La Hora Santa que da sentido a mi día -Arzobispo Fulton Sheen

En esos momentos, uno no saca tanto oraciones escritas, sino que escucha más. No decimos: ´Oye, Señor, porque Tu siervo habla´, sino ´Habla, Señor, que Tu siervo escucha´. “Nos transformamos en aquello en lo que fijamos nuestra mirada. Al contemplar el atardecer, la cara toma un resplandor dorado. Al contemplar al Señor Eucarístico una hora,Sigue leyendo “La Hora Santa que da sentido a mi día -Arzobispo Fulton Sheen”