Memoria Histórica: Una madre y sus cuatro hijas asesinadas… por no renegar de Cristo

Me disculparan que cuando escriba sobre la II República insista en lo de la “persecución que llevaron a cabo los socialistas, los comunistas y los anarquistas, alentados por los masones”, hasta que dejen de usar esa patraña de “mártires del siglo XX o mártires de la década de los años treinta”.

Socialistas, comunistas y anarquistas mataban a los católicos por odio a la fe. Todos ellos eran «progresistas».

Por Javier Paredes

Hijo mío ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en mis entrañas, que te alimenté por espacio de tres años con la leche de mis pechos, y te he criado y educado hasta la edad que tienes ahora.

¡Hijo mío! Te ruego que mires al cielo y a la tierra, y a todas las cosas que en ellos se contienen; y que entiendas bien que Dios las ha creado todas de la nada, igual que al linaje de los hombres. De este modo no temerás a este verdugo; antes bien haciéndote digno de participar de la suerte de tus hermanos, abrazarás gustoso la muerte, para que así en el tiempo de la misericordia te recobre yo en el cielo, junto con tus hermanos”.

De toda la Biblia, solo el relato de la entrega que nos hace Jesús de su Madre, momentos antes de morir colgado del madero de la cruz, es más emocionante que este pasaje del libro de los Macabeos. Pues bien, esta narración que muestra la fe y la fortaleza de una madre ante el martirio de sus siete hijos, a los que ve morir uno a uno después de padecer horribles tormentos, desde el mayor hasta el más joven, y a los que anima a soportar las crueldades de Antíoco, antes que renegar de su fe, tuvo su réplica en España durante la Guerra Civil española en Algemesí, una localidad de la provincia de Valencia. Les cuento lo que pasó.

Icono de las beatas mártires de Algemesí. Parroquia de San Pío X

El próximo viernes, día 25 de octubre, la Iglesia celebra la fiesta de las cinco beatas mártires de Algemesí, beatificadas en Roma por San Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001: una madre y sus cuatro hijas, las cuatro monjas, que padecieron martirio juntas el 25 octubre de 1936, durante la persecución religiosa que perpetraron los socialistas, los comunistas y los anarquistas, alentados por los masones, durante la Segunda República y la Guerra Civil, la más importante por el número de mártires de toda la historia de la Iglesia, en sus dos mil años de existencia.

Y les confieso que he estado a punto de dedicar el artículo de hoy a otro asunto, por pensar que lo que sucedió en Algemesí era de sobra conocido por todo el mundo, por ser un hecho tan impresionante. Yo había pensado en las mártires de Algemesí para mi artículo, porque en la próxima semana se celebra su fiesta. Y cuando estaba en las dudas de si debía contar o no su martirio, se lo comenté a un buen amigo mío, que además de ser un intelectual admirable procede de un pueblo muy cercano al de Algemesí y me manifestó que desconocía estos hechos.

Hice otros sondeos y comprobé lo mismo. Sin duda, el desconocimiento de lo que sucedió con nuestros mártires es, además de clamoroso, imperdonable, para aquellos que tienen la obligación de dar a conocer lo que pasó. Se empieza por ocultar a los verdugos con la denominación oficial de “mártires del siglo XX o mártires de la década de los treinta”, adjudicando a los siglos y a las décadas los crímenes de los socialistas, los comunistas y los anarquistas, alentados por los masones, no vaya a ser que les tilden de franquistas, y así, de paso, se creen que establecen “un buen rollito” con los sucesores políticos de los asesinos de nuestros mártires. El resultado es que la mayoría de los católicos españoles desconoce la vida ejemplar de los mártires. ¿O a lo mejor ocultan sus vidas ejemplares, porque quienes tienen la obligación de darlas a conocer no les llegan ni a las suelas de los zapatos y les ponen en evidencia…? Así es que, queridos lectores, me disculparan que cuando yo escriba sobre la Segunda República y la Guerra Civil insista, una y otra vez, en lo de la “persecución que llevaron a cabo los socialistas, los comunistas y los anarquistas, alentados por los masones”, hasta que dejen de usar esa patraña de “mártires del siglo XX o mártires de la década de los años treinta”.

Pero a lo que estamos Remigia, que se nos pasa el arroz. En la réplica de los Macabeos en España, la madre se llamaba María Teresa Ferragut Roig y había nacido, precisamente, en Algemesí el 14 de enero de 1853; por lo tanto, fue martirizada a la edad de 83 años ya cumplidos.

Beata María Teresa Ferragut

A la edad de 19 de años contrajo matrimonio, el 23 de noviembre de 1872, con un joven labrador de Algemesí, Vicente Masiá Ferragut, de cuya unión nacieron nueve hijos. A la primogénita le llamaron María Teresa, nació el 18 de septiembre de 1873 e ingresó en el convento de San Julián de las Agustinas Ermitañas de Valencia y falleció en 1927. La segunda y la tercera hija fallecieron siendo jóvenes. Las cuatro hijas siguientes –María Vicenta, María Joaquina, María Felicidad y María Josefa Ramona– fueron religiosas. El penúltimo de los hijos fue un chico, Vicente, que fue capuchino y marchó a misiones. Y la última, Purificación, se casó y formó una familia en Algemesí.

A pesar de los cuidados que exigía tan numerosa prole, Teresa Ferragut se las apañaba para asistir todos los días a la santa misa y comulgar. Y téngase en cuenta que el ayuno que entonces regía para poder recibir la sagrada comunión consistía en no tomar nada, ni siquiera agua, desde las doce de la noche el día anterior, norma que estuvo vigente hasta la publicación del motu proprio de Pío XIISacram Communionem, de 19 de marzo de 1957, que redujo el ayuno a tres horas para los alimentos sólidos y las bebidas alcohólicas y a una hora para las bebidas no alcohólicas, a la vez que aclaraba que el agua no rompía el ayuno, según lo establecido pocos años antes.

Teresa Ferragut fue muy devota del Santísimo Sacramento, del Sagrado Corazón de Jesús y de la Santísima Virgen, por lo que rezaba todos los días el Rosario; era conocida en su pueblo por la ayuda que prestaba a los más necesitados, a través de la Conferencia de San Vicente de Paúl, de la que fue presidenta. Se entiende así que en el ambiente cristiano de esa familia surgieran tantas vocaciones de vida consagrada.

Ya nos hemos referido a algunos hijos religiosos de Teresa Ferragut: uno capuchino, Vicente, y otra, María Teresa, Agustina Ermitaña, que falleció en 1927. Las otras cuatro hijas religiosas fueron las siguientes:

Vicenta Masía Ferragut -en religión sor María Jesús– nació en Algemesí el 12 de enero de 1882. Profesó en el monasterio de Capuchinas de Agullent (Valencia) el 26 de enero de 1902. Antes de que estallara la Guerra Civil, por motivos de salud se trasladó desde su convento a la casa de su madre.

Joaquina Masiá Ferragut -en religión sor María Verónica– nació en Algemesí el 15 de junio de 1884. También profesó en el monasterio de Capuchinas de Agullent y lo hizo el 26 de enero de 1904.

Raimunda Masiá Ferragut -en religión sor Josefa de la Purificación– nació en Algemesí el 10 de junio de 1887. Profesó como agustina descalza en el convento de Benigánim (Valencia) el 2 de febrero de 1905. Fue priora de la comunidad durante un trienio (1932-35).

Felicidad Masiá Ferragut -en religión sor María Felicidad– nació en Algemesí el 28 de agosto de 1890. Profesó en el monasterio de Capuchinas de Agullent el 20 de abril de 1910.

Al estallar la Guerra Civil, las tres hermanas se vieron obligadas a abandonar sus conventos y se refugiaron en la casa de su madre, donde ya estaba la hermana mayor. Del grado de la persecución religiosa en Levante nos da cuenta el mismo secretario general del Partido Comunista Español, José Díaz (1896-1942), que en un mitin celebrado en Valencia en 1937, mostraba con estas palabras su satisfacción por lo que habían hecho: «En las provincias en las que dominamos, la Iglesia ya no existe. España ha sobrepasado con mucho la obra de los soviets, porque la Iglesia en España está hoy día aniquilada».

El 19 de octubre de 1936 los milicianos asaltaron la casa de Teresa Ferragut y se llevaron presas a la madre y a las cuatro hijas religiosas. La madre no quiso separarse de sus hijas, y todas juntas fueron encerradas en el convento cisterciense de Fons Salutis de Algemesí, que había sido convertido en cárcel. Durante la semana que permanecieron presas, sus carceleros intentaron apartarlas de su vocación con halagos, que ellas rechazaron indignadas.

Cruz Cubierta de Alcira, de estilo gótico-mudéjar, donde murieron mártires Teresa Ferragut y sus cuatro hijas

Por fin, durante la noche del domingo 25 de octubre, fiesta de Cristo Rey, las llevaron en un camión hasta el pueblo de Alcira, distante tan solo 8 kilómetros, y se detuvieron en la entrada de esta localidad, concretamente en el punto conocido como la Cruz Cubierta. Sus verdugos volvieron a intentar que renegaran de su fe, ante lo que su madre se dirigió a ellas en estos términos:

-“¡Hijas mías, sed fieles a vuestro Esposo y no consintáis en los halagos de los hombres!”.

Los milicianos furiosos arremetieron contra la madre y se disponían a fusilarla, cuando dirigiéndose a ellos les dijo:

-“Quiero saber qué hacéis con mis hijas. Si las vais a fusilar, matadlas primero a ellas y después a mí. Así moriré tranquila”.– Y a continuación les dijo a sus hijas:

– “Hijas mías, no temáis, esto es un momento y el Cielo es para siempre”.

Teresa Ferragut presenció cómo asesinaban a cada una de sus cuatro hijas. Y cuando sólo quedaba ella, uno de los verdugos la increpó:

-“Oye vieja, ¿tú no tienes miedo a la muerte?”-A lo que ella contestó:

-“Toda mi vida he querido hacer algo por Jesucristo y ahora no me voy a volver atrás. Matadme por el mismo motivo que a ellas, por ser cristiana. Donde van mis hijas voy yo”.

Gritó ¡Viva Cristo Rey!, como habían hecho sus hijas, y tras una descarga de fusiles, se reunió con ellas en el Cielo. Para que luego en ambientes clericales pongan púlpito a teólogas desorejadas, que sostienen que las mujeres no han tenido protagonismo en la Iglesia católica.

Javier Paredes

Catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá

Hispanidad

La democracia desaparecerá – Los sacerdotes serán martirizados

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

3 de marzo de 2011

Oh muy querida bienamada hija, es con alegría que doy la bienvenida a tu atención esta noche. Tu ausencia me ha dolido en cierto modo, pero Yo sabía que volverías a Mí pronto.

Por favor escucha con atención. Al igual que Yo sé que estás ocupada con tu vida, debes entender la absoluta urgencia de este mensaje. Se te está dando Mi palabra en la era más histórica desde el principio, ya que es en este tiempo que el mundo ahora experimentará cambios nunca observados por el hombre hasta la fecha.

Estén listos ahora hijos Míos, donde sea que se encuentren en el mundo, porque muy pronto uno de los Regalos más preciados de Mi Misericordia, será ahora dado a cada uno de ustedes. Mi Aviso, que se les está dando, propagará la conversión por todos lados. Cuando esto suceda, después de ese momento en el tiempo en el que la Tierra permanecerá quieta, el Amor a través de la aceptación de la Verdad será difundido.

Los seguidores de Satanás encontrarán difícil defender su malvado comportamiento, ante el amor y la luz que brillarán a través de ustedes. Pero aunque el gran acontecimiento, que los va a sobresaltar, traiga tanta conversión, ustedes aún tienen que preparase para él.

Acepten que esta profecía se llevará a cabo. Muy pocos la negarán durante y después de que ocurra. Sin embargo, muchos continuarán alejándose de Mí. La Gran Persecución vendrá después.

Los sacerdotes sufrirán

Mi ejército de bienamados seguidores se levantará valientemente y defenderán Mi existencia. Sin embargo, incluso aquellos que menos se lo esperen, incluyendo los líderes de Mi Iglesia Cristiana, se pondrán del lado del maligno y sus parásitos. Serán seducidos debido a  su debilidad en la Fe. Ustedes encontrarán que esos santos vicarios Míos, Mis leales siervos consagrados, tendrán que defender su Fe. La crueldad que se les mostrará, será similar a la que Yo enfrenté con Mis verdugos. Presten atención a esto todos los que me siguen. Que no sean tentados a seguir el camino de los traidores, aun si están atemorizados. Nunca caigan en sus falsas promesas. Sean valientes. Recen pidiendo fortaleza.

La Persecución no durará mucho

Creyentes prepárense, porque incluso aquellos más cercanos a ustedes se alejarán de la Fe. Puede ser que ustedes se encuentren aislados, que se rían de ustedes y que los pongan en ridículo públicamente. Ignoren estas burlas. Yo los guiaré a todos y los protegeré, porque este tiempo no durará mucho. El sufrimiento más doloroso que experimentarán será la deslealtad de ellos hacia Mí, hacia la Verdad.

Las naciones no cristianas controlarán

La oración puede ayudar a disminuir algunos de los acontecimientos catastróficos que se desarrollarán. La persecución, que se infligirá en aquellos de ustedes que creen en Mí y en Mi Padre Eterno será hecha por las naciones que están vacías de amor, del Amor a Dios. El único amor que ellos tienen en sus corazones es por el poder sobre los países menos afortunados. El controlar es su objetivo principal, la gloria, la búsqueda de riqueza y la posesión sobre ustedes, sobre su país y sobre aquellos de ustedes que rehúsen denunciarme. Cedan, hijos Míos, y encontrarán muy difícil seguir de nuevo la pista o retroceder sus pasos hacia Mí. Esto requerirá una valentía tremenda al encarar poderosas adversidades, pero ustedes ganarán. Si sufren debido a la pasión que sienten en sus corazones por el amor de Dios, Mi Padre Eterno, entonces aceptarán esto con gozo en sus almas.

Surgirán nuevos dictadores

Cambios repentinos en las situaciones mundiales, que hasta ahora parecían como descontentos insignificantes, emergerán ahora como guerras sin cuartel. Las guerras conducirán a escasez de alimentos. La democracia disminuirá rápidamente y surgirán dictaduras malvadas. Sin embargo, estas dictaduras serán muy cuidadosas en cómo son percibidas. Vendrán como negociadores pacíficos y como “salvadores”. A cambio de alimentarles, controlarán las posesiones de ustedes, que serán después de ellos. Ustedes tendrán que obtener permiso para alimentar a sus familias. Para poder viajar ustedes necesitarán una forma especial de identificación y se les pedirá que acepten la Marca – la Marca de la bestia. Corran hijos Míos. Escóndanse, porque esto no es todo. Ellos dictarán cómo tienen que rezar, porque no es a Dios a quien ellos se dirigen. Estos, hijos Míos, son los ejércitos de Satanás y ellos quieren robarles el alma.

Aquellos de ustedes que creen en Mí, prepárense. Regresen a sus iglesias inmediatamente. Recen a Dios, el Padre Eterno. Reúnanse en grupos y recen, recen, recen. Pregunten por reconciliación ahora, para que cuando presencien El Aviso, ustedes acepten con humildad el estado de sus almas. No tendrán nada qué temer.

Recen también por su familia y sus amigos , sus hijos, sus vecinos. Todos ellos necesitan prepararse. Así muchos se convertirán entonces cuando presencien la Verdad de Mi existencia. Muchos no podrán soportar el impacto cuando vean cómo me han ofendido. A otros simplemente no les importará. El tiempo se agota.

Pídanme que los ayude

Las señales, todas las que han sido predichas, están alrededor de ustedes, hijos. Véanlas y acéptenlas por lo que son. Levantamientos. Terremotos. Inundaciones. Cambios climáticos. Ahora se intensificarán. El dinero ahora comienza a escasear, así también su comida. No crean que todo está perdido, porque cuando me pidan ayuda, sus oraciones serán contestadas. Les llevaré a todos de la mano y les ayudaré a través de esta confusión. Pero deben abrir sus corazones. Obstruyan cualquier intento que los seduzca a unirse a la conspiración del maligno. Conserven la pureza de corazón y de mente. Sean humildes en su actitud. Pero nunca teman defender su derecho a creer en Mí.

Tiempo para preparar sus almas

El tiempo está a disposición. Vayan ahora Hijos Míos y preparen sus almas. Busquen, a través de los Sacramentos, las gracias necesarias para santificar sus almas. Entonces pídanme que los lleve en Mis brazos y pidan la salvación. Mi Amor y Compasión por todos y por cada uno de ustedes está más allá de su comprensión. El Aviso, uno de los Dones de más gracia que les puedo dar a todos antes de que el Juicio Final se lleve a cabo, debe ser acogido por ustedes. Agradezcan que se les esté dando este maravilloso Don. Porque cuando la conversión se lleve a cabo en cada rincón del mundo, ustedes estarán verdaderamente preparados para el nuevo Cielo y la nueva Tierra que entonces se fusionarán como uno – Mi Paraíso y la gloriosa herencia que cada uno de ustedes tiene derecho a compartir – si así lo eligen.

Esperen Mi Aviso ahora hijos Míos, porque el tiempo está muy próximo ya.

Su amoroso Salvador, Justo Juez y Misericordioso Jesucristo

Leer más: https://www.elgranaviso-mensajes.com/news/a03-mar-2011/

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