Recuperemos nuestro derecho a la autodefensa

Nuestra sociedad del «malestar», nuestra civilización en decadencia, tiene una de sus pruebas principales en el exponencial aumento de la inseguridad, y no nos referimos sólo a la jurídica, que también, sino a la física.

La legítima defensa es un instituto jurídico de carácter universal, y que ha sido reconocido por todas las legislaciones del mundo, a tal punto que el Papa Juan Pablo II, en su encíclica Evangelium Vitae -El Evangelio de la Vida-, del 25 de marzo de 1995, la define claramente como El derecho a la vida y la obligación de preservarla.

Por Enrique de Aguilar

Nuestra sociedad del «malestar», nuestra civilización en decadencia, tiene una de sus pruebas principales en el exponencial aumento de la inseguridad, y no nos referimos sólo a la jurídica, que también, sino a la física; bien que buena parte de la culpa de ésta la tiene, sin duda, aquélla.


Hoy, y cada día más, en la calle o en casa estamos en riesgo cierto y peligro evidente de sufrir no sólo daños en nuestras propiedades, sino peor aún en nuestras personas. Casos hay a miles que todos conocemos.

La inseguridad es una de las mayores preocupaciones de nuestra sociedad, lo cual es normal. Acicate para ello, junto con la evidente inseguridad jurídica, es la más que también evidente ineficacia de las fuerzas policiales (que la empresa Desokupa vaya a formar a la Policía en «desokupaciones» es el colmo de los colmos de lo que decimos); no vamos a entretenernos en relacionar las causas que son, sin duda, muchas. Lo que sí está claro es que por unas cosas o por otras, por unos y otros, ni el sistema judicial, corrupto e inane, ni las fuerzas policiales, también corruptas e ineficaces, son ya para los ciudadanos honrados, decentes, trabajadores y cumplidores de las leyes y normas que quieren vivir en paz y seguridad, la solución. A este punto de deterioro hemos llegado; bien merecido, todo hay que decirlo, porque se viene votando contumazmente y sosteniendo estúpidamente a unos políticos y partidos y a un sistema para los que ya no hay descalificativos en el diccionario. No cabe duda de que si estamos como estamos, y peor que vamos a estar, es en buena medida por nuestra culpa.

Pero lo anterior no quita para que al menos los que no hemos sido partícipes del desastre, y los que se nos quieran unir, tomemos la única medida que nos puede salvar en caso de ver agredida nuestra seguridad que es recuperar nuestro derecho de autodefensa.

La civilización avanzó, entre otras muchas cosas, porque los individuos cedieron al Estado, a las estructuras estatales ad hoc, su defensa, considerando que lo haría mejor, más eficazmente, con mayor serenidad y ecuanimidad, y con mayores y mejores medios. Llegados a este punto siempre recordamos las películas del Oeste norteamericano donde la pistola al cinto y el rifle en bandolera fueron obligados ante la inseguridad en la expansión hacia el Pacífico debido a la ausencia de ley y orden, de policía y jueces, hasta que fueron llegando e imponiéndose, momento en que «hacer justicia» dejó de ser cosa de cada cual para serlo del Estados (o de los diversos Estados) y de sus estructuras judiciales y policiales.


Pues bien, aquí ha ocurrido al revés. Europa tuvo desde tiempos ancestrales sus estructuras estatales, sus ley y orden, mejor o peor, que en eso no vamos a entrar, de ahí que no exista la tradición de portar armas como aún persiste en los EEUU, por ejemplo. Pero con el tiempo, sobre todo durante las últimas décadas, Europa ha vuelto al «Oeste norteamericano», lo que nadie puede negar excepto si vive de la política, de los partidos o de la delincuencia, que para el caso son lo mismo, por lo que ante el fracaso, o mejor decir incumplimiento alevoso del Estado de su obligación de darnos seguridad, tanto jurídica como física, los ciudadanos tenemos el derecho, que debemos ejercer, a recuperar nuestro derecho, valga la redundancia, y capacidad de autodefensa, y ello en lo poco como en lo mucho, a tomarnos la justicia, sí, la justicia, no la venganza, por nuestra mano, haciéndolo, eso sí, en la forma y en la medida más ajustada posible.

No nos queda otra ya. Ejemplos hay para dar y tomar de lo que decimos, sólo falta que los empiece a ver de lo que proponemos que es recuperar nuestro derecho de autodefensa y además hacerlo sin titubeos. Eso sí, mientras sólo lo haga una minoría, mientras no cunda el ejemplo y se contagie y extienda, los que decidan recuperar tal derecho deberán tener mucho cuidado en hacerlo de forma que… el sistema judicial, corrupto e inane, y las fuerzas policiales, corruptas e ineficaces, no les pillen, porque si fuera así caería sobre ellos todo el peso de… la brutalidad corrupta e ineficaz de las fuerzas policiales, y del corrupto e inane sistema judicial, pero tal cosa no debe amilanarnos pues de lo contrario estamos… muertos; incluso en el peor de los casos, más vale ingresar en prisión por haber hecho justicia, que ver como tu propiedad o tus seres queridos han sucumbido a manos de indeseables ante la inhibición, o mejor decir complicidad, de jueces y fuerzas policiales.

Nota: Todos los gobiernos socialistas-comunistas lo primero que hacen cuando llegan al poder es desarmar a la población, Fidel Castro, Chavez, Maduro, Mao, Lenin, Stalin, etc. Esa es la razón última por la cual no cae la dictadura de Maduro, y la razón por la cual los ciudadanos de Estados Unidos no fueron completamente sometidos porque tienen la 2da enmienda en la Constitución.


El pueblo tiene derecho a la autodefensa

Hay Magisterio de la Iglesia al respecto que lo sostiene

Español Digital


Habrá dos campamentos. Aquellos quienes aman a Dios y aquellos que no lo hacen

Mensaje del Libro de la  Verdad 🏹

05 de septiembre de 2012

Nación tras nación está pasando por una transición en estos momentos.

Ninguna nación puede dejar de comprender que mucho cambio está en el aire.

No solo las leyes que gobiernan sus países, comienzan a cambiar, sino que la Fe que una vez tuvieron parece haberse evaporado.

Menos sacerdotes, menos funcionarios en Mi Iglesia Cristiana, han decidido  defender las Leyes de Dios.

Ni tampoco ellos claman su fidelidad hacia Mí. En su lugar, sus voces son como susurros en medio del ruido de voces, que despotrican y promueven el amor propio.

La Palabra de Dios está siendo devorada por las voces de los ateos que disfrazan sus voces bajo el manto de las leyes gubernamentales, las cuales están siendo modificadas en nombre de la llamada “Justicia”, tolerancia para el bien de todos.

Las mentiras están siendo presentadas antes de que vosotros seais diseñados para destruir no solo la Palabra de Mi Padre, sino al  Cristianismo en todo el mundo.

La apostasía se ha extendido como un reguero de pólvora y casi ha alcanzado el punto de ruptura.

Este es el momento para la intervención de Dios. Basta de mentiras.

El rey de las mentiras engaña a los hijos de Dios en todas partes. No sigáis a vuestros  gobiernos que proclamen que la Palabra de Dios es una mentira.

No aceptéis nuevas leyes, que toleren el pecado mortal. Luchad, todos vosotros en defensa de lo que es correcto.

No permitáis que las leyes, promovidas por el rey de las mentiras, atrape a vosotros y a vuestras familias en un pozo sin fondo.

Si vosotros permitierais leyes que prohíban la práctica de vuestra Fe, vosotros  sufriréis. Vuestras almas carecerían de alimento y os alejaríais de Mí.

Pero si vosotros llegáis a aceptar el asesinato y el aborto y no os levantáis contra tal mal, entonces vuestro país será castigado por la Mano de Dios.

Mientras que la apostasía continúa propagándose en todas partes, la conversión es por otra parte cada vez mayor y pronto los dos chocarán frontalmente.

Un gran choque se pondrá de manifiesto y el hombre se separará del hombre. Hermano contra hermano. Vecino contra vecino.

Habrá dos campamentos. Aquellos quienes aman a Dios y aquellos que no lo hacen.

Voy a dar a cada alma la oportunidad de decidir en cuál campo desean formar parte, con la esperanza de que ellos me elijan a Mí, su amado Salvador.

Vosotros Mis discípulos, a través de vuestras oraciones, especialmente con la recitación  de la Letanía de la Gracia de Inmunidad, podéis traer más almas hacia Mí.

Después de esto voy a arrebatar a los buenos dentro de Mi Pecho, así como fué predicho, y en un abrir y cerrar de ojos, ellos serán puestos en seguridad.

Mi promesa es salvar a la humanidad.

Pero la decisión final bajará a cada alma a través de su libre albedrío.

Vuestro Jesús

Leer más: https://www.elgranaviso-mensajes.com/news/a05-sep-2012/

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