BLACK-GOO posesión por grafeno, tecnología del ANTICRISTO que quieren poner dentro de nuestros cuerpos (templo de la Santísima Trinidad). Vídeos musicales que lo demuestran.
SALMO 75
1 «No destruyas».
2 Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias;
los que invocan tu Nombre narran tus maravillas.
3 «En el momento que yo decida,
juzgaré con rectitud.
4 Se conmueve la tierra con todos sus habitantes,
pero yo he afianzado sus columnas.
5 Digo a los arrogantes: “¡Basta de arrogancia!”,
y a los impíos: “¡No levanten la frente!”,
6 no levanten la frente contra el cielo
ni hablen con actitud insolente».
7 Porque ni del oriente ni del occidente,
ni del desierto ni de las montañas…
8 ¡Dios es el único Juez,
que a unos humilla, y a otros exalta!
9 Hay una copa en la mano del Señor,
con un vino espumante, lleno de aromas:
la ofrece, y la sorben hasta el final,
la beben todos los malvados de la tierra.
10 Pero yo me alegraré para siempre,
cantaré al Dios de Jacob:
11 él quebrará el poder de los malvados
y acrecentará el poder de los justos.
Los que creen que Dios no castigará a los malvados no lo conocen

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
6 de noviembre 2014
Ha llegado el tiempo para que Mi Padre Eterno limpie de la faz de la tierra, la mancha, que arroja oscuridad sobre las almas de los hombres. Él castigará a los malvados y llevará en Sus Sagrados Brazos a aquellos que defienden la Verdadera Palabra de Dios. Sus ángeles aumentarán repentinamente sucesivamente, en gran tempestad, y con guadañas poderosas cortarán desde las raíces la enfermedad que causa estragos en las almas de los hombres, para que el mundo pueda llegar a estar limpio de nuevo.
Estad temerosos de la Ira de Dios porque cuando Él es impulsado a tal cólera, los hombres temblarán de miedo. Aquellos que creen que Dios no castigará a los malvados, no Lo conocen. Sus voces, fuertes y orgullosas, que llenarán la tierra con falsedades, y aquellos que se consideran dignos de gran favor a los Ojos de Mi Padre, pero que maldicen a los mansos entre Mi pueblo, serán arrancados de la tierra y enfrentarán el mayor castigo vertido sobre la humanidad desde la gran inundación.
Los ángeles de Dios descenderán, y con una guadaña en su mano derecha, separarán el trigo de la cizaña. Los que maldicen a Dios serán silenciados; los que deshonran al Hijo del Hombre serán silenciados; aquellos que profanan Su Cuerpo vagarán en confusión, perdidos y desconcertados, antes de que se hundan en el desierto.
El Amor de Dios no ha sido correspondido y Su Misericordia ya ha sido rechazada. Las almas ingratas, cuyos ojos están puestos firmemente en sus propios placeres – y su determinación de llevar a cabo actos en directa confrontación a la Voluntad del Señor – sentirán el dolor del castigo de Dios. Como una cortina de rayos, será vertida, como una gran tempestad, una gran agitación de la tierra, que se sentirá en cada parte del mundo.
Aquellos que conocen la Verdad no tendrán miedo, porque ellos serán testigos dispuestos a las promesas establecidas en la Sagrada Escritura, así como a la Gran Tribulación por venir. Aquellos que han extirpado a Dios de sus vidas – igual como si se cortan una miebro de sus propios cuerpos – no conocerán las consecuencias por maldecir a Dios, hasta que sea demasiado tarde.
Vosotros, que me habéis traicionado, vais a sufrir más. Vosotros, que habéis arrojado piedras a los demás, en la creencia errónea de que me representáis, no tendréis a nadie a quien recurrir. Porque dondequiera que os tratéis de esconder, se os encontrará desnudos, sin nada para esconder vuestra vergüenza. Os digo esto, porque la paciencia de Mi Padre se agotó y en el campo de batalla surgirán dos ejércitos – los que están por Mí y los que están en contra de Mí.
Pedid la Misericordia de Dios. Y para aquellos que flagelan Mi Cuerpo sabed esto. Vosotros podéis creer que puedo ser echado lejos de Mi Casa, pero, eso sería un grave error de vuestra parte.
Alejaos de Mí, porque vosotros no pertenecéis a Mí. Vuestra maldad será vuestra perdición y por vuestra lealtad al maligno, vosotros mismos os habéis arrancado de Mi Reino Glorioso.
Vuestro Jesús