El ‘Papa’ favorito de la mafia lavanda

No esperen una «nueva primavera» en un futuro próximo. Agachen la cabeza, ignoren la propaganda papal y trabajen por su salvación con temor y temblor

“A James Martin le cae bien”.

Eso era todo lo que necesitábamos oír para saber que los cardenales acababan de elegir a Francisco II. Claro, puede que hable latín de maravilla, que sea un gran jugador de fútbol, y que su nombre papal, León XIV, suene bastante prometedor.

Pero el cardenal Robert Prevost no es tradicionalista, ni siquiera conservador en lo que realmente importa. Está totalmente comprometido con la “sinodalidad”, la inmigración con fronteras abiertas y los derechos LGBT. Este último es el más preocupante de todos, porque significa que la corriente moral que fluye por el Vaticano seguirá contaminada durante años.

Prevost tiene tanto éxito entre la mafia gay que, antes del Cónclave, los medios de comunicación conservadores fueron acusados ​​de realizar una campaña en su contra. Si por campaña se entiende revelar los vínculos de Provost con el encubrimiento de abusos sexuales, entonces es totalmente cierto. Se decía que el periodista ultraliberal Austen Ivereigh estaba nervioso por la publicación de pruebas contundentes sobre Prevost tan cerca de la votación, pero no tenía por qué temer. Como explica InfoVaticana, «Prevost era su hombre, el candidato en quien habían depositado todas sus esperanzas».

«Ellos» se refiere a la Mafia de la Lavanda: en Estados Unidos, incluye a los cardenales Wuerl, Cupich y McElroy, con su efusivo líder, el padre James Martin, famoso por su programa «Construyendo Puentes».

El sitio web del Colegio Cardenalicio ofrece más detalles sobre nuestro nuevo Papa: «Opiniones cercanas al Papa Francisco»; prefecto del Dicasterio para los Obispos; «Muy cercano a la visión de Francisco sobre el medio ambiente, la ayuda a los pobres e inmigrantes, y el encuentro con las personas donde se encuentran». Con sus opiniones sobre la bendición de las parejas del mismo sexo siendo inciertas:

Aunque expresó reservas sobre la “simpatía por creencias y prácticas que contradicen el evangelio”, el cardenal Prevost se mostró menos claro sobre Fiducia supplicans, enfatizando la necesidad de que las conferencias episcopales nacionales tengan autoridad doctrinal para interpretar y aplicar dichas directivas en sus contextos locales, dadas las diferencias culturales.

En su reciente artículo, en el que pedía que el próximo Papa expulsara la homosexualidad del clero, la Dra. Janet Smith mencionó específicamente a Robert Prevost como uno de los que eran altamente sospechosos:

Es imposible estimar cuántos cardenales participantes en el cónclave han sido acusados ​​de ser homosexuales activos o de encubrir a homosexuales. SNAP (Red de Sobrevivientes de Abusos Sacerdotales) presentó al Cardenal Parolin una lista de seis cardenales papales que han «permitido u ocultado abusos sexuales cometidos por el clero católico»: Péter Erdő de Hungría, Kevin Farrell de Estados Unidos, Victor Manuel Fernández de Argentina, Mario Grech de Malta, Robert Francis Prevost de Estados Unidos y Luis Antonio Tagle de Filipinas. Un panorama preocupante se cierne sobre los cardenales estadounidenses, ya sea por sus propias presuntas actividades homosexuales o por encubrir a sacerdotes homosexuales abusadores.

Las declaraciones provida de Prevost y otras de tono conservador ya circulan en el jubiloso ambiente posterior al cónclave. Se están inventando vínculos entre León XIV y el valiente León XIII, conectándolos con la fecha de la elección de Prevost (una festividad menos conocida de San Miguel Arcángel) y con ese poderoso defensor angelical de la Iglesia.

En este punto de la historia, es mucho más probable que Cristo y su Iglesia sean objeto de burla una vez más por ocultistas y magos sexuales que han cooptado a San Miguel —y a León XIII— para sus propios fines.

Así que recen por el nuevo Papa, como es obligación de todo católico. Ofrezcan oraciones por él en cada misa —aunque solo sea para obtener indulgencias por las almas del purgatorio—, pero no esperen una «nueva primavera» en un futuro próximo. Agachen la cabeza, ignoren la propaganda papal y trabajen por su salvación con temor y temblor.

PURIFICARÉ A MI IGLESIA

«No os engañéis. No os quedéis en los “¡hosannas!’  Recordad todo cuanto os hemos dicho

Lo habéis olvidado tan pronto. No olvidéis lo que vino después de la aparente victoria de la entrada en Jerusalén el Domingo de Ramos.

Recordad hijos, lo que sucedió unas horas después. En Guardia.!!

Lo que está escrito, lo que se ha anunciado desde antiguo sucederá.

Os he dicho: “YO purificaré a mi Iglesia, YO la restauraré.  SÓLO YO puedo hacerlo.” No busquéis vanas esperanzas en “victorias” humanas que no vienen de Mí

Tengo que podar al Árbol de mi Iglesia, hasta la raiz».

Mensaje de Dios Padre, 16 mayo 2025

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La abominación del mal entró en Mi Iglesia

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

14 de Febrero,  2013 


La batalla entre el Reino de Mi Padre, y el reino de Satanás ha entrado finalmente a su última etapa.

¡Como engaña el maligno a  los hijos Mi padre! incluyendo a los que siguen la Verdad de Mis Enseñanzas. Nada es lo que parece. El poder de la masonería ha incrementado e infestan, no sólo el mundo de la política, sino también, la Casa de Dios, Mi Cuerpo en la tierra.

La Iglesia Católica es despreciada, más que cualquier otra iglesia en la tierra, que proclame Mi Santa Palabra. Esto se debe a que ha sido guiada por Mí y ha cumplido Mis instrucciones, dadas a la humanidad, desde que declaré que Mi apóstol Pedro debía establecer Mi Iglesia sobre la tierra.

Mi Iglesia en la tierra ha sido el centro del Maligno, quien, a lo largo de los siglos, dividió Mi Iglesia y flageló a todos aquellos que practican Mis Sacratísimos Sacramentos.

Ni una sola vez él, el Maligno, cedió en su plan para perseguir a Mi Iglesia. Astuto, engañoso, arrogante, jactancioso y lleno de auto-importancia, él, el Engañador, cree que su poder es omnipotente. Él se dirige, siempre, a los que se les ha concedido la responsabilidad de guiar a los hijos de Dios a la vida eterna.

Mi Iglesia Católica, desde hace tiempo, ha sufrido terriblemente, a manos de Satanás. Ni una sola vez, han dejado de hacer su santo deber para Mí, en paz. Luego, para asegurar que él, el Maligno, pueda causar aún más daño, infiltró a aquellos siervos sagrados Míos, enviando a sus propios siervos para hacer una mezcla entre ellos. Fue entonces cuando la abominación del mal entró en Mi Iglesia.

Cuando el pecado fue cometido por aquellos designados para nutrir las almas, era Yo, Jesucristo, quien fue acusado y puesto en el banquillo de los acusados.

El mayor engaño de todos fue cuando el Maligno convenció al hombre de que fuí Yo, Jesús, Cabeza de la Iglesia en la tierra, El que traicionó a la humanidad. La humanidad nació con pecado. El hombre pecará, hasta el tiempo de Mi Segunda Venida. Por descartarme, como el Salvador del mundo, por los pecados de los hombres, incluyendo los de aquellos cuya responsabilidad era el de las almas que han sido llevadas por mal camino, será vuestra perdición.

En lugar de la Verdad, permitiréis las mentiras de la bestia para corromper vuestros corazones. Ahora estáis bajo el control del mal en Mi Iglesia y muchos caerán  víctimas de las mentiras, que ahora se os presentarán, como la Verdad.

La Verdad de Mis Enseñanzas pronto serán declaradas como irrelevantes y falsas. La ira de Mi Padre en esta infestación en Mi Iglesia, en la tierra, pronto se hará sentir entre sus siervos, en Mi Iglesia en Roma. Esta es la batalla final. Mi Vicario Benedicto ha caído. Mi Iglesia caerá, pero pronto volverá a levantarse.

Vuestro Jesús

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