Lo primero que hay que dejar bien sentado es que en España no hay rey, porque ya se encargó Juan Carlos I de que así fuera.
Ante la terrible encrucijada en la que se encuentra España como resultado, cuando menos, de ya medio siglo de estupideces, cobardías y traiciones. Ante la constancia de que esto se va al carajo sin remisión, si no es que se ha ido ya. Ante la palpable realidad de que en breve se nos va a imponer una dictadura de la peor clase, o sea, marxista-leninista, con el respaldo de la «derecha» tan mediocre como

egoísta de siempre. Ante lo que parece inevitable. Y ante esa amnistía –que no lo es sólo, pues es mucho más–, que el PSOE, pues Sánchez no es más que su palafrenero, ha pactado, y cosas aún peores, el mismo 24 de Julio pasado, son no pocos los que miran al rey, sí, a Felipe VI «el pasmao», poniendo en él la esperanza de que frene la debacle.
Sí, al rey, al rey. Unos diciendo que no va a firmar. Otros asegurando que echó a Sánchez de Zarzuela con caras destempladas y acompañamiento de la seguridad de palacio. Y otros, última de las versiones que nos han llegado, hablando de un pretendido «plan C», muy constitucional, claro, según el artículo 90 de la carta magna, que consistiría en encargar formar gobierno a algún histórico socialista de renombre (¿hay alguno que merezca ese renombre?), tipo Felipe González, en vez de al autócrata Sánchez que es al que le corresponde.
Lo primero que hay que dejar bien sentado es que en España no hay rey, porque ya se encargó Juan Carlos I de que así fuera. Si el rey reina pero no gobierna (¿?), como es, el monarca queda reducido a una figura meramente decorativa, a un florero de esos que todos tenemos en casa que podemos poner en cualquier lugar y siempre queda bien, aunque realmente no sirva para nada útil a excepción de eso, es decir, de mero elemento decorativo. Si además, y como ocurre, el rey es «irresponsable» haga o no haga, y tiene inmunidad, pues entonces el florero, aunque no deja de serlo, lo es de lujo; porque costar, cuesta, ya que vive, y muy bien, de nuestros impuestos, más de lo que afanare, deporte que según sabemos Juan Carlos I dominó como el mejor de los profesionales. Por todo ello, el rey, en lo que ocurre, ni pincha ni corta. Una prueba fue que ante la revolución secesionista de Octubre de 2017 se limitó a largarnos una perorata que, aunque por interés fue alabada, cuando uno la escucha y recuerda el panorama de aquellos días, se le caen los palos del sombrajo al comprobar la pasividad, cobardía y falta de patriotismo de Felipe VI «el pasmao», que no movió un músculo ante el penúltimo y muy serio de los intentos de destrucción de España.
Lo segundo es que se equivocan los que creen que Sánchez le va a llevar al rey un papelito con lo de la amnistía para que lo firme. No, hombre, no. El camino es otro. Una vez investido, con sus pactos-cesiones en el bolsillo, pero sin desvelarlos, o a lo sumo de forma artera para que no se le pueda repudiar nada, retorcerá la legalidad constitucional actual, aprovechando además sus numerosos agujeros negros, para que, con la inestimable ayuda de las instituciones claves para el caso que domina, y que van desde Armengol hasta Conde-Pumpido y alguna otra, presentarle al rey un texto legal aprobado por el Parlamento de forma que Felipe VI «el pasmao» no tenga opción, ni ponga objeción alguna, si es que la tuviera, que tampoco, para sancionar la amnistía y hasta el fusilamiento de la madre que lo parió.

Ocurrió igual cuando nos dejó sin delitos de sedición, rebelión y otros. ¿Alguien cree que Sánchez es estúpido? Es malvado y maligno, pero de tonto no tiene un pelo. Menos aún los que están detrás de él que son los que lo manejan cual muñeco de feria. Estos reyes que sancionan todo: divorcio, aborto, eutanasia, sodomía, trasnsexualismo, el asesinato de Montesquieu, la eliminación del español como lengua, la institucionalización de la corrupción y el descuartizamiento de España, no se pararán en prendas a la hora de sancionar la sustitución del régimen actual por otro sin dar ni uno de los pasos legales previstos, como tampoco tuvieron escrúpulos a la hora de permitir el vilipendio y persecución hasta lo indecible de aquel y aquellos a los que lo deben todo; tampoco pondrán pegas a la hora de sancionar la instauración de la dictadura que ya está aquí, ni, créanme, incluso de su propia caída, siempre y cuando, claro, que se les asegure su buen vivir y mejor yantar.
Un rey como Felipe VI «el pasmao», que viene sancionando con su desidia las pitadas y desplantes, las faltas de protocolo y hasta de educación, los plantones y demás, que nunca lo han sido a él como persona, sino a lo que debería representar, a España, que es su única obligación y responsabilidad, tiene los pantalones desde hace mucho por los tobillos y está preparado para bajarse los marianos con tal de… seguir en el chiringuito un año más con la esperanza de poder trasladárselo a su hija sólo para no pasar él a la historia como el último de la dinastía; que lo haga la niña le da igual.
El rey, joder, el rey, pero qué rey, carajo. Felipe VI es la astilla de un palo que se remonta a Felipe V que fue el primero de una dinastía tóxica que se nos impuso por mor de nuestros enemigos franceses y por el desnorte de los españoles de la época, dinastía que siempre han considerado España como una finca particular más de las muchas que poseen por el mundo, algo más grande, eso sí, de la cual pueden disponer según su conveniencia y antojo hasta el punto de no dudar en venderla, como hizo Carlos IV a Napoleón, o simplemente abandonarla, como Alfonso XIII, si los problemas para su «mantenimiento» superan cierto nivel; lo mismo hará Felipe VI «el pasmao» si la cosa se pone fea.
Lo que llama la atención es que todavía quede en España, a la vista de nuestra historia borbónica, algún alucinado, tipo Ussía, que siga siendo monárquico y más aún borbónico. Por ellos, y por la idiocia que cual pandemia arrasa a los españoles de hoy, Felipe VI «el pasmao» nos está borboneando como sus antecesores, seña de identidad de la casa ir-real que nos reina pero no nos gobierna (¿?) desde hace ya un par de siglos. Como dice un buen amigo nuestro: a Franco hay dos cosas que nunca le perdonaremos: que instaurara la monarquía y además en los Borbones, y que se muriera.
Debéis rezar por todos aquéllos en altos puestos, con poder sobre vuestras naciones

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹
6 de Febrero, 2013
Mi niña, debes dedicar todas tus oraciones, ahora, por aquellas almas extraviadas que no reconocerán la Existencia de Dios.
Dispersas por el mundo, estas pobres almas están viviendo por un momento en donde son atormentadas con mentiras. Esas mentiras son plantadas en sus corazones por el engañador. Sin la Luz de Dios en sus corazones, no tienen nada que esperar. No honran a Dios, por lo que, en su lugar, tratan de encontrar un reemplazo. El reemplazo generalmente toma la forma de idolatría por otra persona o por cosas materiales. Todo lo que ellos reciben, al final de su búsqueda de paz, es desorden y confusión. Nunca encontrarán la paz, sin amar a Dios.
Mi amado Padre, a través de la Misericordia de Su Hijo, Jesucristo, derrama Su Luz y Amor sobre esas almas. Ellos no aceptan estas Gracias y le vuelven la espalda a la única manera que tienen de alcanzar la paz eterna y la felicidad.
Debéis rezar por todos aquéllos en altos puestos, con poder sobre vuestras naciones, mientras sufren grandemente. Ellos están siendo el objetivo diariamente del maligno, para que sean utilizados como un medio para infligir penas sobre los hijos de Dios. Su plan para destruir todas las huellas de Dios de las vidas de las naciones que controlan, está ya en su lugar. Mientras ellos revelan sus verdaderas intenciones, también se convertirán en víctimas, así como, aquellas almas que sufrirán bajo su régimen.
Aquí está una Cruzada de Oración, que debéis rezar para iluminar a los gobiernos, para que la Gracia de Dios pueda cubrir a los líderes mundiales.
Cruzada de Oración (98) Por la Gracia de Dios para proteger a los líderes mundiales
“Oh, mi Santa Madre de la Salvación, por favor pide a tu Hijo que derrame Sus gracias y amor sobre aquellos líderes que controlan el mundo. Ora para que la Luz de Dios les cure la ceguera y abran sus corazones de piedra. Detenlos para que dejen de infligir la persecución a personas inocentes. Por favor ruega para que Jesús los guie, y los detenga para que no eviten que la Verdad de Sus enseñanzas se propague a los países en todo el mundo. Amén”.
Vuestra amada Madre,
Madre de la Salvación