Arzobispo Viganò: La élite de Davos está motivada por el odio de Satanás, no sólo por la riqueza y el poder

Lo más grave es que este proyecto de exterminio masivo, al que se añade la voluntad de controlarnos a cada uno mediante nanoestructuras de óxido de grafeno, nos viene siendo anunciado desde hace tiempo por quienes, desde la OMS y el Foro Económico Mundial, lo han concebido y puesto en práctica.

Por arzobispo Carlo Maria Viganò

 – Querido Dr. Frost, queridos amigos,

Al comienzo de este nuevo año, permítanme dirigirles mis mejores deseos. Agradezco tener esta oportunidad de compartir con ustedes algunas reflexiones sobre la situación actual.

Durante los últimos cuatro años, hemos sido testigos de la aplicación de un plan criminal de despoblación mundial, logrado mediante la creación de una falsa pandemia y la imposición de una falsa vacuna, que ahora sabemos que es un arma biológica de destrucción masiva, diseñada con el objetivo de destruir el sistema inmunológico de toda la población, causando esterilidad y la aparición de enfermedades mortales. Muchos de nuestros amigos y conocidos han muerto o han resultado gravemente dañados por los efectos adversos de este suero genético experimental. Muchos han descubierto, demasiado tarde, que han sido víctimas de un plan global con un único guión bajo una única dirección.

Lo más grave es que este proyecto neomalthusiano de exterminio masivo, al que se añade la voluntad de controlarnos a cada uno de nosotros mediante nanoestructuras de óxido de grafeno, nos viene siendo anunciado desde hace tiempo por quienes, desde la Organización Mundial de la Salud y el Foro Económico Mundial, lo han concebido y puesto en práctica. Los gobernantes de todos los Estados occidentales, rehenes de Bill Gates y Klaus Schwab, se han convertido en cómplices de este crimen, demostrando su malicia y premeditación con su comportamiento: falsificando datos sobre supuestas infecciones, adulterando estadísticas que atribuyen muertes y efectos adversos al COVID-19 pero no al suero genético, prohibiendo tratamientos eficaces, imponiendo protocolos nocivos que carecen de base científica, prohibiendo autopsias e impidiendo o frustrando la presentación de informes precisos a las autoridades sanitarias.

En este ataque, sin precedentes en la historia de la raza humana, hemos sido testigos de la complicidad de todas las instituciones nacionales e internacionales, de toda la profesión médica y de los medios de comunicación. Se ha llevado a cabo una operación de ingeniería social para manipular el consenso mediante el terror, las amenazas, el chantaje y la violación de los derechos fundamentales más sacrosantos de los ciudadanos. El poder judicial ha guardado silencio, las fuerzas armadas han mirado hacia otro lado y los profesores y sacerdotes han colaborado celosamente.

Conocemos bien a los autores de este crimen contra Dios y la humanidad. Por supuesto, las corporaciones farmacéuticas multinacionales se han beneficiado desproporcionadamente de la vacunación masiva, y ahora se están preparando para acumular aún más miles de millones de dólares de la venta de tratamientos contra el turbocáncer que sus sueros han causado. Los que venden la vacuna se han beneficiado de la administración de estos venenos a mujeres embarazadas, niños y ancianos. Han financiado a los autodenominados expertos, pagándoles para que propagandicen su falsa eficacia y seguridad en los grandes medios de comunicación. Las multinacionales se han beneficiado y, debido a los cierres, han ocupado el lugar de pequeñas empresas, restaurantes y tiendas locales. Los proveedores de energía se han beneficiado y se siguen beneficiando y, gracias a la crisis creada por el sistema, han obtenido enormes beneficios, mientras que los costes de la electricidad y el gas están obligando a las empresas a subir los precios y cerrar. Los que se aprovecharon de las restricciones para trabajar desde casa, los que vendieron mascarillas que no sólo eran inútiles sino realmente perjudiciales, los que proporcionaron barreras de plexiglás y desinfectante para las manos, y los que gestionaron la medición de la fiebre en lugares públicos también se llevaron su tajada de beneficios. Muchos de ellos, que entendían perfectamente lo que estaba ocurriendo, prefirieron callar para no perder la oportunidad de lucrarse a costa de la vida y la salud de los demás.

Pero no es sólo el dinero el móvil de este crimen. Detrás del ansia de enriquecimiento que motiva a muchos se esconde la voluntad de poder de la élite subversiva de Davos, que pretende instaurar el Nuevo Orden Mundial. La psicopandemia ha sido un ensayo general del ataque que están llevando a cabo ahora contra la economía, el tejido social y, de hecho, contra la vida misma de la humanidad. Las ciudades de quince minutos, la identidad digital, el dinero electrónico y la destrucción de la agricultura y la ganadería sirven al mismo propósito, enunciado en la Agenda 2030 y en el proyecto «Great Reset» de la Fundación Rockefeller. Las guerras en Ucrania y Palestina también tienen el mismo propósito: desestabilizar el orden internacional, crear crisis permanentes y alimentar conflictos que empobrecerán a las naciones individuales y alimentarán al leviatán globalista. Los inmensos yacimientos petrolíferos de Gaza son objetivos tentadores para quienes quieren apropiárselos para mantener a Europa y Estados Unidos bajo chantaje, sobre todo cuando los mismos están imponiendo políticas energéticas demenciales en nombre de una falsa emergencia climática.

Hoy, los autores de estos crímenes tienen nombre y rostro. Sus cómplices en gobiernos e instituciones, culpables de alta traición y delitos muy graves, proceden todos del Foro Económico Mundial y fueron alumnos de su programa llamado «Jóvenes Líderes Mundiales para el Mañana». Otros, como George Soros, les apoyan mediante fundaciones filantrópicas que alimentan luchas sociales, guerras civiles y revoluciones de colores en todo el mundo.

Este golpe de Estado global debe ser denunciado, y los responsables deben ser juzgados por un tribunal internacional. Pero sobre todo, es necesario que todos comprendamos que esta guerra sin cuartel contra la humanidad no está motivada únicamente por el ansia de riqueza y poder, sino principalmente por un motivo religioso – una razón teológica. Esta razón es el odio de Satanás: odio a Dios, odio a la Creación de Dios y odio al hombre, que ha sido creado a Imagen y Semejanza de Dios. Bill Gates, Klaus Schwab, George Soros y los cientos de siervos a los que chantajean en los gobiernos odian a Dios. Odian la vida, que sólo Dios puede dar. Odian el amor, que sólo viene de Dios. Odian la paz, que sólo puede reinar donde reina Cristo. Como dijo Tucker Carlson hace unos días, nos enfrentamos a gente que sirve a Satanás y a los demonios del infierno, igual que la gente normal adora y sirve a Dios.

Se trata, pues, de una batalla en la que el cuerpo y el alma, la materia y el espíritu son objeto de un ataque mortal por parte de los hombres y de las potencias espirituales. Pero no olvidemos que, si nuestro enemigo se vale de la ayuda de los espíritus infernales, tenemos de nuestra parte al Señor Dios de los ejércitos dispuestos – Dominus Deus Sabaoth – y todas las huestes de Ángeles y Santos, infinitamente más poderosos. Dios es Todopoderoso: no lo olvidemos nunca. Y es Padre: No abandona a sus hijos en los momentos de prueba.

Por eso os exhorto, queridos amigos, a librar esta batalla con las armas espirituales que Dios pone a vuestra disposición: la oración, la confianza en el Señor y la conciencia de que a este enemigo no se le vencerá donde está más organizado y es más temible, sino golpeándolo donde es débil. Esta debilidad proviene de su corrupción, de su sumisión al mal, de los pecados execrables que ha cometido y sigue cometiendo contra los hijitos de Dios. Porque os digo que los hombres y mujeres que en estos cuatro años se han sometido y han soportado encierros, violaciones de sus derechos, privación de trabajo y segregación social no están dispuestos a tolerar los crímenes que esta red maldita de pervertidos y pederastas comete contra los niños. Por tanto, saquen a la luz y denuncien con valentía la red de complicidades y crímenes de políticos, banqueros, actores, periodistas, prelados y famosos unidos por su pacto de sangre, y todo el castillo de mentiras y engaños que han urdido se derrumbará, arrastrando consigo todo el plan globalista, la ideología woke, la teoría de género, la falsa emergencia climática, el fraude sanitario y la moneda digital. Simul stabunt, simul cadent dice la máxima latina: tal como se mantienen unidos, también se derrumbarán unidos.

Manteneos, pues, fuertes bajo el estandarte de Cristo y en el ejército de Dios, que es Todopoderoso, y que en la Cruz ha ganado ya la guerra que ahora entra en su fase final. Reuníos en torno al Señor, invocad Su Santo Nombre, y Él dará impulso a vuestra batalla. Recordad las palabras de San Pablo: «Todo lo puedo en Aquel que me fortalece» (Flp 4, 13).

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo

2 de enero de 2024
Santísimo Nombre de Jesús

Estoy dando a todos aquellos que me aman las Gracias para que derroten a este grupo siniestro y poderoso

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

5 de julio de 2013

Hay una religión, la cual me ocasiona el mayor sufrimiento y esa es la religión falsa, que idolatra a la bestia. El Orden Único Mundial es la mayor farsa contra el Verdadero Dios Trino y aquellos quienes pertenecen a la casa de Satanás necesitan mucha oración. Están engañados al creer que hay otro Dios, quien los ama. Se les dice que la Santísima Trinidad es una falsedad y que Mi amado Padre es malo. Ellos no aceptan que Él los creó y sus cabezas están llenas de tantas mentiras que nunca abrirán sus mentes a la Verdad. Debido a su devoción a lo oculto, están enredados en fuerzas satánicas, las que han devorado sus almas, que están llenas de odio, no solo por Dios, sino por todos los hijos de Dios.

Solo se aman a sí mismos y su apetito por placeres los llena de un anhelo insaciable por más. Ninguna cantidad de placeres mundanos los satisfará, lo cual es el por qué de que ellos entonces ansíen otras obscenidades. Encuentran placer en quitar la vida y no tienen ningún remordimiento en sus almas, por los brutales asesinatos de los que son culpables. Su influencia se extiende a lo largo de la Tierra en todas las naciones y los seguidores del diablo se mezclan entre los ricos, líderes de negocios, gobiernos, realeza, organizaciones, incluyendo los medios de comunicación y cuerpos policiales, el poder judicial y la Iglesia.

Por favor no subestimen los poderes de ellos. Aún cuando son pocos en número y no se infiltran en todas las secciones de sus comunidades, todavía harán un daño terrible. No solo han vendido sus almas al diablo, sino que arrastrarán a otras almas inocentes dentro del abismo con la bestia y sus demonios.

Estoy dando a todos aquellos que me aman las Gracias para que derroten a este grupo siniestro y poderoso, que me maldice cada segundo del día, cuando digan esta corta Cruzada de Oración.

Cruzada de Oración (112) Por la Gracia de la Salvación

Queridísimo Jesús, recurro a Ti para que cubras con Tu especial Gracia de Salvación, las almas de aquellos quienes han sido infestados por Satanás. Libera sus pobres almas del cautiverio malvado del cual ellos no pueden escapar. Amén.

Estas pobres almas serán las primeras en reclamar a la bestia como propia y caerán de bruces para adorar al anticristo. Deben rezar mucho, todos ustedes, para que el poder que Satanás tiene sobre ellos, pueda ser roto y que sus corazones estén abiertos a Mi Gran Misericordia.

Su Jesús

Leer más: https://www.elgranaviso-mensajes.com/news/a05-jul-2013-el-orden-unico-mundial-es-la-mayor-farsa-contra-el-verdadero-dios-trino/

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