Policía: «Te matan civilmente»

«Te matan civilmente»
Este policía español narra como se impone la censura desde la presión institucional, mediática y social para todo el que disienta de la narrativa oficial.

Pasará a los anales de la historia como descripción de esta maléfica etapa que nos ha tocado vivir.

Se define a la muerte civil como una ficción jurídica, mediante la cual se ataca al enemigo donde más le duele: en la eliminación de todo o en parte de sus derechos como ser humano. Por eso es más fina, sutil, cínica y cruel que las formas físicas de tortura o muerte. Persigue la destrucción moral, política y social del condenado. Es un linchamiento que incapacita a la persona de tener vida jurídica.

Los griegos practicaron la muerte civil contra las mujeres, los esclavos y los extranjeros, o sea, no eran personas. Los romanos la consideraban una capitis diminutio, es decir, unos seres que no eran ciudadanos. El esclavo romano era considerado una cosa. La muerte civil era una pena infamante. En la Edad Media se consideraba al leproso como un muerto civil.

En el Siglo XX se continuó con la muerte civil en muchos casos (raza, género sexual, religión, discapacidad, etnia, nacionalidad o creencias políticas). Las mujeres no podían votar hasta mediados de siglo. Otro ejemplo fue la segregación de los negros en USA hasta hace pocas décadas. También el macartismo era eso. El régimen nazi declaró muertos civiles a los comunistas, socialdemócratas, discapacitados, polacos, soviéticos, gitanos, homosexuales y, especialmente, a los judíos, quienes no tenían derecho alguno.
China, Corea del Norte, Cuba y la Unión Soviética, entre otros, hicieron lo propio con los opositores al comunismo. En Sudáfrica se practicó el Apartheid. 

El derecho humano a la vida civil es universal, indivisible, inviolable, interdependiente, inderogable, indestructible, progresivo e igual a todos los demás derechos. Es el compañero inseparable del derecho a la vida física, el principal y la base de los demás derechos. De nada vale la vida física sin vida civil.

🛡️Ejército Remanente

No le doy a ningún hombre la autoridad para juzgar a otro, ni hablar mal del otro, ni poner en duda la espiritualidad de otra alma

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

3 de noviembre de 2013

La manera para identificar un ataque satánico es mirar la forma en que las almas, que están infestadas por el maligno, se comportan. Ellos nunca estarán en calma. En cambio, con una fuerte intranquilidad, gritarán obscenidades, mentira y rugirán con ira a sus objetivos. Satanás y sus demonios están en una terrible rabia en este momento y atacarán a todos y a cada uno en su camino, que proclame la Palabra de Dios, en estos tiempos.

Las almas que están llenas de los rasgos, asociados con el diablo, como el orgullo, la arrogancia y un exagerado respeto por su propia inteligencia humana imperfecta, serán los primeros en la línea para atacar a aquellos que guían a Mi Ejército Remanente. Cada táctica, cada acción y cada ataque verbal será atado con un odio profundo y permanente por las almas que van a atacar. Sus ataques siempre resultarán como si vosotros, las víctimas, hubiérais sido pateados en el estómago – un clásico ataque satánico.

Cuando seáis testigos de calumnias, acusaciones falsas y calumnias contra vosotros, Mis amados seguidores, sabréis entonces que esto nunca podría venir de Mí, vuestro Jesús. No le doy a ningún hombre la autoridad para juzgar a otro, ni hablar mal del otro, ni poner en duda la espiritualidad de otra alma, a los Ojos de Dios. Sólo Yo, Jesucristo, puedo juzgar al hombre por sus pecados. A nadie más le ha sido dado este derecho, porque esto pertenece sólo a Mí.

Cuando juzgáis a otros en Mi Santo Nombre, con odio en vuestro corazón, vosotros también seréis juzgados por Mí de acuerdo a vuestras obras. Cuando hacéis daño a otro hijo de Dios y los declaran ser malos, entonces también seréis juzgados como malo ante Mis Ojos. Ojo por ojo – este será vuestro castigo. Vosotros podéis pensar que estáis justificados, cuando difamáis a otra alma en Mi Nombre, pero en lugar de eso sois un enemigo a Mis Ojos. Aquellos que a sí mismos se exaltan delante de Mí, al afirmar que su conocimiento humano de los asuntos espirituales los hace superiores, entonces ellos deben saber que se convertirán en nada. Cuando me negáis y declaráis que Mi Santa Palabra sale de la boca del maligno, entonces habéis firmado vuestro destino y nunca veréis Mi Rostro. Ninguna Misericordia puede ser vuestra, porque habéis blasfemado contra Mí.

Mi advertencia, a aquellos que me traicionan, es esta. Combatidme y nunca ganaréis. Mi poder es Todopoderoso/. Ningún hombre jamás me derrotará. Sin embargo, muchos romperán Mi corazón en su intento de competir Conmigo, ellos mismos declaran ser superiores a Mí y dicen que su conocimiento es superior al Mío. Alejaos de Mí, vosotros hombres y mujeres ingratos – vuestros pecados de blasfemia nunca serán olvidados.

Jesucristo

Salvador de la Humanidad

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