Mártires de Barbastro: «Mártires de un Dios Prohibido» –PELÍCULA

Hoy celebramos la fiesta de los Beatos Mártires de Barbastro: 51 sacerdotes, hermanos y novicios claretianos asesinados en agosto de 1936 por militantes de la CNT. Gracias a dos seminaristas que al ser extranjeros pudieron salvarse, pusieron a salvo la Carta de despedida de los mártires.

Hoy celebramos la fiesta de los Beatos Mártires de Barbastro: 51 sacerdotes, hermanos y novicios claretianos asesinados en agosto de 1936 por militantes de la CNT.

El 88% del clero de la diócesis de Barbastro fue martirizado, incluidos 39 seminaristas.

El 20 de julio de 1936, durante la Guerra Civil española, unos sesenta milicianos irrumpieron armados en el seminario de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (o Claretianos) de Barbastro.

Capturaron y encarcelaron a toda la comunidad misionera y, sin juicio previo, la condenaron a muerte por la única razón de que sus miembros eran religiosos.

Quienes presenciaron la detención cuentan que, en la calle, se vivió una mezcla de emociones:

“Muchos insultaban y amenazaban a los Misioneros, que caminaban pacíficamente, sin un mal gesto, sin una mala palabra, con la mirada serena y fija en el suelo. Pero bastantes se compadecieron de aquellos jóvenes, diciendo ‘son tan jóvenes…’”.

Así lo contaban los más ancianos del lugar.

Consiguieron sacar del Seminario el Santísimo, en un pequeño maletín, y consiguen comulgar durante el día, gracias al cocinero

A diario, este preparaba el desayuno y ponía entre el pan y el chocolate, trocitos de la Sagrada Forma, hasta que se terminaron. Y algunos se guardaban ese trocito, se ponían de acuerdo entre ellos, para luego poder hacer adoración.

¿Dónde está la fuerza del cristiano? en Jesús, en la Eucaristía.

Gracias a los italianos Atilio-Cecilio Parussini, natural de Rosario (Argentina), de 22 años y a Pablo Hall, natural de Cuatraché, (Pampa, Argentina), de 25 años que al ser extranjeros pudieron salvarse, pusieron a salvo objetos personales de los mártires y la llamada Carta de despedida de los seminaristas a la Congregación que escribió Faustino Pérez fechada el 13 de agosto de 1936 en un envoltorio de chocolate:

“Querida Congregación.
Anteayer, día 11, murieron, con la generosidad con que mueren los mártires, 6 de nuestros hermanos; hoy, 13, han alcanzado la palma de la victoria 20, y mañana, 14, esperamos morir los 21 restantes.

¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! ¡Y qué nobles y heroicos se están mostrando tus hijos, Congregación querida!. Pasamos el día animándonos para el martirio y rezando por nuestros enemigos y por nuestro enemigos y por nuestro querido Instituto; cuando llega el momento de designar las víctimas hay en todos serenidad santa y ansia de oír el nombre para adelantarse y ponerse en las filas de los elegidos; esperamos el momento con generosa impaciencia, y cuando ha llegado, hemos visto a unos besar los cordeles con que les ataban, y a otros dirigir palabras de perdón a la turba armada; cuando van en el camión hacia el cementerio, les oímos gritar ¡Viva Cristo Rey! El populacho responde ¡Muera! ¡Muera! Pero nada los intimida. ¡SON TUS HIJOS, CONGREGACIÓN QUERIDA, estos que entre pistolas y fusiles se atreven a gritar serenos cuando van a la muerte VIVA CRISTO REY!

Mañana iremos los restantes y ya tenemos la consigna de aclamar, aunque suenen los disparos, al Corazón de nuestra Madre, a Cristo Rey, a la Iglesia Católica y a Ti, MADRE COMÚN DE TODOS NOSOTROS. Me dicen mis compañeros que yo inicie los vivas y que ellos responderán. Yo gritaré con toda la fuerza de mis pulmones, y en nuestros clamores entusiastas adivina tú, Congregación querida, el amor que te tenemos, pues te llevamos en nuestros recuerdos hasta estas regiones de dolor y muerte.

Morimos todos contentos sin que nadie sienta desmayos ni pesares; morimos todos rogando a Dios que la sangre que caiga de nuestras heridas no sea sangre vengadora, sino sangre que entrando roja y viva por tus venas, estimule su desarrollo y expansión por todo el mundo.

¡Adiós, querida Congregación! Tus hijos, mártires de Barbastro, te saludan desde la prisión y te ofrecen sus dolorosas angustias en holocausto expiatorio por nuestras deficiencias y en testimonio de nuestro amor fiel, generoso y perpetuo.

Los mártires de mañana, 14, recuerdan que mueren en vísperas de la Asunción; ¡y qué recuerdo éste! Morimos por llevar la sotana y morimos precisamente en el mismo día en que nos la impusieron.
Los mártires de Barbastro, y en nombre de todos, el último y el más indigno, Faustino Pérez, cmf.
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva el Corazón de María! ¡Viva la Congregación! Adiós, querido Instituto. Vamos al cielo a rogar por ti. ¡Adiós! ¡Adiós!”.

Les ofrecieron la libertad a cambio de renunciar a su fe. Todos prefirieron permanecer fieles aun sabiendo que esta elección les costaría la vida.

Un hombre, que estaba de guardia, se acercó a un seminarista, Salvador Pigen. Le conocía desde que trabajó en el Hotel Centro de Gerona, donde trabajaban unos familiares de Salvador.

El guardia le propuso sacarlo por la noche, y salvarlo del fusilamiento, relató el sacerdote. Salvador le contestó “si me salvas con los demás, acepto».

A Manuel Torras le pasó lo mismo. Un miliciano, del mismo pueblo, incluso de la misma calle, le reconoce y le intentó sacar por la noche. Manuel respondió «Si es con todos, sí». Miguel Massip, que tampoco aceptó la propuesta si no era liberado junto a sus compañeros. Los seminaristas claretianos declinaron la oferta.

Respondieron «o salen todos, o no hay nada que hacer. No podemos abandonar a nuestros compañeros».

A pesar del sufrimiento que padecieron, los Mártires vivieron aquellos días con alegría y compañerismo.

Nunca perdieron la sonrisa durante su cautiverio, aunque vivieron momentos muy tensos en la cárcel.

En el ambiente había muchos gritos, pues la gente se asomaba por las ventanas, insultando y burlándose de los seminaristas.

Antes de ser ejecutados, intentaron que los 41 jóvenes seminaristas claretianos apostataran de la Iglesia, para hacerles «disfrutar de los goces de la vida», introdujeron prostitutas en la improvisada cárcel en la que permanecieron una semana.

Ninguno lo hizo.

Murieron 51, excluyendo a dos estudiantes de nacionalidad argentina y a siete hermanos coadjutores (seis mayores y uno confundido con un seglar), asesinados en cinco grupos los días 2, 12, 13, 15 y 18 de agosto.

Todos murieron de rodillas, gritando “¡Viva Cristo Rey!» y perdonando a sus verdugos.

Fueron beatificados en 1992 por San Juan Pablo II.

En palabras de San Juan Pablo II murieron «por ser discípulos de Cristo, por no querer renegar de su fe y de sus votos religiosos».

Los Mártires de Barbastro se llamaban:

Felipe de Jesús Munárriz
Juan Díaz Nosti
Leoncio Pérez
(los tres 3 superiores del Seminario)

Sebastián Calvo
Pedro Cunill
José Pavón
Nicasio Sierra
Wenceslao Claris
Gregorio Chirivás
Secundino Ortega
Juan Echarri
Javier Luis Bandrés
Pedro García
José Brengaret
Hilario Llorente
Manuel Buil
Alfonso Miquel
Antolín María Calvo
Ramón Novich
Tomás Capdevila
José María Ormo
Esteban Casadevall
Salvador Pigen
Eusebio Codina
Teodoro Ruiz de Larrinaga
Juan Codinachs
Juan Sánchez
Antonio Dalmau
Manuel Torras
Luis Masferrer
Francisco Castán
José María Amorós
Luis Escalé
José María Badía
José Figuero
Juan Baixeras
Ramón Illa
José María Blasco
Eduardo Ripoll
Luis Lladó
Francisco Roura
Miguel Massip
José María Ros
Manuel Martínez Jarauta
Alfonso Sorribes
Faustino Pérez
Agustín Viela
Sebastián Riera
Rafael Briega Morales
Jaime Falgarona
Atanasio Vidaurreta

El 9 de agosto de 1936, Florentino Asensio, Obispo de Barbastro, fue asesinado por las milicias de izquierdas.

Fue torturado, mutilado y humillado durante días. Le amputaron los testículos.

Murió fusilado, mientras bendecía y perdonaba a sus asesinos.

Días antes fusilaron a Ceferino Giménez Malla, catequista de Barbastro, por llevar un rosario en su bolsillo durante un registro.

Murieron 51, excluyendo a dos estudiantes de nacionalidad argentina y a siete hermanos coadjutores (seis mayores y uno confundido con un seglar), asesinados en cinco grupos los días 2, 12, 13, 15 y 18 de agosto.

La diócesis de Barbastro acumuló durante la Guerra Civil española la mayor mortandad del país entre religiosos.

Fueron asesinados 123 de los 140 sacerdotes (el 88% de sus miembros), incluyendo a su obispo, además de 51 frailes claretianos, 18 benedictinos y 9 escolapios

El Museo de los Mártires de Barbastro se levantó donde estuvo el Seminario Claretiano, inaugurado en 1992. Al lado, bajo la iglesia del Corazón de María, se conservan los restos de los Mártires.

Esta iglesia, construida en 1888, es la primera iglesia de española dedicada al Corazón de María.

La película ‘Un Dios prohibido’ narra el martirio de los 51 miembros de la Comunidad Claretiana de Barbastro (Huesca), en el verano de 1936.

Aquí puedes verla:

PELÍCULA MÁRTIRES DE UN DIOS PROHIBIDO

@UniCatolicos_es

Un gran choque se pondrá de manifiesto y el hombre se separará del hombre. Hermano contra hermano

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

05 de septiembre de 2012

Nación tras nación está pasando por una transición en estos momentos.

Ninguna nación puede dejar de comprender que mucho cambio está en el aire.

No solo las leyes que gobiernan sus países, comienzan a cambiar, sino que la Fe que una vez tuvieron parece haberse evaporado.

Menos sacerdotes, menos funcionarios en Mi Iglesia Cristiana, han decidido defender las Leyes de Dios.

Ni tampoco ellos claman su fidelidad hacia Mí. En su lugar, sus voces son como susurros en medio del ruido de voces, que despotrican y promueven el amor propio.

La Palabra de Dios está siendo devorada por las voces de los ateos que disfrazan sus voces bajo el manto de las leyes gubernamentales, las cuales están siendo modificadas en nombre de la llamada Justicia, tolerancia para el bien de todos.

Las mentiras que os están siendo presentadas, están diseñadas para destruir no solo la Palabra de Mi Padre, sino al Cristianismo en todo el mundo.

La apostasía se ha extendido como un reguero de pólvora y casi ha alcanzado el punto de ruptura.

Este es el momento para la intervención de Dios. Basta de mentiras.

El rey de las mentiras engaña a los hijos de Dios en todas partes. No sigáis a vuestros gobiernos que proclamen que la Palabra de Dios es una mentira.

No aceptéis nuevas leyes, que toleren el pecado mortal. Luchad en defensa de lo que es correcto.

No permitáis que las leyes, promovidas por el rey de las mentiras, os atrape a vosotros y a vuestras familias en un pozo sin fondo.

Si permitieráis leyes que prohíban la práctica de vuestra Fe, sufriréis. Vuestras almas carecerán de alimento y os alejaréis de Mí.

Pero si llegáis a aceptar el asesinato y el aborto y no os levantáis contra tal mal, entonces vuestro país será castigado por la Mano de Dios.

Mientras que la apostasía continúa propagándose en todas partes, la conversión por otra parte es cada vez mayor y pronto las dos chocarán frontalmente.

Un gran choque se pondrá de manifiesto y el hombre se separará del hombre. Hermano contra hermano. Vecino contra vecino.

Habrá dos campos. Aquellos quienes aman a Dios y aquellos que no lo hacen.

Voy a dar a cada alma la oportunidad de decidir en cuál campo desean formar parte, con la esperanza de que ellos me elijan a Mí, su amado Salvador.

Vosotros Mis discípulos, a través de vuestras oraciones, especialmente con la recitación de la Letanía de la Gracia de Inmunidad, podéis traer más almas hacia Mí.

Después de esto voy a colocar rápidamente a los buenos dentro de Mi Pecho, así como fue predicho, y en un abrir y cerrar de ojos, ellos serán puestos en seguridad.

Mi Promesa es salvar a la humanidad.

Pero la decisión final bajará a cada alma a través de su propia voluntad.

Vuestro Jesús

Leer más: https://www.elgranaviso-mensajes.com/news/a05-sep-2012/

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