Cuando se piensa….. lo que es un sacerdote…..

Cuando se piensa…

Cuando se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer lo que un sacerdote;

Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote;

Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la Última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplendores y fue el convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote;

Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar: perdonar los pecados y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios obligado por Su propia palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios;

Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar;

Cuando se piensa que el mundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese poquito de pan y ese poquito de vino;

Cuando se piensa que eso puede ocurrir, porque están faltando las vocaciones sacerdotales; y que cuando eso ocurra se conmoverán los cielos y estallará la Tierra, como si la mano de Dios hubiera dejado de sostenerla; y las gentes gritarán de hambre y de angustia, y pedirán ese pan, y no habrá quien se los dé; y pedirán la absolución de sus culpas, y no habrá quien las absuelva, y morirán con los ojos abiertos por el mayor de los espantos;

Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazarlos a todos y ninguno puede reemplazarlo a él;

Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios;

Cuando se piensa todo esto, uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.

Uno comprende el afán con que en tiempos antiguos, cada familia ansiaba que de su seno brotase, como una vara de nardo, una vocación sacerdotal;

Uno comprende el inmenso respeto que los pueblos tenían por los sacerdotes, lo que se refleja en las leyes;

Uno comprende que el peor crimen que puede cometer alguien es impedir o desalentar una vocación,

Uno comprende que provocar una apostasía es ser como Judas y vender a Cristo de nuevo

Uno comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación sacerdotal de un hijo, es como si renunciaran a un título de nobleza incomparable; Uno comprende que más que una Iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario o un noviciado;

Uno comprende que dar para construir o mantener un seminario o un noviciado es multiplicar los nacimientos del Redentor;

Uno comprende que dar para costear los estudios de un joven seminarista o de un novicio, es allanar el camino por donde ha de llegar al altar un hombre que durante media hora, cada día, será mucho más que todas las dignidades de la tierra y que todos los santos del cielo, pues será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.
De: Navega hacia alta mar, págs. 1750-1751, en Obras Completas, ediciones Fax, Madrid.
Derramo lágrimas de tristeza por los sacerdotes de la Iglesia Católica, que sufren terriblemente en estos tiempos

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
10 de mayo del 2012
Mi Hijo Jesucristo se prepara para salvar a tantos hijos de Dios como sea posible antes del Aviso. Porque, después del Aviso, no quedará mucho tiempo antes del glorioso retorno de Mi Hijo.
Derramo lágrimas de tristeza por los sacerdotes de la Iglesia Católica, que sufren terriblemente en estos tiempos.
Esos servidores, que son puros y andan perdidos y errantes, están atrapados en medio de una convulsión de la que no se pueden librar.
Por culpa de los pecados de otros, ellos sufren el tormento de ver la fidelidad a Mi amado Hijo hecha a un lado.
Esa perversa división, causada por grupos masónicos, es deliberada. Los pecados de aquéllos que son culpables de ofensas infligidas sobre almas inocentes están siendo utilizados como excusa para cambiar las leyes que gobiernan la Iglesia.
Muchos están siendo conducidos a engaño por un falso sentido de la lealtad hacia los hijos de Dios.
Cuánto sufro al ver cómo los muros de la Iglesia Católica se están desmontando, ladrillo por ladrillo, para dar paso a una nueva Iglesia.
La nueva Iglesia que surgirá pronto no será aceptable para Mi Hijo.
Al contrario, ésta abolirá la presencia de la Sagrada Eucaristía y Mi Hijo sufrirá el dolor de Su Crucifixión una vez más.
El sacrificio que Él hizo para obsequiar al mundo con este don pronto será ignorado y rechazado.
La nueva Iglesia no explicará a los hijos de Dios que la Eucaristía es la verdadera Presencia de Jesús, Mi Hijo.
Crearán una nueva interpretación de la Sagrada Eucaristía y dejarán de invocar la Presencia de Mi Hijo. El Alimento de Vida morirá.
Los hijos de Dios ya no serán alimentados con el verdadero Cuerpo y Sangre de Mi Hijo.
Sus almas se harán estériles, vacías de la Presencia de Mi Hijo y de las gracias que Él otorga a los que le reciben.
Existe un deber, por parte de los sacerdotes, de defender la Sagrada Eucaristía. Ellos deben ser fuertes y no adulterar nunca este precioso y santo don.
Mi Hijo ama a la Iglesia Católica y sabe cuánto sufre ahora mismo. Él siente su dolor.
Mi Inmaculado Corazón está partido en dos por el dolor al presenciar cómo este Sagrado Templo está siendo destruido deliberadamente.
Rezad, rezad y rezad al Padre, en nombre de su amado Hijo, para que muestre misericordia hacia aquéllos dentro de la Santa Sede que quieren dividir la Iglesia y dispersar a los hijos de Dios hacia un abismo de desolación.
Por favor, recitad esta oración de la Cruzada para pedir por la Iglesia Católica.
Oración de la Cruzada (53): Oración por la Iglesia Católica
“Oh Dios Padre,
en nombre de Tu amado Hijo,
te suplico que concedas la fuerza y las Gracias necesarias para ayudar a los Sacerdotes a resistir la persecución que padecen.
Ayúdalos a aferrarse a la Verdad de las Enseñanzas de Tu Hijo Jesucristo, y a nunca renunciar, debilitarse o someterse a las falsedades acerca de la existencia de la Sagrada Eucaristía. Amén”.
Vuestra Madre amorosa
Reina de la tierra
Madre de la Salvación