Bergoglio: ¿El Aborto no es la Pena de muerte prenatal que habría que abolir?

¿Qué ha hecho respecto a la abolición de la pena de muerte prenatal? Nada. Habla del cambio climático y escribe Exhortaciones Apostólicas sobre el tema, pero en mas de 10 años de ‘pontificado’ no hay ningún documento pontificio sobre este genocidio.

Don Jorge Mario Bergoglio condena de palabra (“de boquilla”) el aborto como crimen, pero en sus mas de diez años de pontificado ha mirado para otro lado en la práctica, eliminando de su agenda publica oficial la pena de muerte prenatal: ninguna Jornada a favor de la vida humana naciente, ningún Sinodo para abordar eclesialmente el problema, ninguna exhortación apostolica ni ninguna enciclica exigiendo su erradicacion de las leyes, como si lo hace efectivamente con la pena de muerte legalizada.

En el colmo de los colmos, nombra funcionarios abortistas en organismos oficiales del Vaticano. Hipocresia jesuítica, no jesuita, en su máximo esplendor.

El 10 de octubre, don Jorge Mario Bergoglio publicó en su cuenta oficial de X (ex Twitter, @Pontifex_es), una declaración condenando la vigencia de la aplicación de la pena de muerte en el mundo como amenaza a la vida y es inútil como aplicación de justicia, además de alimentar la sed de venganza:

“El derecho a la vida está amenazado allí donde se sigue practicando la pena de muerte; ésta no puede ser utilizada para una presunta justicia de estado, puesto que no constituye un disuasivo, no ofrece justicia a las víctimas y alimenta la sed de venganza”[1].

No es la primera vez que el obispo de Roma condena la aplicación de la pena de muerte en forma pública y oficial.

Lo hizo el 1 de agosto de 2018, modificando incluso la redacción del canon 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica, llamativamente auto percibiéndose como la Iglesia misma: “la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que «la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona»[1], y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo”[2]. Pero en realidad, esta enseñanza de la Iglesia es la opinión y la palabra de Bergoglio, como lo prueba la referencia citada[3].

El 27 de febrero de 2019 don Jorge Mario Bergoglio reiteró oficialmente el pedido de abolición de la pena de muerte a nivel mundial, en un video mensaje dirigido a los participantes del VII Congreso Mundial contra la Pena de muerte, celebrado en Bruselas (Bélgica).

Lo hizo pensando no solo en la posibilidad que tiene todo condenado de arrepentirse por su crimen y cambiar interiormente de vida, sino también afirmando que “la vida humana es un don recibido, el más importante y primario,fuente de todos los demás dones y de todos los demás derechos”, razón por la cual “debe ser protegido”, sin excepción alguna. En esta línea argumentativa, señaló que “la pena capital supone entonces unagrave vulneración del derecho a la vida que tiene toda persona”[4].

El 10 de octubre de 2020 volvió a reiterar su reclamo abolicionista contra la pena capital, nuevamente en su cuenta oficial de X: “Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad están llamados a luchar no sólo por la abolición de la pena de muerte en todas sus formas, sino también con el fin de mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad”[5].

Lo hizo también el 31 de agosto de 2022, como intención de oración en la Red Mundial de Oración del Papa, pidiendo que “la pena de muerte, que atenta contra la inviolabilidad y dignidad de la persona, sea abolida en las leyes de todos los países del mundo”, porque el mandamiento no matarás “se refiere tanto al inocente como al culpable”[6].

Y por último volvió a hacerlo hoy, el 10 de octubre de 2023, nuevamente en forma pública y oficial, a través de su cuenta citada de X, pidiendo que todas las personas de buena voluntad “se movilicen para obtener la abolición de la pena de muerte en todo el mundo”[7].

En síntesis: 5 intervenciones oficiales fuertes del pontífice Bergoglio contra la pena de muerte a nivel mundial, fundamentado en el principio que toda vida humana tiene una dignidad suprema que no puede ignorarse ni vulnerarse, incluso la del criminal. 5 intervenciones oficiales fuertes que piden directamente la abolición de la pena capital.

Pero en el caso del aborto la cuestión cambia: no ha habido en todos estos años ninguna condena oficial del papa Bergoglio respecto al aborto, más allá de sus comentarios personales circunstanciales en entrevistas, en conferencias de prensa en el avión papal, y más allá de sus dos famosas preguntas retoricas sobre el aborto: “¿es correcto eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿es correcto contratar un sicario para eliminar una vida humana?

El aborto es, como el mismo Bergoglio dice, un asesinato prenatal, que ya constituye el mayor de todos los genocidios en el planeta: 72 millones de niños asesinados anualmente antes de nacer. Lo que significa que, en promedio, en el mundo son asesinados-abortados por mes 6.004.800 de niños, lo que equivale a 200.160 niños por día y 8.300 por hora, es decir, anualmente en el mundo son asesinados en el vientre materno 139 niños por minuto.

¿Qué ha dicho y que ha hecho el (¿ex?) Vicario de Cristo respecto a la abolición de la pena de muerte prenatalNada. Habla del cambio climático y escribe Exhortaciones Apostólicas sobre el tema, pero en mas de 10 años de pontificado no hay ningún documento pontificio sobre este genocidio, muchísimo peor que el problema ambiental, el drama de los migrantes, el desequilibrio psicológico de los LGBT que no se sienten “acogidos” en la Iglesia, el empoderamiento del feminismo en la Iglesia, etc. etc.

Todos los argumentos que ha esgrimido a favor de la vida humana valen también, y muchos más, para el caso del aborto, que en esencia es la aplicación de la pena de muerte aplicada a inocentes (no han cometido ningún delito) e indefensos totales (no pueden escapar del vientre materno). Pero en la agenda política pública del papa Bergoglio el aborto no existe, ni tampoco en el circo sinodal armado y dirigido con clérigos mediocres, obsecuentes y serviles, que en sus “conversaciones con el Espíritu” (vaya a saber cuál es, el Santo seguro que no) han descubierto en menos de una semana que la “homosexualidad forma parte de la naturaleza divina”, según un baboso cardenal-papagayo luxemburgués.

Pero no solo don Francisco-Bergoglio ha eliminado de la agenda publica oficial de la Santa Sede el tema de la pena de muerte prenatal. En los hechos la ha favorecido y tolerado, por un lado, recibiendo y promoviendo a los abortistas más siniestros y bestiales -los Bill Clinton, los Bill Gates, los George y Alexander Soros, los Joseph Biden, las Nancy Pelosi, los Evo Morales, los Lula, los Macron, los Pedro Sánchez, etc.-, y por otro lado, neutralizando y descalificando a los obispos que han aplicado las penas canónicas previstas para los que se dicen católicos a favor del aborto.

Pero peor aún, el pontífice otrora jesuita ya ha institucionalizado de hecho el aborto como doctrina de su “Iglesia sinodal”, promoviendo como funcionarios vaticanos a reconocidos partidarios y promotores del genocidio prenatal, entre otros a la economista estadounidense Maria Mazzucato (en la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales), al jurista argentino Eugenio Raúl Zaffaroni (en el Instituto para la investigación y promoción de los Derechos Sociales “Fray Bartolomé de las Casas”, con finalidades académicas, docentes y de formación sobre la temática de Derechos Sociales, migración y colonialismo) y al Dr. Hugo Juri, médico argentino, ex rector de la Universidad Nacional de Córdoba y activo promotor de la legalización del aborto en el país, como rector de otro invento bergogliano, la “Universidad del Sentido”, gestionada por otro engendro del obispo de Roma antes de ser Papa, Scholas Ocurrentes, que en los últimos tres años se dedicó a darle micrófono y cátedras a todo aventurero abortista argentino y latinoamericano que se ha cruzado por el camino: el filósofo Darío Sztajnszrajber, la escritora Luisa Valenzuela, el psicoanalista Massimo Recalcati, el educador Carlos Skliar, el filósofo Roberto Esposito y el sacerdote Hugo Mujica. Todos ellos sin ningún vinculo real y concreto con la Fe y la Doctrina cristianas, al punto tal que el primero de los citados ha afirmado en una entrevista periodística que “le gustaría hacer el amor con Dios” [8].

Este es el nivel de los docentes y funcionarios de la “Iglesia sinodal” de Francisco: agnósticos, ateos, anticatólicos, abortistas, pro ideología de género, blasfemos, pro homosexualistas, etc.

Es difícil, o casi imposible, encontrar en la historia de la Iglesia Católica tal nivel de hipocresía jesuítica y de traición a Nuestro Señor Jesucristo como la del obispo de Roma, promotor y protector de toda la basura ideológica que ha sabido producir la plutocracia financiera globalista, depredadora y genocida, que ha encontrado en don Jorge Mario el capellán y bufón que le ha sabido poner “poesía” a la prosa del Imperialismo Internacional del Dinero (baronesa Lynn Forester de Rothschild dixit).

Evidentemente, el obispo de Roma ha dejado de seguir las enseñanzas de san Ignacio de Loyola, para acompañar tolerante el genocidio prenatal mundial promovido por la plutocracia financiera globalista. Bergoglio cumple, los Soros y sus agentes abortan tranquilos: oficialmente, la “Iglesia sinodal” no dice nada.

José Arturo Quarracino
10 de octubre de 2023

[1] En twitter.com/Pontifex_es/status/1711705637325885583.
[2] En Nueva redacción del n. 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la pena de muerte – Rescriptum “ex Audentia SS.mi”.
[3] Francisco, “Discurso del Santo Padre Francisco con motivo del XXV Aniversario del Catecismo de la Iglesia Católica, 11 de octubre de 2017, en L’Osservatore Romano, 13 de octubre de 2017, p. 5.
[4] En Video mensaje del Papa Francisco sobre la pena de muerte
[5] En twitter.com/Pontifex_es/status/1314883373383528449
[6] En El Papa Francisco: “La pena de muerte es inadmisible”
[7] En twitter.com/Pontifex_es/status/1579418969038942209.
[8] Detalles de estos personajes y sus posturas abortistas se pueden encontrar en Scholas Occurrentes organiza clases con referentes de aborto, ideología de género.

El asesinato, incluyendo el aborto, es uno de los mayores pecados contra Dios

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

25 de diciembre de 2014

No os preocupéis por el espíritu del mal, que corrompe el mundo. Dejádmelo todo a Mí. Porque mientras vosotros me améis, me reverenciéis y améis a otros, de acuerdo a Mi Santa Voluntad, Yo os protegeré del dolor de todas las cosas que están en contra Mía.

El peor dolor que tendréis que soportar será el de ser testigos de los llamados actos de caridad y las preocupaciones humanitarias a escala mundial, las cuales enmascararán las verdaderas intenciones de Mis enemigos. Sabréis, dentro de vuestros corazones, que el engañador está trabajando. Cuando el mundo secular y los que dicen representarme hablan de política, actos humanitarios, pero fallan en proclamar la importancia de preservar la vida humana a toda costa, entonces sabed que esto no es lo que Yo deseo. Si aquellos que dicen representarme no hablan con la misma pasión sobre la perversidad del aborto, como lo hacen sobre otros actos contra la humanidad, entonces, estad conscientes de que algo anda mal.

Mi Padre castigará a todos aquellos que asesinan a Sus hijos, incluyendo a los niños que todavía están siendo alimentados en el vientre esperando nacer. Los autores de semejantes crímenes van a sufrir un castigo terrible si no se arrepienten de sus pecados contra Él. Los que son Míos y que representan a Mi Iglesia en la Tierra han fallado en proclamar la Verdad. El asesinato, incluyendo el aborto, es uno de los mayores pecados contra Dios. Se necesita un acto de contrición extraordinario para que puedan ser absueltos de tal pecado. ¿Por qué entonces Mi Iglesia no lucha con vigor contra este pecado – uno de los actos más abominables de resistencia contra Mi Padre? ¿Por qué os distraen de reconocer el más grave de los pecados, pero predican acerca de la importancia de los actos humanitarios?

El humanismo es una afrenta a Dios porque se centra en las necesidades del hombre y no en la necesidad de arrepentirse del pecado ante el Creador de todo lo que es. Si vosotros ignoráis los pecados mortales, claramente definidos en las Leyes establecidas por Dios, que conducen a la condenación eterna, entonces ninguna cantidad de compasión por los derechos civiles de la raza humana expiará esos pecados.

Si vosotros creéis en Mí, y si me servís, entonces debéis hablar solo acerca de la Verdad. La Verdad es que el pecado es vuestro mayor enemigo – no aquellos que os persiguen. El pecado mortal, si no estáis arrepentidos, os llevará al Infierno. Si vosotros estáis en pecado mortal y dedicáis el tiempo apoyando grandes actos de caridad y hechos humanitarios, y no os arrepentís, entonces vuestra alma se perderá.

Recordad la Verdad. No os dejéis engañar por conversaciones, actos u obras de caridad cuando la tarea más importante es luchar contra el pecado mortal. Mis siervos consagrados que se nieguen a recordaros las consecuencias del pecado mortal, no comprenden la misión que tienen en servirme. No podéis barrer el pecado bajo el suelo, fuera de la vista, como si no existiera. Ninguna cantidad de empatía con las personas que son perseguidas en Mi Nombre, compensará el hecho de que los pecadores no se reconcilien Conmigo, Jesucristo, para el perdón de los pecados.

Vuestro Jesús

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