En la viña del Señor hay lugar y trabajo para todos

“Id también vosotros a mi viña”. ¿Podremos permanecer indiferentes ante tantos que no conocen a Cristo?

Entre los males que aquejan a la humanidad, hay uno que sobresale por encima de todos: son pocas las personas que de verdad, con intimidad y trato personal, conocen a Cristo; muchos quizá mueran sin saber apenas que Cristo vive y que trae la salvación a todos. En buena parte dependerá de nuestro empeño el que muchos lo busquen y lo encuentren: «tanto es el trabajo que a todos espera en la viña del Señor. El “dueño de la casa” repite con más fuerza su invitación: Id vosotros también a mi viña». ¿Podremos permanecer indiferentes ante tantos que no conocen a Cristo? «Examine cada uno lo que hace –exhorta San Gregorio Magno–, y vea si trabaja ya en la viña del sembrador. Porque el que en esta vida procura el propio interés no ha entrado todavía en la viña del Señor. Pues para Él trabajan los que se desvelan por ganar almas y se dan prisa por llevar a otros a la viña».

En el campo del Señor hay lugar y trabajo para todos: jóvenes y viejos, ricos y pobres, para hombres y mujeres que se encuentran en la plenitud de la vida y para quienes ya ven acercarse su atardecer, para los que parecen disponer de mucho tiempo libre y para los que han de hacer grandes esfuerzos y sacrificios por estar cada día con la familia… Incluso los niños, «tienen su propia capacidad apostólica», y ¡qué fecundidad la de su apostolado en tantas ocasiones! Y los enfermos, ¡cuánto bien pueden hacer! «Por consiguiente, se impone a todos los cristianos la dulcísima obligación de trabajar para que el mensaje divino de la salvación sea conocido y aceptado por todos los hombres de cualquier lugar de la tierra».

Nadie que pase junto a nosotros en la vida deberá decir que no se sintió alentado por nuestro ejemplo y por nuestra palabra a amar más a Cristo. Ninguno de nuestros amigos, ninguno de nuestros familiares debería decir al final de sus vidas que nadie se ocupó de ellos.

https://www.hablarcondios.org/meditaciondiaria.aspx

Vayan y conquisten almas

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

7 de agosto de 2012

Mi muy querida bienamada hija, Mi Amor por ti es tan fuerte, así como es tan íntimo, aunque no te parezca así en este momento.

Necesitas dedicar más tiempo en Mi Compañía, ya que solo haciendo esto encontrarás paz en esta Misión.

Mis Gracias llenan tu alma ahora, para que puedas comunicar al mundo Mis Mensajes en el tiempo más rápido posible.

Cuán cansado y solo estoy en este preciso momento en Mi corazón, hija Mía.

Me preocupo por aquellas almas inocentes que no saben de Mi Existencia. Buenos de corazón y Cristianos en la manera en que tratan a otros, sin embargo, no creen en Mi Existencia. 

Observo cada día la manera en que viven sus vidas diarias, sin fe en la Existencia de Dios o en su vida futura en el Nuevo Paraíso. 

Por favor, ayúdame a decirles que los amo. 

Difunde Mi Palabra y encenderé un sentido de reconocimiento en sus almas.

No importa si te rechazan, hija Mía, o a Mis amados seguidores, todos lo que se necesita es dejarlos leer Mis Mensajes.

Yo enviaré al Espíritu Santo para que una chispa, aunque sea una pequeña, encienda una llama de Mi Amor en sus almas.

Esta es Mi última Misión sobre la Tierra, en donde los Santos Mensajes de la Santísima Trinidad están siendo dados al mundo. 

El Espíritu Santo está presente en estas Palabras de origen Divino. Ellas son el alimento de ustedes para nutrir sus almas con el fin de ayudarlos a prepararse para la batalla. 

Escuchen la Santa Palabra de Dios. Tómenla, compártanla y unan a todos los hijos de Dios, que ya están preparados para la batalla.

Traigan a todos sus hermanos y hermanas, especialmente a aquellos que se esfuerzan por creer en Dios, hacia Mi Gran Misericordia.

Mi Corazón suspira de amor por ellos. Ellos, cada uno de ellos, son hijos de Dios.

Necesito las almas de ellos para que pueda cuidar de su futuro, y así ellos tengan Vida Eterna y felicidad.

No puedo soportar pensar de lo qué les sucederá si Yo no puedo salvarlos. 

Hija Mía, mientras Mi Divina Misericordia salvará gran parte de la humanidad, necesito que tú y Mis seguidores, Mis siervos consagrados y gente sencilla difundan la red y encuentren a todas aquellas pobres, infelices y confundidas personas necesitadas del Amor de Dios.

Difundan la red de Mi Amor, como el pescador, a lo ancho y a lo largo y en lugares donde Dios es completamente rechazado, despreciado y particularmente odiado.

Luego vayan y encuentren a los preciosos jóvenes hijos de Dios, quienes no saben nada acerca del Cristianismo, sin embargo viven en los así llamados países Cristianos. 

Vayan tan lejos como Rusia, China y los países en donde Dios no es reverenciado y vayan y conquisten almas.

Aliméntelas con Mis Mensajes. No importa la manera de cómo se comuniquen, pero háganlo de una manera  que no parezca como si estuvieran predicando.

Atráiganlos a través de lo que les pueda interesar. Usen toda clase de comunicaciones modernas para hacer esto. Los necesito a ellos rápido. Estoy confiando con la difusión de Mi Santa Palabra por todos Mis seguidores. 

Yo os guiaré.

Vosotros sabréis en vuestros corazones qué hacer. Pedidme que os ayude con esta Cruzada de Oración especial, para que os haga fuertes. 

Cruzada de Oración (72): Oración del Discípulo

“Querido Jesús, estoy dispuesto a propagar Tu Santa Palabra. Dame el valor, la fuerza y el conocimiento para transmitir la Verdad, para que tantas almas como sea posible puedan ser llevadas a Ti.

Acógeme en Tu Sagrado Corazón y cúbreme con Tu Preciosa Sangre para que sea llenado con las Gracias para propagar la conversión para la Salvación de todos los hijos de Dios en todas partes del mundo, no importando cuál sea su credo. Confío siempre en Ti. Tu amado discípulo. Amén.”

Vuestro Jesús

Leer más: https://www.elgranaviso-mensajes.com/news/a07-ago-2012-esta-es-mi-ultima-mision-sobre-la-tierra-en-donde-los-santos-mensajes-de-la-santisima-trinidad-estan-siendo-dados-al-mundo/

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