Obispo niega la Divinidad de Jesucristo: Bendición sin el Hijo

En un encuentro interreligioso impulsado por Francisco, el obispo argentino Gabriel Barba dio  “bendición” final, en que lisa y llanamente ha omitido el nombre del Hijo, haciéndolo “en el nombre del Padre…y del Espíritu Santo”.

«Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a él darás culto» (Mt 4, 10)

***

«Yo, el Señor, soy tu Dios, que te ha sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí.» (Ex 20, 2-4).

***

Todo aquel que me confiese delante de los hombres, yo también lo confesaré ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos. No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. “(Mt.10, 32-34)

***

«Ante todo, guardadme este buen depósito, por el cual vivo y combato, con el cual quiero morir, que me hace soportar todos los males y despreciar todos los placeres: quiero decir la profesión de fe en el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo. Os la confío hoy. […]Os la doy como compañera y patrona de toda vuestra vida. […] Es la infinita connaturalidad de tres infinitos. Cada uno, considerado en sí mismo, es Dios todo entero[…]”(Orationes,  40,41: PG 36,417). (S. Gregorio Nacianceno, a sus catecúmenos de Constantinopla, en Catecismo n.256)

Por Mª Virginia

El día 31 de octubre, miles de inocentes y no tanto, participan de unas repugnantes “celebraciones” demoníacas que se disfrazan de juego y que no son tales, pero lo cierto es que los demonios campean ya a sus anchas en el mundo –cada vez más renegado de Dios- y también dentro de la Iglesia, gracias a miembros cada día más renegados de la doctrina de su Divino Fundador, cediendo a la idolatría del mundo y sus máximas.

Entre ellas, el amasijo de la tolerancia irrestricta de un malentendido diálogo interreligioso ha tomado templos, púlpitos y almas, desviándolas de la verdadera fe.

Por esa razón, no sorprende demasiado que hace un par de días, en la Catedral de San Luis el obispo Gabriel Barba haya organizado – no se sabe bien si para celebrar Halloween anticipadamente, o sólo por hacer gala de apostasía- en el marco de la Jornada Mundial por la Paz impulsada por el ‘Papa Francisco’, un encuentro interreligioso en que se convocó a  referentes de distintos “cultos y credos de la provincia” (*), entre los que destacamos a los umbandistaslos espiritistas de la Escuela Científica Basilio  (cuyo “culto” consiste en el trato con espíritus infernales, únicos que pueden responder a sus invocaciones) y un representante del bahaísmo (de adeptos mayoritariamente hindúes, fundado por un persa que se cree la “manifestación de dios” entre nosotros y que propugna la unidad de las religiones al mejor estilo masónico).

El diálogo interreligioso, es decir, con quienes NO reconocen a Cristo, podrá ser eficaz o no, pero no puede ser más que eso: un diálogo, que normalmente se da entre dos posiciones enfrentadas, en que la parte católica debería bregar por el acercamiento y conversión de la otra parte. No podemos, pues, hablar de una oración conjunta con los no cristianos, por la sencilla razón de que no reconocemos al mismo Dios verdadero. 

Un paso más: ¿qué entendemos por “oración”? Supuestamente, se trata de una elevación del creyente a Dios o a los santos y ángeles, ya sea de súplica, acción de gracias, o penitencial, pidiendo perdón.

Ahora bien: con los cultos enemigos de Dios, esto es, con quienes invocan a demonios y realizan culto y acciones que van directamente contra lo prescripto por Él, ¿qué tipo de “oración” conjunta podemos realizar?

La respuesta es ninguna, como no realizó  Elías ninguna “oración” junto a los profetas de Baal, sino contra ellos y sus falsos dioses. Cabe, en todo caso, el exorcismo, y por supuesto, la oración de súplica por su conversión a la fe verdadera, pero no “junto a”, porque se trataría, sin más, de una burla a Dios. Y si esto se realiza, además, en el presbiterio de una Catedral, y no sólo con religiones estamos ante un acto de escándalo y -por lo menos- desprecio de nuestra fe, ya que como señala el Catecismo de la Iglesia Católica,

“El primer mandamiento nos pide que alimentemos y guardemos con prudencia y vigilancia nuestra fe y que rechacemos todo lo que se opone a ella” (n.2088).

Ya sabemos que la Jerarquía nos tiene tristemente acostumbrados a este tipo de renuncias, antes y después del escandaloso espectáculo pachamámico de hace unos años, pero por repetido no debe dejar de ser repudiado, y mucho menos naturalizado entre los católicos.

Pero esta vez, además de ese acto babélico, el señor obispo ha obsequiado a los fieles del mundo una muestra más, para que se sigan cayendo las máscaras, de la deriva de indiferentismo religioso, adonde pretenden conducir a los fieles.

Se trata de la “bendición” (sic) final, en que lisa y llanamente ha omitido el nombre del Hijo, haciéndolo “en el nombre del Padre…y del Espíritu Santo”.

Aquí el video completo, y abreviado, el momento que nos ocupa:

¿Fue un olvido descuidado, Monseñor? ¿Cómo hace para olvidar la fórmula trinitaria con que hemos nacido a la gracia en el Bautismo, y con que ud. ha sido ungido como pastor para conducir a la grey al Buen Pastor? ¿Quiénes son sus asesores?…

Y si tanto molesta Cristo, ¿qué tipo de paz podemos pretender? Sólo recibiremos la del Anticristo. 

Ahora bien, teniendo en cuenta que si menciona al Padre,

Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,27) (Catecismo. N.240)

241 Por eso los Apóstoles confiesan a Jesús como “el Verbo que en el principio estaba junto a Dios y que era Dios” (Jn 1,1), como “la imagen del Dios invisible” (Col 1,15), como “el resplandor de su gloria y la impronta de su esencia” Hb 1,3).

Por esa razón, prosigue el Catecismo en el n. 242

“la Iglesia confesó en el año 325 en el primer Concilio Ecuménico de Nicea que el Hijo es “consubstancial” al Padre (Símbolo Niceno: DS 125), es decir, un solo Dios con él. El segundo Concilio Ecuménico, reunido en Constantinopla en el año 381, conservó esta expresión en su formulación del Credo de Nicea y confesó “al Hijo Único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, consubstancial al Padre” (Símbolo Niceno-Constantinopolitano: DS 150).

De este modo, pues, hemos de señalar que se trata del “misterio central de la fe y de la vida cristiana. Sólo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo.(Cat.n.261).

Consideramos que hay que insistir en la gravedad mayúscula de la omisión episcopal que bien podemos calificar de apóstata, pues no se trata de omitir un saludo, un color litúrgico o esconder la Cruz pectoral (lo que también es grave), sino de usar la bendición episcopal (que sigue siéndolo aunque el carácter episcopal le importe un rábano a los destinatarios) en nombre de un dios falsificado, ¿para quedar bien con Dios y con el diablo, creyendo que todos quedarán conformes?  Perdón, Mons. Barba, pero le aseguro que no se puede.

253 La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: “la Trinidad consubstancial” (Concilio de Constantinopla II, año 553: DS 421). Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios: “El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza” (Concilio de Toledo XI, año 675: DS 530). “Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina” (Concilio de Letrán IV, año 1215: DS 804).

TIempo atrás se realizaba el Encuentro Misionero Nacional realizado en San Luis, pretendidamente para “avivar” el celo por conquistar almas para Cristo. Y resulta que transcurridos pocos días, “barremos” al Hijo de la Santísima Trinidad, y simulamos tener un mismo referente al rezar con satanistas camuflados. ¿En qué quedamos, Monseñor?

En medio de este clima, nos disculparán, pero nos preocupa la esquizofrenia espiritual: los círculos cuadrados se multiplican por doquier, y en ninguna parte del Evangelio se nos pide que nos quitemos la cabeza (“sólo el sombrero”, diría Chesterton!). 

Por caridad, por pura caridad, el pueblo de Dios ruega coherencia, además de pan y flores.

¿Cuál será el próximo paso? Alquilar u ofrecer “fraternalmente” las instalaciones del Seminario diocesano (recientemente vaciado, enviando a sus miembros a un convento vacío en medio de la montaña) para armar un gallinero para proveer “víctimas” a los sacrificios umbandistas? Podría de paso cederse algún saloncito para las sesiones espiritistas, y ya que estamos, dejar otro para almacén de Cáritas, con coloridos vestuarios para la pastoral lgtbhjp… 

Lo que nos debe dejar “tranquilos”, es que todo esto se realiza “en el espíritu de apertura primaveral que caracteriza al Sínodo”. En efecto, hace ya tiempo se ha dado a conocer, sin que a nadie le tiemble el pulso, un documento  aprobado por la Comisión de Espiritualidad (James Hanvey SJ; Hna. María Kolbe Zamora OFM; Fra Giulio Cesareo OFM Conv; Rev. João Chagas Jr; y Maria Campatelli), en cuya página 29, se lee: 

El discernimiento como sintonía, una metáfora:

En muchos modos, podemos ver y apreciar el don del discernimiento en términos musicales.  (…) El discernimiento es, por lo tanto, una apertura del corazón al amor y a la misericordia hacia todas las cosas. Como lo expresa San Isaac de Nínive (San Isaac el Sirio):

¿En qué consiste un corazón misericordioso? Es un corazón ardiente por toda la creación, la humanidad, los pájaros, los animales, los demonios y todo lo que existe. Mediante el recuerdo de ellos, los ojos de una persona misericordiosa derraman abundantes lágrimas (…)”.

Esta cita corresponde a Isaac de Nínive, o Isaac el Sirio, asceta nestoriano del s. VII, y aunque se pretendan finas explicaciones pastorales y teológicas, hay que admitir que en el tiempo presente, completamente inficionado de sincretismo new age y de ensalada de frutas de estación, no resulta muy feliz la elección de semejante cita, preparando en cambio muy bien el clima para el advenimiento del Impostor, para quien la confusión, los disfraces y subterfugios, a despecho de toda definición clara, constituye su mejor “adviento”.

Infocatolica

A los sacerdotes: El día en que se os pedirá que neguéis Mi Divinidad no está lejos

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

15 de julio de 2013

Debo llegar a Mis sacerdotes, que ahora están empezando a darse cuenta de que Yo estoy hablando al mundo, a través de estos Mensajes, en este tiempo.

Debéis tener cuidado. Debéis adheriros a las reglas de Mi Iglesia en la Tierra, una vez que permanecen así como han sido y no sean cambiadas. No os sintáis desanimados, ya que habéis sido enriquecidos con el Don del Espíritu Santo. Cuando se os pida que me neguéis, será hecho de una sutil, pero mortal manera. Se os pedirá que acojáis la doctrina de todas las religiones fuera del cristianismo. Se os dirá que esto es por el bien de todos y que este enfoque nuevo, con todo incluido, es un medio para un fin – donde la humanidad pueda finalmente ser unida, a través de medios pacíficos.

Todas las otras religiones, credos, creencias y doctrinas, que honran a Mi Padre, pero que no me reconocen, a Mí Jesucristo, serán tomadas bajo el cuidado del antipapa. Vosotros, a través del poder de la bestia – como es su costumbre – seréis persuadidos para acoger a vuestro prójimo hermanos y hermanas. A todas las creencias, que honráis a Dios, se os dirá, estáis unidas como una a los Ojos de Dios. Cuando os opongáis, seréis regañados. Cuando expliquéis que el único camino a Dios, Mi amado Padre, es a través de Jesucristo, esto es lo que os será dicho:

“No entendéis que Dios ama a todos Sus hijos, por lo tanto, al no mostrar amor y compasión por Su Iglesia al acogerlos – incluyendo las creencias de ellos – vosotros sois unos hipócritas.”

Ahora, sabed esto. Cuando aceptéis que todas las religiones deben ser acogidas como una – que tenéis que haceros a un lado para mostrar respeto a aquellos credos, que no reconocen al Hijo del hombre – entonces seréis culpables de un pecado terrible. Estaréis entonces negándome.

A aquellos que puedan ser llevados dentro de este engaño, sabed que otras señales surgirán, las que apuntan a una cosa – Mi Divinidad ya no será más proclamada.

Vuestras iglesias verán surgir nuevas cruces donde la cabeza de la bestia será incrustada dentro de ellas; vuestros altares se cambiarán y de Mí se burlarán. Cada vez que veáis nuevos e inusuales símbolos en Mi Iglesia, mirad cuidadosamente porque la bestia es arrogante y hace alarde de su maldad, al mostrar signos, que a él lo honran.

Aquellos entre vosotros, que no estéis atentos a este engaño, os encontraréis a sí mismos succionados en prácticas, las que no me honran. Ellos disfrazarán la verdadera intención, que será rendir homenaje a Satanás y a sus espíritus malvados.

Las señales han comenzado. Las acciones de las que hablo están aún por venir, pero el día en que se os pedirá que neguéis mi Divinidad no está lejos. Debéis mantener vuestros ojos abiertos por aquellos que dicen que vienen en Mi Nombre, pero que en su lugar honran a la bestia, pues ya han extendido sus alas. Gobiernan en medio de vosotros, pero muchos de vosotros no pueden ver la abominación, todavía. Pero, si me amáis, os concederé las Gracias para ver la Verdad, ya que nunca os abandonaré. El tiempo está cerca y debéis prepararos a sí mismos, ya que la oscuridad descenderá pronto. Aquellos de vosotros que sois bendecidos con la Luz de Dios sufriréis a manos de Mis enemigos.

Recordad estas Palabras, recitadlas y os revelaré la Verdad, a través del Don del Espíritu Santo:

Cruzada de Oración (114) Para que los sacerdotes reciban el Don de la Verdad

“Señor Mío, abre mis ojos.

Permíteme ver al enemigo y cierra mi corazón al engaño.

Entrego todo a Ti, querido Jesús.

Confío en Tu Misericordia. Amén.”

Vuestro Jesús

Leer más: https://www.elgranaviso-mensajes.com/news/a15-jul-2013-a-los-sacerdotes-el-dia-en-que-se-os-pedira-que-negueis-mi-divinidad-no-esta-lejos/

%d