El alma emprende su camino, ¿hacia dónde?

Meditación sobre la muerte de San Francisco de Sales


PREPARACIÓN. 

1. Ponte en la presencia de Dios. 

2. Pídele su gracia. 

3. Imagínate que estás gravemente enferma, en el lecho de muerte, sin ninguna esperanza de escapar de ella. 

CONSIDERACIONES. 

1. Considera la incertidumbre del día de tu muerte. ¡Oh alma mía!, un día saldrás de este cuerpo. ¿Cuándo será? ¿Será en invierno o en verano? ¿En la ciudad o en el campo? ¿De día o de noche? ¿De repente o advirtiéndolo? ¿De enfermedad o de accidente? ¿Con tiempo para confesarte o no? ¿Serás asistida por tu confesor o padre espiritual? ¡Ah! de todo esto no sabemos absolutamente nada; únicamente es cierto que moriremos y siempre mucho antes de lo que creemos. 

2. Considera que entonces el mundo se acabará para ti; para ti ya habrá dejado de existir, se trastornará de arriba abajo delante de tus ojos. Sí, porque entonces los placeres, las vanidades, los goces mundanos, los vanos afectos nos parecerán fantasmas y niebla. ¡Ah desdichada!, ¿por qué bagatelas y quimeras he ofendido a mi Dios? Entonces verás que hemos dejado a Dios por la nada. Al contrario, la devoción y las buenas obras te parecerán entonces deseables y dulces. Y, ¿por qué no he seguido por este tan bello y agradable camino? Entonces los pecados, que parecían tan pequeños, parecerán grandes montañas, y tu devoción muy exigua. 

3. Considera las angustiosas despedidas con que tu alma abandonará a este feliz mundo: dirá adiós a las riquezas, a las vanidades y a las vanas compañías, a los placeres, a los pasatiempos, a los amigos y a los vecinos, a los padres, a los hijos, al marido, a la mujer, en una palabra, a todas las criaturas; y, finalmente, a su cuerpo, al que dejará pálido, desfigurado, descompuesto, repugnante y maloliente. 

4. Considera con qué prisas sacarán fuera el cuerpo y lo sepultarán, y que, una vez hecho esto, el mundo ya no pensará más en ti, ni se acordará más, como tú tampoco has pensado mucho en los otros. Dios le dé el descanso eterno, dirán, y aquí se acabará todo. ¡Oh muerte, cuán digna eres de meditación; cuán implacable eres! 

5. Considera que, al salir del cuerpo, el alma emprende su camino, hacia la derecha o hacia la izquierda. ¡Ah! ¿Hacia dónde irá la tuya? ¿Qué camino emprenderá? No otro que el que haya comenzado a seguir en este mundo. 

AFECTOS Y RESOLUCIONES.

1. Ruega a Dios y arrójate en sus brazos. ¡Ah, Señor!, recíbeme bajo tu protección, en aquel día espantoso; haz que esta hora sea para mí dichosa y favorable, y que todas las demás de mi vida sean tristes y estén llenas de aflicción. 

2. Desprecia al mundo. Puesto que no sé la hora en que tendré que dejarte, joh mundo!, no quiero aficionarme a ti. ¡Oh mis queridos amigos!, mis queridos compañeros, permitidme que sólo os ame con una amistad santa que pueda durar eternamente. Porque ¿a qué vendría unirme con vosotros con lazos que se han de dejar y romper? 

3. Quiero Prepararme para esta hora y tomar las necesarias precauciones para dar felizmente este paso; quiero asegurar el estado de mi conciencia, haciendo todo lo que esté a mi alcance, y quiero poner remedio a éstos y a aquellos defectos. 

CONCLUSIÓN.

Da gracias a Dios por estos propósitos que te ha inspirado; ofrécelos a su divina Majestad; pídele de nuevo que te conceda una muerte feliz, por los méritos de la muerte de su Hijo. 

Padrenuestro….

CAPÍTULO XIII 

Meditación 5ª: DE LA MUERTE. San Francisco de Sales

Una vez que el alma es creada por Mi Padre, durará por toda la eternidad

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

22 de marzo de 2014

La muerte no debe ser temida, si aceptáis Mi muerte en la Cruz. La muerte es solo un momento de transición de este mundo a la Casa del Reino de Mi Padre. Temer la muerte es negar Mi Misericordia, porque Yo salvaré a cada alma que me reconozca y que me pida que le perdone sus pecados.

Una vez que el alma es creada por Mi Padre, durará por toda la eternidad. Contará con la Vida Eterna, si el alma me permite reclamarla. De lo contrario, se perderá a Satanás, si el alma me negara, cuando sabe Quién Soy Yo.

La muerte de un alma en la Tierra es tan natural como el nacimiento. Cuando un alma deja el cuerpo y viene a Mí, será provista con una abundancia de Gracias y se verá acogida dentro de la familia de Mi Padre – Su Reino, que está lleno de gran amor, alegría y felicidad, lo que nunca puede ser alcanzado en la Tierra. Muchos de vosotros, que habéis experimentado el amor, la alegría y la felicidad en vuestras vidas, solo han paladeado un pequeño bocado de lo que es el sabor de la Vida Eterna. Debéis esforzaros siempre, con alegría en vuestros corazones, por el momento en donde vais a entrar al Reino de Mi Padre, que es para ser bienvenido – no temido.

Si tenéis que afrontar la muerte o si un ser querido tiene que afrontar la muerte, recurrid entonces siempre a Mí, vuestro Jesús, por ayuda. Si lo hacéis, os voy a levantar en espíritu, enjugaré vuestras lágrimas, desterraré todo temor de vuestros corazones cuando recitéis esta oración.

Cruzada de Oración (142) Oración de Preparación para la muerte

Mi queridísimo Jesús, perdona mis pecados.

Limpia mi alma y prepárame para entrar a Tu Reino.

Concédeme las Gracias para prepararme para mi unificación Contigo.

Ayúdame a vencer cualquier miedo.

Concédeme la valentía para preparar mi mente y mi alma,

de modo que sea yo digno de estar frente a Ti.

Te amo. Yo confío en Ti. Yo mismo me doy a Ti en cuerpo, mente y alma por la eternidad. Permite que Tu Voluntad sea la mía y líbrame del dolor, dudas o confusión. Amén

Doy la bienvenida a todas las almas que reciten esta oración, sin excepción. Mi Misericordia se extiende especialmente, a las almas que están afrontando la muerte, pero que no creen en Mí, cuando digan esta oración tres veces al día, en sus últimos días.

Vuestro Jesús

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