
Piensen sencillo y el Espíritu Santo podrá guiarlos. ¿Como pueden creer que la sola pronunciación del nombre de Bergoglio- Francisco puede tener el poder de hacer invalido el sacrificio de Jesucristo en la Cruz que se renueva en cada misa? ¿Acaso el nombre de Francisco Bergoglio tiene más poder que el Bendito Nombre de JESÚS?
Aunque se pronunciara el nombre de Francisco Bergoglio antes de la Consagración, la Santa Misa es válida.
Si hay Consagración, si hay Transustanciación de las especies de Pan y Vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.
La validez de la misa NO depende de un hereje como Bergoglio, ni de su nombre de usurpación Francisco, ni de cuando se lo nombre antes o después de la Consagración.
La pronunciación del nombre de Francisco Bergoglio, ni que sea una CUM el, NO tiene el poder de invalidar la misa, pues la Consagración y sus Palabras consacratorias SON SOLO “UNO CON Y EN” JESUCRISTO.
Si Bergoglio tuviera más poder que Jesucristo, que NO tiene, ya hubiera acontecido desde 2013, año en que empieza su falso pontificado la Abolición del sacrificio Perpetuo que es cuando se le empieza a nombrar en las misas.
Pues ya quisiera este usurpador tener ese poder. Solo tiene Poder el Nombre de Jesús.
“Por eso, Dios lo exaltó
y le dio el Nombre que está sobre todo nombre,
para que al nombre de Jesús,
se doble toda rodilla
en el cielo, en la tierra y en los abismos,
y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre:
«Jesucristo es el Señor».Filipenses 2, 9-11
Así que por más que nombren a Francisco Bergoglio miles de veces durante la misa, antes o después de la Consagración, NO invalida la misa, ni impide la Transubstanciacion del pan y vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.
Darle más importancia o más poder del que tiene a este usurpador denota falta de Fe en Jesucristo, quien en su Segunda Venida destruirá estas bestias apocalípticas, falso profeta y anticristo con el aliento de su boca, los aniquilará y los arrojará vivos al infierno.
“Pero la Bestia fue capturada, junto con el falso profeta –aquel que realizaba prodigios delante de la otra Bestia, y así logró seducir a los que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen– y ambos fueron arrojados vivos al estanque de azufre ardiente”. Apocalipsis 19,20
Por favor, comprendan, la validez de la Misa y su poder salvador, de adoración a Dios, de redención y expiación solo depende de estas condiciones: Sacerdote válidamente ordenado, que ofrezca pan y vino como especies, y que pronuncie las palabras de Consagración. No depende de la fe del sacerdote ni de su intención, pues si él no la tiene la Iglesia la suple.

Estas son las condiciones para la validez de la misa, requisitos necesarios para la transubstanciacion:
1) DEL MINISTRO DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA
Código Derecho Canónico (CDC) 900 § 1. SOLO el sacerdote válidamente ordenado es ministro capaz de confeccionar el sacramento de la Eucaristía, actuando en la persona de Cristo.
2) DE LOS RITOS Y CEREMONIAS DE LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA
CDC 924 § 1. El sacrosanto Sacrificio eucarístico se debe ofrecer con pan y vino, al cual se ha de mezclar un poco de agua.
§ 2. El pan ha de ser exclusivamente de trigo y hecho recientemente, de manera que no haya ningún peligro de corrupción.
§ 3. El vino debe ser natural, del fruto de la vid, y no corrompido.
CDC 925 Adminístrese la sagrada comunión bajo la sola especie del pan o, de acuerdo con las leyes litúrgicas, bajo las dos especies; en caso de necesidad, también bajo la sola especie del vino.
CDC 926 Según la antigua tradición de la Iglesia latina, el sacerdote, dondequiera que celebre la Misa, debe hacerlo empleando pan ázimo.
3) LA PLEGARIA EUCARÍSTICA, que debe ser pronunciada en su totalidad y solamente por el Sacerdote (Introducción Redemptionis Sacramentum 131)
“El cual, la víspera de su Pasión, tomo el Pan en sus santas y venerables manos, y levantando
sus ojos al cielo, a Ti, Dios Padre suyo Todopoderoso, dándote + gracias, + lo bendijo, lo partió,
y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomad y comed todos de El:
(Actuando in la persona de Cristo, el Sacerdote dice:)
PORQUE ÉSTE ES MI CUERPO
(La campanilla suena tres veces. Mire la Sagrada Hostia con devoción, y diga silentemente: “Señor mío y Dios mío.”)
De un modo semejante, acabada la Cena, tomando este precioso Cáliz en sus santas y venerables manos, dándote igualmente gracia,
lo + bendijo, y diolo a sus discípulos diciendo: Tomad y bebed todos de él,
(Actuando en la persona de Cristo, el Sacerdote dice:)
PORQUE ÉSTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE,
DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO:
MISTERIO DE FE:
QUE SERA DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS EN
REMISION DE LOS PECADOS
Cuantas veces hiciereis estas
cosas, las haréis en memoria mía.
La campanilla suena tres veces
Introduccion Redemptionis Sacramentum
[51.] Sólo se pueden utilizar las Plegarias Eucarísticas que se encuentran en el Misal Romano o aquellas que han sido legítimamente aprobadas por la Sede Apostólica, en la forma y manera que se determina en la misma aprobación. «No se puede tolerar que algunos sacerdotes se arroguen el derecho de componer plegarias eucarísticas», [129] ni cambiar el texto aprobado por la Iglesia, ni utilizar otros, compuestos por personas privadas. [130]
[52.] La proclamación de la Plegaria Eucarística, que por su misma naturaleza es como la cumbre de toda la celebración, es propia del sacerdote, en virtud de su misma ordenación. Por tanto, es un abuso hacer que algunas partes de la Plegaria Eucarística sean pronunciadas por el diácono, por un ministro laico, o bien por uno sólo o por todos los fieles juntos. La Plegaria Eucarística, por lo tanto, debe ser pronunciada en su totalidad, y solamente, por el Sacerdote. [131]
¿Hay Consagración si el sacerdote no tiene fe o no tiene la intención de consagrar, siendo que pronuncie correctamente la Plegaria Eucarística?
Esta pregunta es aclarada por Santo Tomas de Aquino que expresa que la mera recitación de las palabras de la consagración consagra efectivamente: “Esta intención [esto es, la intención de la Iglesia, manifestada ipso facto al recitar las palabras consecratorias] es suficiente para la realización del sacramento, mientras que el ministro o quien lo recibe no manifiesten externamente una intención en contrario” (III, q. 64, a. 8, ad 2um).
Es decir, el sacerdote que no quiere consagrar tiene que decirlo en público y en alto durante la misa o alterar las palabras de consagración que son: PORQUE ÉSTE ES MI CUERPO. PORQUE ÉSTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE, DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO MISTERIO DE FE QUE SERA DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS EN REMISION DE LOS PECADOS.
Caso contrario, consagra: https://www.infocatolica.com/blog/maradentro.php/2201290133-refutacion-de-ciertos-errores
¿Y sobre los católicos que no van a Misa pero sí a las capillas de Adoración?
Exhortamos a la reflexión también a aquellos que no van a Misa porque se pronuncia el nombre de Francisco, el antipapa, mientras que en las mismas misas se pronuncia innumerables veces el santo y Poderoso Nombre de Jesús, pero sí van a la Adoración eucarística del Santísimo Sacramento en las Iglesias y capillas.
Os preguntamos: ¿Acaso no adoran a Jesús que fue consagrado en las mismas misas a las que no quieren ir? ¿Porque le dejan solo en el calvario? ¿Dónde están los amigos de Dios?
Es hora de Cruz, permanezcan al pie de la Cruz y recen por la salvación de todas las almas, que esa es nuestra misión, y para la cual Dios quiso naciéramos en esta época de la historia. No abandonen el campo de batalla cuando cada día mas cruenta es.
Vayan a misa, ustedes necesitan a Jesús y Jesús está solo en los Sagrarios sin que haya quien le visite, alabe, agradezca por tantas bendiciones, ame, adore, y ofrezca oraciones de reparación y súplica de Misericordia.
Dios que el que fundó la Iglesia no la abandona y a su tiempo pondrá todo en orden.
Que jamás por nuestra causa haya un alma que deje de ir a Misa, a recibir los Sacramentos de Confesión y Eucarística. Busquen un sacerdote que celebre lo más dignamente posible la misa, que la homilía sea conforme a la doctrina.
No pueden dejar la misa solo porque sea nombrado Bergoglio.
“Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio”. Mateo 11,28-29
“Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo». Juan 6,51
“Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman, esto es mi Cuerpo». Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, diciendo: «Beban todos de ella, porque esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados”. Mateo 26, 26-28
“Las palabras que les dije son Espíritu y Vida”. Juan 6,63
” Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación». Hechos 4,12
¿Muchos se preguntan que es la Misa?
Esto es la Misa:
“El llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados. 1 Pedro 2, 24-25
Es la renovación incruenta del Sacrificio de Jesucristo en la Cruz derramando hasta la última gota de su Sangre Preciosa para redención de nuestros pecados. Por esa liberación de la esclavitud del demonio, carne y mundo, se reconcilia el Cielo y la Tierra, se reconcilian los hijos con el Padre por medio del Hijo Jesucristo, por el somos de nuevo hijos de Dios por el bautismo, somos nacidos de nuevo por el Espíritu Santo, nuestra vida encuentra así en Cristo su verdadero sentido, volvemos a la Casa del Padre, gozamos ya aquí en la tierra las primicias del cielo, llevando con paciencia y amor la Cruz diaria que nos salva, somos llamados a anunciar la salvación en Cristo y somos herederos del Cielo, donde nuestro Padre nos espera y tiene preparado un lugar de eterno y verdadero gozo.

“Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: “Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus servidores: “Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies.
Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado“. Lucas 15, 20-24
2. El sacrificio de Cristo en la Cruz y el sacrificio de la Misa son, pues, un único sacrificio: “La víctima es una y la misma”.
El mismo que se ofrece ahora por el ministerio de los sacerdotes, es el que se ofreció a sí mismo en la cruz, y solo es diferente el modo de ofrecer» (Concilio de Trento: DS 1743).
En la Misa se “inmola incruentamente el mismo Cristo que en el altar de la cruz «se ofreció a sí mismo una vez de modo cruento» CIC 1367
Todos los beneficios de la cristiandad y de la salvación de nuestras almas vienen de la Cruz de Jesucristo y de Jesús crucificado. Nuestro Señor es quien organizó todas las cosas alrededor de esta fuente de vida que es su sacrificio del Calvario, perpetuado en la Santa Misa. Por ello, es considerada desde siempre el centro de la vida de la Iglesia.
La Misa, tiene un sentido sacrificial al ser la renovación diaria, permanente, incruenta, real, y verdadera del Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.
“Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada. Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. El fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados.Todos andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, y el Señor hizo recaer sobre él las iniquidades de todos nosotros. Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos”. Isaias 53,3-8.11
“Pero me compadecí de ti con amor eterno, dice tu redentor, el Señor”. Isaías 54,8
Medio maravilloso elegido por la Sabiduría Divina para devolvernos la vida espiritual y sobrenatural. Dos puntos merecen atención:
a. Presencia Real y Verdadera de Jesucristo en la Misa. Nuestro Señor afirmó en repetidas veces que nos dejaba su propio cuerpo (San Mateo 16,26; San Marcos 14,22; San Lucas 22,19; I Corintios 11,24).
b. Transubstanciación. La Santa Iglesia Católica mantuvo siempre, con la mayor firmeza, que por la consagración del pan y del vino toda la substancia de pan se convierte en la substancia del Cuerpo de Cristo, y toda la substancia del vino en la substancia de su Sangre.
La Misa, tiene un sentido sacrificial al ser la renovación diaria, permanente, incruenta, real, y verdadera del Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.
3. ¿Para que fines se ofrece la Misa a Dios?
Latréutico: Es el principal, adorar a Dios y darle el culto debido como Señor y Creador nuestro.
Eucarístico: Agradecer a Dios todos sus inmensos beneficios.
Propiciatorio y expiatorio: Satisfacer a Dios por todos los pecados y por las penas merecidas por éstos, así propios como ajenos, de los vivos y de los difuntos.
Impetratorio: Pedir a Dios todos los bienes espirituales y temporales.
4. DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA (Cann. 897 – 958)
897 el sacramento más augusto, en el que se contiene, se ofrece y se recibe al mismo Cristo Nuestro Señor, es la santísima Eucaristía, por la que la Iglesia vive y crece continuamente. El Sacrificio eucarístico, memorial de la muerte y resurrección del Señor, en el cual se perpetúa a lo largo de los siglos el Sacrificio de la cruz, es el culmen y la fuente de todo el culto y de toda la vida cristiana, por el que se significa y realiza la unidad del pueblo de Dios y se lleva a término la edificación del cuerpo de Cristo. Así pues los demás sacramentos y todas las obras eclesiásticas de apostolado se unen estrechamente a la santísima Eucaristía y a ella se ordenan.
898 Tributen los fieles la máxima veneración a la santísima Eucaristía, tomando parte activa en la celebración del Sacrificio augustísimo, recibiendo este sacramento frecuentemente y con mucha devoción, y dándole culto con suma adoración; los pastores de almas, al exponer la doctrina sobre este sacramento, inculquen diligentemente a los fieles esta obligación.
Precisamente es ahora cuando más debemos estar en Adoración a Jesús Sacramentado, amándole, reparando, suplicando.
La misa sigue siendo válida, mas allá de que el sacerdote esté en falsa obediencia a Bergoglio. Vayan a misa que Jesús está presente realmente en la Eucaristía, ustedes necesitan a Jesús y Jesús necesita que las almas le visiten, le adoren y ofrezcan oraciones de expiación y reparación por los pecados de la humanidad. No esperen más para confesarse, no importa lo que piense el sacerdote de Bergoglio, en el momento del sacramento de la Confesión es Jesús mismo quien les perdona y absuelve de sus pecados. El sacerdote confiesa y consagra en la persona de Jesucristo “in persona Cristi”
EL AMOR NO ES AMADO.
San Francisco de Asís
«Cuando pienso en la humildad de mi Señor Redentor, que cuando era calumniado, callaba; cuando era golpeado, no amenazaba; cuando era insultado, no protestaba… Cuando pienso en la paciencia infinita de mi Señor Jesucristo, siento ganas de llorar, y unas ganas locas de que me echen encima barro, polvo, piedras, perros y blasfemias. Sería el hombre más feliz del mundo. Y cuando pienso que todo eso lo hizo por nuestro amor, ¡oh!, siento volverme loco y me nacen alas para volar sobre el mundo gritando:
“El Amor no es amado, el Amor no es amado”»
«Frecuentemente el Hermano (Francisco) pasaba noches enteras en oración.
El recuerdo del Crucificado le quemaba como fuego produciéndole una extraña mezcla de gozo y dolor, de pena y de alegría (…). Un día viernes (…) acurrucado en el suelo bajo un inmenso abeto, pasó toda la mañana pensando y sintiendo la Pasión del Señor. Y a eso de las tres de la tarde, no pudo contenerse y rompió a llorar. Lloraba a lágrima viva, con sollozos y gemidos desconsolados. Se levantó y se fue por el bosque gimiendo y llorando. De pronto se topó con un campesino y, en lugar de callar, siguió llorando igual. No sentía ninguna vergüenza.
El campesino le preguntó: “¿Qué te pasa, hermano, por qué lloras?”.
El Hermano le respondió: “Hermano mío, mi Señor está en la Cruz, ¿y tú me preguntas por qué lloro? Quisiera ser en este momento el océano más dilatado de la tierra, para tener tantas lágrimas como gotas. Quisiera que se abrieran en este mismo instante las compuertas del mundo, y se desataran las cataratas y los diluvios para que me prestaran lágrimas. Pero aunque juntemos todos los ríos y mares, no habrá lágrimas suficientes para llorar el dolor y el amor de mi Señor crucificado. Quisiera tener las alas invencibles de un águila para cruzar las cordilleras y gritar sobre las ciudades:
¡El Amor no es amado!, ¡el Amor no es amado!
¿Cómo se van a amar los hombres, si no aman al Amor?”
¿Dónde están los amigos de Dios?
Dios está presente aun en la Misa y en los Tabernáculos como Santísimo Sacramento Puro, Santo e Inmaculado.
“Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo». Mateo 28,20
Mientras aún esté Jesucristo en la Santa Misa y en los Tabernáculos allí deberíamos estar con él, abrazados al crucificado, como Iglesia esposa fiel y crucificada con él, su Divino Esposo.
¿Dónde estamos nosotros?
¿Dónde están los amigos de Dios?
🛡️Ejército Remanente
Mi Sagrada Eucaristía todavía debe ser recibida por vosotros…

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
27 de febrero 2013
Las Misas diarias continuarán por algún tiempo, e insto a todos Mis seguidores a continuar asistiendo a ellas, como antes.
Mi Sagrada Eucaristía todavía debe ser recibida por vosotros. No debéis de dejar vuestro Sacrificio diario, ya que no seréis vosotros los que seréis obligados a tomar esta decisión. Será declarada una diferente forma de sacrifico para Dios y sabréis, inmediatamente, cuando esto ocurra, porque la práctica de la Santa Misa será detenida por el falso profeta. En el lugar de la Santa Misa habrá un ritual mundial pagano, y vosotros, Mis amados seguidores, bendecidos con el Don del Espíritu Santo lo reconoceréis, por lo que será.
No debéis abandonar nunca la Iglesia que le di al mundo, la cual está basada en Mis Enseñanzas, y en el Sacrificio de Mi muerte en la Cruz, entregada a vosotros con los Dones más Sagrados.
Vosotros, Mis amados seguidores, soís mi Iglesia. Mis amados sacerdotes y clérigos, bendecidos con el Don del Espíritu Santo, nunca Me abandonarán. Ni tampoco a vosotros. Y así, Mi Iglesia vivirá, ya que nunca puede morir. La Iglesia es Mi Cuerpo en la tierra, y por lo tanto, nunca puede ser destruida. Sin embargo, será aplastada, atormentada y descartada y luego será dejada en el desierto para que muera. Aunque cada intento por destruir cada último bocado de vida será realizado por Mis enemigos, Mi Iglesia se levantará de nuevo. Sólo recordad, ella nunca morirá, aunque pueda parecer así.
Mi Iglesia en la tierra será reducida en tamaño y se convertirá, sin culpa propia, en el ejército remanente.
Mi Verdadero Vicario, descartado, luchará para guiar a los hijos de Dios con lo mejor de su capacidad. Seré Yo, Jesucristo, quien os guiará, levantará y librará del mal, el cual será obligado a vosotros, un mal, que llegará a un final abrupto y terrible, para todos los que se pongan del lado del anticristo y sus esclavos.
Vuestro Jesús