Cabe recordar que este Gobierno socialista-comunista, tan amigo de las libertades, aprobó el pasado mes de abril castigar hasta con cárcel a quienes se atrevan a rezar frente a clínicas abortistas.
Ocurrió el miércoles, enfrente de la clínica abortista Dator de Madrid, a donde acude cada 28 de diciembre para tratar de ayudar a madres embarazadas a dar a luz a sus hijos y protestar contra el aborto.
El doctor Jesús Poveda, psiquiatra, es uno de los más afamados líderes provida que hay en España, con décadas de lucha a sus espaldas y cientos de actuaciones en favor de los niños por nacer y de sus madres embarazadas para ayudarles a dar a luz a sus bebés.
Ayer, 28 de diciembre -día de los santos inocentes-, y a sus 65 años de edad, el doctor Poveda no quiso faltar a su tradición de concentrarse delante de la Clínica abortista Dator, en Madrid, donde, al igual que otros años, le esperaban agentes de la Policía Nacional. Su lema es bien conocido: “364 días de asistencia, 1 de resistencia”.
Tal y como recoge este vídeo de Aciprensa, tras sentarse en el suelo y explicarles que no tenía intención de irse de allí, los agentes de policía procedieron a llevárselo cerca del furgón policial, donde lo depositaron en el suelo. El doctor Poveda en ningún caso forcejeó con los agentes y se limitó a ejercer resistencia pasiva. Posteriormente fue trasladado a dependencias policiales.
En declaraciones a Aciprensa, el propio Poveda explicaba, entre otras cosas, que “aquí se hacen 10 mil abortos al año desde hace muchos años”.
El obispo de Orihuela-Alicante, Mons. José Ignacio Munilla, también se hizo eco del acontecimiento, en un tuit en el que aseguraba: “El día del juicio final, se nos preguntará: ¿Y tú que hiciste mientras se producía el exterminio de millones de vidas inocentes? Y el doctor Jesús Poveda responderá: ¡Perdón, Señor, yo solo me pude poner a la puerta del abortorio! Y ya, de paso, pues…: https://youtu.be/q7xYq4ktNaM”
Se refería el obispo Munilla al testimonio de José Carlos Martínez, recogido por la ACdP, en el que cuenta que el doctor Jesús Poveda convenció a su madre en la puerta de la Clínica Dator, en Madrid preguntándole “¿Qué necesitas para no abortar?”. Hoy José Carlos tiene 25 años, vive con su mujer y sus dos hijas en Soto del Real y proclama su agradecimiento al médico que rescató su vida y no ha dejado de ayudar a su familia desde entonces.
Cabe recordar que este Gobierno socialista-comunista, tan amigo de las libertades, aprobó en abril de este año castigar hasta con penas de cárcel a quienes acuden a rezar las clínicas abortistas. En concreto, se establece “pena de prisión de tres meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días” para quien, a juicio del legislador, menoscabe la libertad de las madres que se dirigen a un centro de aborto. El Código Penal se refiere a la persona que “para obstaculizar el ejercicio del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo acosare a una mujer mediante actos molestos, ofensivos, intimidatorios o coactivos que menoscaben su libertad”.
Y nada de eso hizo ayer el doctor Poveda. Sólo sentarse delante de una clínica abortista. Pero de este doctor Poveda no hace falta decir nada más, pues es testimonio hecho vida y nunca mejor dicho…
Es el pecado del aborto el que será la caída de muchas naciones y por esto serán castigadas severamente

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
29 de julio de 2012.
La apostasía en el mundo tiene a los hijos de Dios confundidos acerca de la existencia del pecado.
Muchas almas, cuando piensan en el pecado, instantáneamente piensan en los pecados más graves, tales como el asesinato.
El pecado toma muchas formas. Tristemente, porque el pecado ha sido descartado como faltas o características, es ahora considerado ser una simple debilidad natural. Muchos ya no creen en el pecado.
El aborto, después del asesinato del hermano de uno, es la mayor forma de genocidio en el mundo. Sin embargo no solo es tolerado, sino que ya hay leyes son introducidas por vuestras naciones las cuales lo consideran una necesidad.
Es el pecado del aborto el que será la caída de muchas naciones y por esto serán castigadas severamente.
El aborto es un acto despreciable y aniquila generaciones de los hijos de Dios, que no se pueden defender a sí mismos.
Nadie matará a un hijo de Dios y escapará de un castigo severo.
La ira de Mi Padre será presenciada por aquellas naciones, que han legalizado el aborto, durante el Castigo.
Ellas serán aniquiladas y ninguna compasión les será mostrada así como ellas no mostraron ningún remordimiento por este pecado mortal cuando consintieron el asesinato de los hijos de Dios en el vientre.
Hago una llamada a aquellos que astutamente tratan de desestimar el aborto como algo que se necesita para proteger los derechos de una madre.
Las mentiras son utilizadas para disfrazar la atrocidad del aborto, el cual desafía la Ley de Dios.
Por este pecado, cualquier hacedor de leyes, doctor o cualquier persona que contribuya en cualquier forma a este acto abominable, es culpable ante los ojos de Dios y sufrirá el castigo que se avecina.
(….)
Se os dice que debéis pasar vuestro tiempo satisfaciendo vuestra hambre de bienestar.
Se os dice que debéis cuidaros a vosotros mismos – que vosotros sois la persona más importante de vuestra vida. Vosotros debéis buscar todo para satisfacer todos vuestros sentidos. Los demás vienen en segundo lugar.
Esto lleva a la avaricia, el egoísmo, la lujuria y entonces vosotros podéis ser tentados a cometer pecado mortal.
El pecado será ahora aceptado por vuestras naciones como nunca antes.
Serán introducidas leyes que legalizarán el pecado mortal y ¡ay! de aquellos de vosotros que se opongan.
Aquellos que abogarán por tales perversidades, os dirán que estas leyes son para proteger a los vulnerables cuando, en realidad, todo lo que hacen es legalizar el asesinato, el aborto, el matrimonio del mismo sexo y la idolatría de falsos dioses.
Ellos consentirán la persecución de los pobres y los arrojarán a las calles, para hacerlos indigentes.
Presentarán leyes para forzaros a parar la práctica de vuestra religión. Si seguís haciéndolo, estaréis infringiendo la ley – un pecado ante sus ojos.
Como os dije antes, vuestro mundo está tan lleno de falsedades, que el bien está presentado como mal y el mal presentado como el bien.
Vuestro mundo está al revés y, como resultado, el pecado florece.
Los insto a volver atrás y estudiar los Diez Mandamientos. Obedeced a ellos y vivid como se espera de vosotros a los Ojos de Mi Padre.
Romped los Mandamientos y estaréis pecando. Argumentad que ciertos pecados están bien y desafiaréis a Mi Padre.
La obediencia a las Leyes de Dios es débil y frágil en el mundo en este tiempo. A muchos de los hijos de Dios no se les ha sido dicho firmemente, por Mis siervos sagrados, de las consecuencias del pecado.
La tolerancia al pecado es el mayor pecado de todos.
La tolerancia es una mentira astuta plantada en las mentes de la humanidad por el rey de las mentiras, Satanás.
La tolerancia es otra manera de justificar el pecado para acomodar la debilidad del hombre por sucumbir a la tentación de Satanás.
Despertad y aceptad el pecado por lo que es.
Discutid entre vosotros y defended el pecado todo lo que queráis, pero nunca será aceptable a los Ojos de Mi Padre.
Para entrar al Paraíso debéis estar libres de pecado.
Para liberarse del pecado debéis arrepentiros.
Para arrepentiros debéis antes que nada, aceptar los Diez Mandamientos.
Luego debéis mostrar verdadero remordimiento.
El verdadero remordimiento solo puede ser sentido por aquellos que se humillan ante Mí.
Solo entonces el pecado puede ser perdonado.
Solo entonces las almas serán aptas para entrar al Reino de Mi Padre.
Vuestro Salvador
Jesucristo