Padre Santiago Cantera, descanse en paz

Hoy, sábado de Pasión, el Evangelio nos dice: Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: «Vosotros no entendéis ni palabra, no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera». Con el Padre Santiago ha ocurrido lo mismo que con Jesús, y quizás, por el mismo motivo.

Por Padre Antonio María Domenech

Muy pocas veces lo hago, he guardado silencio ante los atropellos sucedidos en torno al Valle de los Caídos. Mi condición de Doctor en Derecho Canónico por la Universidad de San Dámaso de Madrid, me obliga a hablar. Recuerdo que D. Ignacio, nuestro insigne profesor en el Seminario y en la Universidad nos decía: «Doctores tiene la Iglesia, dicen. Yo les digo: Los doctores son ustedes».

Ahora sabemos que el Padre Santiago Cantera pide un tiempo de descanso para dedicarse a la oración, para tener paz. Así se lo deseo y lo respeto profundamente. Rezo por él. Dispuesto a ayudarle en lo que necesite, tanto a él, como a los frailes de la comunidad benedictina. Pero también sabemos que no abandona la Abadía del Valle de los Caídos voluntariamente. Lo echan. Le han obligado a abandonar la Abadía. Hoy, sábado de Pasión, el Evangelio nos dice: Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: «Vosotros no entendéis ni palabra, no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera». Con el Padre Santiago ha ocurrido lo mismo que con Jesús, y quizás, por el mismo motivo: «porque conviene».

Ha ocurrido al revés que en tiempos de Jesús. Entonces, condenó a Jesús el poder religioso (Escribas y Sumos Sacerdotes), con el silencio de un gobernador político que se contentó con lavarse las manos. Hoy, condenan al Padre Santiago al destierro, en un exilio injusto, porque lo ha ordenado el poder político, con el silencio del poder religioso. Solamente por haber dicho la verdad. Nosotros somos ministros de la verdad, tenemos obligación de predicarla, de decirla, a tiempo y a destiempo. Simplemente, tiene que quebrantar su voto de «stabilitas loci», de permanecer en el mismo monasterio, según la Regla de San Benito, por haber hablado claro, que en estos tiempos ya no se puede. No han encontrado ninguna palabra por la que acusarle porque, como pasó con Cristo, todas eran ciertas. Como decía Chesterton: ya ha llegado el día en que nos meterán en la cárcel por decir que el pasto es verde.

Al Padre Popieluszko, no hace tanto tiempo, lo metieron en un maletero, le dieron el tiro de gracia, y lo tiraron al río. Era su estilo de antes. Estos son los mismos perros con distintos collares, aunque es cierto que no lo matan. Han aprendido que la sangre de mártires es semilla de cristianos. Que en la España del 34 al 39 mataron a tantos que después hubo más: religiosas, sacerdotes, familias cristianas. Han aprendido que los destierros de Cuba, China y demás repúblicas socialistas soviéticas deben hacerse más disimuladamente. Que no podemos repetir una Vendée, donde arrasaron de la geografía francesa toda la región, o llenar el Cielo de Cristeros mártires, como en Méjico. «Ahora haremos lo mismo, pero sin sus mártires», deben decirse en este tiempo.

Me dirán que hablo de política. Pues quizás sí pero, tal como yo lo veo, esto es Derecho. No sé si Penal, Canónico, o Social. Las autoridades también han aprendido a no sólo meternos en las sacristías, sino a encerrar todos los temas conflictivos bajo el lema: «la Iglesia no se debe meter en política», y así nos callan o eso pretenden con el aborto, la ideología de género, el abuso de impuestos, el libertinaje sexual, etc. Como los políticos se meten en todo, a nosotros no nos dejan hablar de nada. Pero han aprendido una cosa más: Convertir las iglesias y templos en centros culturales de «su» cultura, de su ideología. Cuidado con eso, porque está al caer el momento en que para celebrar Misa tendremos que pedir permiso. Las Iglesias son para dar culto a Dios, pero me preocupa más la afrenta a las personas, porque son Templos del Espíritu Santo, porque son fines y no medios.

Hoy levanto al Cielo la voz para pedir a Cristo, camino de Jerusalén, que le devuelva la dignidad a los que la han perdido, que conceda al Padre Santiago la paz que desea, así como a los hermanos de su comunidad. Le agradezco al Cielo el don de haberlo conocido, así como todas las Misas por las Almas del Purgatorio que se han celebrado en aquel memorable Altar, que Dios guarde muchos años, y que, si es su voluntad, pronto, mejor que tarde, pueda volver a su celda, desde la cual ha herido la soberbia mundana, hasta el punto de haberle prohibido vivir en ella.

Con esta verdad y esta persecución en un país «libre», donde la libertad de expresión sólo se invoca para agredir a los católicos, quiero plasmar una breve meditación de quienes, como creyentes y practicantes, nos vemos cada día en el patíbulo de la ignorancia, del desprecio y el insulto, para que unamos nuestros pequeños sufrimientos a Jesús quebrantado, orando por el Padre Santiago.

Padre, desde Santa María, beso su hábito y, cuando llegue el momento, trataré de seguir su ejemplo. Dios le bendiga +

Se Llenaron de Inmensa Alegría

Sepan que el dolor del rechazo será exactamente como el que Yo y Mis apóstoles, tuvimos que sufrir durante Mi Tiempo en la Tierra

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

10 de agosto de 2013

Ni un hombre entre ustedes es tan limpio de alma que pueda juzgar a otros en Mi Nombre. Pero sepan esto, aquellos de ustedes que son leales a Mí y que siguen Mis Enseñanzas – tendrán qué soportar mucho dolor cuando tengan qué ser testigos de la mayor abominación malvada, a la que se enfrenta el mundo.

En nombre de la justicia social y la compasión social, el falso profeta dispondrá, lo que el mundo creerá que es para evangelizar y crear una iglesia moderna. Se verá que esta iglesia llega a todos los pecadores y acogerá a esos pecadores cuyos pecados no son aceptables por Mí.

Ustedes, Mis amados seguidores, serán vistos como una secta herética, porque continuarán proclamando la Verdad. Todos los intentos para permanecer fieles a Mí, serán atacados enérgicamente. Serán marginados y declarados disidentes de derechas. Cualquier intento para conservar las tradiciones de las Ceremonias Sagradas será ignorado.

El poder de aquellos que engañarán a Mis iglesias en la Tierra no debe ser subestimado, ya que millones de siervos consagrados acogerán la nueva doctrina falsa. Ellos, equivocadamente, creerán que esta nueva doctrina es una forma de evangelización. Su apoyo, como siervos dispuestos a la abominación, pondrá todo  muy difícil para aquellos Cristianos que conocen la Verdad. Las voces de estos, serán como susurros en medio de los gritos de aquellos que se convertirán en esclavos de mentiras, creadas en Mi Nombre.

Sepan que el dolor del rechazo será exactamente como el que Yo y Mis apóstoles, tuvimos que sufrir durante Mi Tiempo en la Tierra. Los sacerdotes de la época, que afirmaban amar a Dios, no dudaron en silenciar las voces de Mis discípulos, que les llevaban la nueva de Quién era Yo. Esta vez, mientras anuncio Mi Segunda Venida, Mis profetas y Mis discípulos encontrarán que es desgarrador cuando sus voces sean descartadas y ellos sean acusados de blasfemia.

Si bien Mis seguidores se expanden y crecen, serán como indigentes y subirán al Monte del Calvario –desnudos, sin nada excepto su fe. Mientras ellos conserven la Llama de Mi Luz viva en Mi Iglesia – Mi Verdadera Iglesia– nunca se desviarán de la Verdad y cargarán sobre sus espaldas una cruz pesada. Esta es la cruz de salvación, ya que sobre sus pobres, cansadas espaldas cargarán los pecados de aquellos que me abandonaron. Su destino será difícil. A causa de su amor por Mí, sufrirán por la culpa de otros, con el fin de salvarles sus lamentables almas.

Estas almas no merecen ser salvadas. Solo serán salvadas porque Yo elijo salvarlas. Me habrán insultado, habrán causado terrible sufrimiento a Mis leales seguidores y atormentado a Mi Ejército Remanente. Sin embargo, los salvaré debido a la fe de aquellos en Mi Ejército Remanente.

Aquellas otras personas, que han vendido sus almas a la bestia, sepan esto. Pueden no creer en el Infierno, pero Yo les revelaré el sufrimiento que este les traerá. El día que Yo les muestre les niveles de tortura en el Infierno, ello los aterrorizará y muchos de ustedes gritarán por Mi Misericordia. Y Yo los salvaré, si me piden que les perdone. Haré esto durante el Día del Gran Aviso. Aquellos de ustedes, que presencien las ardientes llamas del Infierno, pero que no regresen a Mí –no sobrevivirán El Aviso y ese momento cuando me rechacen será su último.

Todos aquellos, que permanezcan leales a Mí y fieles a Mi Palabra – aunque sufrirán– el futuro que está por delante de ustedes es uno de gran gloria.

Aquellos que no presten atención a Mi Aviso o que no presten oído a la Verdad estarán en gran peligro.

Aquellos de ustedes, que idolatran a la bestia y quienes siguen al falso profeta hacia la nueva religión mundial, serán arrojados en las ardientes llamas del Infierno, vivos, con esos dos.

La Verdad es amarga al gusto, pero cuando la acepten, les traerá Vida Eterna, donde disfrutarán Mi Reino para siempre con sus seres queridos. No corten el cordón umbilical a la Vida Eterna, ya que padecerán tan terrible sufrimiento y nunca se les dará el indulto. 

Su Jesús

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