El homosexualista Paglia, nombrado por Bergoglio Presidente de la Academia Pontificia para la Vida, acepta el suicidio asistido

Publicado porejrcitoremanentePublicado en Sin categoríaEtiquetas:, ,

Suicidio asistido, la bofetada de Monseñor Vincenzo Paglia al Magisterio. Excluye que los católicos posean “una verdad dada a priori.

El presidente de la Academia bergogliana contra la vida sabe que la eutanasia es un asesinato, por eso lo defiende, coherente con la cultura de la muerte que fomenta.

Del presidente de la Academia Pontificia para la Vida, Vincenzo Paglia, llega un sí a la ley sobre el suicidio asistido desde las columnas del periódico Il Riformista de Renzi. En un alboroto de herejías y apoyándose en las derivas liberalistas de las actuales condiciones sociales y del pluralismo generalizado, el obispo contradice abiertamente el Magisterio y los pronunciamientos de la Conferencia Episcopal Italiana, llegando incluso a decir que la Iglesia no posee la verdad sobre estos temas. 

“El obispo Paglia se abre a la ley sobre el suicidio asistido”. Así podíamos leer ayer en la portada de Il Riformista. El diario en cuya redacción acaba de convertirse Matteo Renzi recoge el texto íntegro de la intervención de monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, que pronunció en el debate “El último viaje (hacia el final de la vida)”, celebrado en el marco del Festival de Periodismo de Perugia.


Tras dibujar un escenario bastante realista sobre el tema del final de la vida -el sufrimiento del paciente y de los familiares, el abandono terapéutico, las derivas del principio de autonomía, etc.-, el discurso de la Pontificia Academia para la Vida fue seguido de un debate sobre “El último viaje (hacia el final de la vida)”. – Monseñor Paglia, sin embargo, se abstiene de indicar soluciones morales convincentes, aparte de la habitual invitación genérica a acompañar a los moribundos (pero incluso los radicales están a favor de acompañar a los moribundos).

En el plano jurídico, sin embargo, Paglia tiene las ideas claras: “En este contexto, no se puede descartar que en nuestra sociedad sea practicable una mediación legal que permita la asistencia al suicidio en las condiciones especificadas por la sentencia 242/2019 del Tribunal Constitucional: la persona debe ser “mantenida en vida por tratamientos de soporte vital y afectada por una patología irreversible, fuente de sufrimientos físicos y psíquicos que considere intolerables, pero plenamente capaz de tomar decisiones libres y conscientes”. […] Personalmente, no practicaría la asistencia al suicidio, pero entiendo que la mediación legal puede ser el mayor bien común concretamente posible en las condiciones en que vivimos”.

Así pues, Il Riformista tiene razón: el Presidente de la PAV apoya la promulgación de una ley que legitime el suicidio asistido, respetando las condiciones indicadas por la Consulta. Paglia, siguiendo el principio de “un golpe en el círculo y un golpe en el barril” y en un intento de salvar la cara como católico, especifica a continuación: personalmente estoy en contra del suicidio asistido, pero una ley me parece un punto de equilibrio en esta sociedad pluralista y democrática nuestra.

Es una pena, sin embargo, que el suicidio sea un absoluto moral, es decir, una acción intrínsecamente mala que nunca puede elegirse, ni por un buen propósito ni por circunstancias especiales (por ejemplo, en el caso de una persona que sufre mucho). De ello se deduce lógicamente que ayudar a alguien a quitarse la vida es igualmente malo. Tercer paso: de esto se deduce que una norma que legitima la ayuda al suicidio es en sí misma una norma intrínsecamente mala y uno nunca puede dar su apoyo a una norma así.

Paglia afirma que esta norma estaría éticamente legitimada por el hecho de que en las condiciones sociales en las que vivimos representaría el mayor bien posible. Dos notas al respecto. La primera: apoyar tal norma es una acción malvada. Y donde hay mal, no se puede hablar del mayor bien posible. Si aconsejo a Ticio que robe en lugar de matar, no estoy aconsejando el mayor bien posible para Ticio, sino un mal menor.

Segunda nota: el suicidio, incluso en su forma colaborativa, nunca puede ser legitimado, por lo que nunca puede ser objeto de una norma que lo permita. Ese “nunca”, como ya se ha dicho, se refiere también a las condiciones, y con razón lo ha reiterado recientemente la Conferencia Episcopal Italiana en su Mensaje para la 45ª Jornada Nacional por la Vida, celebrada el pasado mes de febrero, en el que afirmaba con acierto que “la muerte nunca es una solución”. Una acción intrínsecamente ilícita sigue siéndolo incluso en las condiciones más extremas. Por lo tanto, de nada sirve que Mons. Paglia apele a las condiciones sociales actuales y al pluralismo generalizado. Incluso en este contexto, no se puede estar a favor de una ley injusta.

Estas reflexiones, por supuesto, no son de nuestro costal, sino del costal de la Iglesia católica. Juan Pablo II, en Evangelium vitae escribió que la autoridad pública “no puede aceptar nunca […] legitimar, como derecho de los individuos […] la ofensa infligida a otras personas mediante la negación de un derecho tan fundamental como el de la vida. […] Así, las leyes que, con el aborto y la eutanasia, legitiman la supresión directa de seres humanos inocentes están en total e irremediable contradicción con el derecho inviolable a la vida propio de todos los hombres. […] De este modo, las leyes que autorizan y favorecen el aborto y la eutanasia se oponen radicalmente no sólo al bien de la persona, sino también al bien común, por lo que carecen por completo de auténtica validez jurídica. […] El aborto y la eutanasia son, por tanto, crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Tales leyes no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que plantean la grave y precisa obligación de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia. […] En el caso, por tanto, de una ley intrínsecamente injusta, como la que admite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito conformarse con ella, ‘ni participar en una campaña de opinión a favor de tal ley, ni darle el sufragio del propio voto'” (nn. 71-73).

Las palabras de Paglia son antitéticas a las del Magisterio.

El arzobispo lo sabe bien y, de hecho, en la introducción de su discurso intenta cubrirse las espaldas escenificando un alboroto de herejías. “En primer lugar”, escribe Paglia, “quisiera aclarar que la Iglesia católica no tiene un paquete de verdades prefabricadas y preenvasadas”. ¿Qué hay del Credo? ¿Y los Diez Mandamientos? ¿Y los pronunciamientos dogmáticos? Y, en definitiva, ¿qué ha sido del depositum fidei? El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida dispara entonces cada vez más alto y con mayor calibre. De hecho, excluye que los católicos posean “una verdad dada a priori”. Por supuesto que la Iglesia posee en cambio una verdad dada a priori, es decir, una verdad que es anterior a la Iglesia misma y a los creyentes, porque la verdad es Dios que se nos ha comunicado. La verdad nos precede, no somos nosotros quienes la precedemos.

Todo esto para decir que “el pensamiento teológico evoluciona en la historia” y, por tanto, si ayer la eutanasia estaba prohibida, mañana, quién sabe, quizá ya no lo esté. Como nota al margen: la única evolución permitida en el pensamiento teológico es la profundización de verdades ya reveladas, no la negación de verdades ya reconocidas por la Iglesia.

En cambio Paglia piensa exactamente lo contrario y de hecho se saca de la chistera el tema de la pena de muerte sobre el que el Papa ha modificado el Catecismo y “hoy ya no la consideramos admisible, bajo ninguna circunstancia”. 

Ya habíamos comentado en su momento la intervención del ‘Pontífice’ , señalando que los principios que hacen lícita la pena de muerte se refieren a la finalidad defensiva de la comunidad, a la pérdida de la dignidad moral del delincuente y a la triple función de la pena. Aquí nos gustaría añadir que  Francisco ha declarado -si no de iure, sí ciertamente de facto- que la pena de muerte es un acto intrínsecamente malo, es decir, como dice Paglia, “ya no es permisible, bajo ninguna circunstancia”. Esto no es previsible porque la permisibilidad de la pena de muerte siempre ha sido confirmada ininterrumpidamente por la Iglesia desde sus orígenes. ¿Cómo es posible que tantos papas y santos hayan enseñado sistemáticamente un error, confundiendo un bien con un mal?

Por último, añadamos una nota a pie de página: es contradictorio apelar a la prohibición absoluta de matar a alguien a manos del Estado para apoyar una norma que permite matar a alguien con el aval del Estado. La diferencia sobresaliente para Paglia radica en que en el primer caso la persona no consiente, en el segundo sí. Típico razonamiento liberalista.

Pero al obispo Paglia todas estas reflexiones probablemente le parezcan sutilezas moralistas abstractas. El mensaje que quería transmitir es, en cambio, otro. Ningún principio moral es irreformable. Ninguna verdad se siente segura.

trad por religionlavozlibre. de NBQ

El plan para destruir la Iglesia católica, desde dentro de sus propias filas, está ya en marcha

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

12 de Enero, 2013  

Este es el momento para la siguiente etapa en Mi Plan para preparar al mundo para la Nueva Era, el Nuevo Paraíso, el Reino  que Yo, el Hijo del Hombre he prometido.

Mi ejército debe ahora reunirse y enlazarse como uno solo en la oración, porque la batalla por las almas se ha intensificado. Los planes del grupo maligno, a un nivel mundial, para legitimar las guerras, el asesinato a través de la eutanasia y el aborto, están cobrando impulso.

El plan para destruir a la Iglesia Católica desde dentro de sus propias filas, está ya en marcha. Aquellas almas que están en puestos/posiciones de poder y especialmente aquéllas dentro de las Iglesias Cristianas, que aprueban el pecado y tratan de legislar para éste, sabed esto: Vosotros sufriréis terriblemente. La Mano de Mi Padre intervendrá y destruirá vuestro plan.

Todo hombre y mujer que intenten poner leyes en contra de la Voluntad de Dios, enfrentarán un terrible castigo. No sólo serán ellos abatidos, sus propias naciones también serán castigadas.

Bastante ha sido soportado por Mi Padre. Él ya no tolerará más tal interferencia en Su Creación. La tierra será sacudida y todos los hombres lo notarán.

¡Qué perversidad hay! Y qué astucia está en su lugar, en donde abominaciones terribles están siendo introducidas por la humanidad, que insultan a Dios. Por estos actos, el hombre tendrá que enfrentar la Ira de Mi Padre. La oración, y mucha de ella, puede detener esta perversidad. Y es debido a vuestras oraciones que las Divinas Intervenciones, para castigar a la humanidad, han sido retrasadas. Ahora aquellas naciones, cuyos gobernantes son impulsados por el espíritu del mal, serán eliminadas.

Mis amados seguidores, vosotros sufriréis grandemente mientras presenciáis los actos de desobediencia en contra de las Leyes de Dios. Debéis manteneros orando con el fin de mitigar los castigos de Mi Padre.

Ahora, debéis crear tantos grupos de oración para Mi Cruzada de Oración, tantos como sean posible en cada nación. Haciendo esto, mitigaréis la labor del grupo maligno.

Mi paciencia nunca se acaba, pero el hombre será castigado, antes de Mi Segunda Venida, por sus obras perversas. Este castigo ha sido retrasado por algún tiempo, pero Mi Padre permitirá trastornos ecológicos, con el fin de purificar almas.

Aquí está una Letanía importante para ayudar a mitigar el castigo de Mi Padre.

Letanía (4) para mitigar el castigo de Dios Padre

Oh Dios Altísimo.

Te suplicamos Misericordia por los pecados de Tus hijos.

Te agradecemos el Regalo de la tierra.

Te agradecemos el Regalo de la vida humana.

Atesoramos el Don de la vida.

Defendemos el Don de la vida.

Te agradecemos el Regalo de Tu Hijo, Jesucristo.

Te agradecemos el Don de la Redención.

Ensalzamos Tu Divinidad.

Nos entregamos, completamente, delante de Ti, para que Tu Santa Voluntad pueda ser completada, en la tierra, como lo es en el Cielo.

Te agradecemos el Don de la Iluminación de la Conciencia.

Te agradecemos la promesa de vida eterna.

Damos la bienvenida al Nuevo Paraíso.

Te suplicamos que salves a todas las almas, incluyendo aquéllas que te atormentan y aquéllas que están perdidas para Ti.

Te agradecemos el Amor que muestras a todos Tus hijos.

Te agradecemos el Don de la profecía.

Te agradecemos el Don de la oración.

Te pedimos que nos concedas paz y salvación. Amén.

Hija Mía, esta Misión será cada vez más difícil, mientras el odio del hombre contra el hombre se intensifica y se divide.

Los discípulos leales a Dios, serán tentados a rendirse a los pecados, que serán disfrazados como leyes de tolerancia. Deben resistir cada intento de darle la espalda a la Verdad de Mis Enseñanzas. Cuando ustedes dejen todas estas pruebas en Mis Santas Manos, hallarán esta Misión para salvar almas, más fácil.

Vuestro Jesús

Leer más: https://www.elgranaviso-mensajes.com/news/a12-ene-2013-el-plan-para-destruir-la-iglesia-catolica-desde-dentro-de-sus-propias-filas-esta-ya-en-marcha/

Canal de Telegram 🛡️
%d