Las 12 características de un verdadero hombre según la Palabra de Dios

La verdadera masculinidad está en crisis. Y no… no es tóxica.
Tóxico es lo que el mundo ha hecho con ella. Hombres débiles, vacíos y sin propósito. La respuesta ya la teníamos… desde hace siglos. En la Biblia, Dios revela cómo debe ser un verdadero hombre.

La verdadera masculinidad está en crisis.

Y no… no es tóxica

Tóxico es lo que el mundo ha hecho con ella

• Hombres débiles, vacíos y sin propósito.

La respuesta ya la teníamos… desde hace siglos

En la Biblia, Dios revela cómo debe ser un verdadero hombre

En nuestra sociedad, ser hombre se ha confundido con ser agresivo, egoísta o dominante.

Se ha olvidado que la verdadera masculinidad no es tóxica… es virtuosa.

La Biblia nos muestra el modelo de la masculinidad auténtica.

Veamos las 12 características de un verdadero hombre según la Palabra de Dios…

1. Autodominio

Un hombre de Dios domina sus impulsos, emociones y deseos.

Actúa con propósito, no con instinto.

“El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio domina sus emociones.” (Proverbios 29:11)

“Como ciudad sin murallas es el hombre sin dominio propio.” (Proverbios 25:28)

El autodominio no es debilidad; es la base de la fortaleza.

El verdadero hombre no está esclavizado por sus deseos. Domina su mente y su cuerpo con propósito.

Eso lo hace fuerte, no débil.

2. Fortaleza

La verdadera fortaleza no es solo física.

Es soportar pruebas con valor y ayudar a otros a cargar sus cruces.

“Sé fuerte y valiente; no temas, porque el Señor estará contigo”. (Josué 1:9)

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:13)

La fortaleza nace de confiar en Dios, no en ti mismo.

3. Prudencia

La prudencia es sabiduría práctica.

Reflexionar antes de actuar y evitar decisiones impulsivas es clave.

“El prudente ve el peligro y lo evita; el necio sigue adelante y sufre las consecuencias.” (Proverbios 27:12)

“Cuida bien tu camino y no lo dejes desviar.” (Proverbios 4:26)

Un hombre prudente no busca excusas, busca soluciones.

4. Humildad

La humildad no es debilidad; es reconocer que todo viene de Dios.

Es saber que no eres el centro del universo.

“Humíllense delante del Señor, y Él los exaltará.” (Santiago 4:10)

“La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande, pero no está sano.” (San Agustín)

La humildad es el suelo fértil donde crece la verdadera grandeza.

5. Justicia

Ser justo es más que seguir reglas.

Es buscar el bien común, defender lo correcto y amar la verdad.

“Haz lo que es justo, ama la misericordia y camina humildemente con tu Dios.” (Miqueas 6:8)

“La justicia es la base de la virtud.” (San Juan Crisóstomo)

La justicia es el corazón de un hombre íntegro.

6. Valentía

La valentía no es la ausencia de miedo, sino actuar a pesar de él.

Es avanzar con fe cuando el mundo te paraliza.

“Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio.” (2 Timoteo 1:7)

“Donde hay amor, no hay temor; y si hay temor, es porque no hay amor.” (San Ambrosio)

Un hombre valiente no camina solo; Dios siempre está con él.

¿Cuándo fue la última vez que actuaste con valentía, confiando plenamente en Dios?

7. Gratitud

La gratitud transforma incluso los momentos más oscuros.

Es reconocer que todo es un regalo, incluso las pruebas.

“Den gracias en toda situación, porque esta es la voluntad de Dios.” (1 Tesalonicenses 5:18)

“El que evita la gratitud, huye de la gracia.” (San Ignacio de Loyola)

Un hombre agradecido siempre ve la mano de Dios en todo.

8. Caridad (Amor y Respeto al Prójimo)

El amor no es solo un sentimiento… es acción.

Respetar y servir al prójimo es reflejar a Cristo.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22:39)

“Si no tengo amor, nada soy.» (1 Corintios 13:2)

La caridad es el lenguaje universal de un hombre de Dios.

9. Integridad

Ser íntegro significa ser honesto, coherente y fiel… incluso cuando nadie te ve.

Es cuando lo que dices, piensas y haces están alineados.

“El hombre justo camina con integridad; benditos serán sus hijos después de él.” (Proverbios 20:7)

“La verdadera virtud no se prueba sino en las dificultades.” (San Francisco de Sales)

La integridad no se proclama… se vive.

10. Servir – Sacrificio

El mayor amor es darse por los demás.

Un hombre de Dios vive para servir, no para ser servido.

“Nadie tiene mayor amor que este: dar la vida por sus amigos.” (Juan 15:13)

“El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.”
(Mateo 20:28)

El sacrificio no es debilidad, es el mayor acto de fuerza.

11. Confianza – Fe

La fe no es solo creer, es confiar en los planes de Dios, incluso en la tormenta.

“Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento.” (Proverbios 3:5-6)

“La fe es creer lo que no ves; la recompensa de esta fe es ver lo que crees.” (San Agustín)

La fe es la brújula de un verdadero hombre de Dios.

12. Honor

Vivir con honor es respetarte a ti mismo, a los demás y a Dios.

Es ser un ejemplo digno de imitar.

“Que todos vivan una vida digna de su llamado.” (Efesios 4:1)

“El que anda en integridad anda seguro, pero el que pervierte sus caminos será descubierto.” (Proverbios 10:9)

El honor no se exige… se gana con cada acción.

El honor no se proclama; se vive.

Es un faro para los demás y un reflejo de Cristo en nuestras vidas.

Un verdadero hombre de Dios no se mide por su fuerza física ni por sus posesiones.

• Autodominio
• Fortaleza
• Prudencia
• Humildad
• Justicia
• Valentía
• Gratitud
• Caridad
• Integridad
• Servicio – Sacrificio
• Confianza – Fe
• Honor

La masculinidad auténtica no es tóxica.

Enrique Valtierra

@elcaminodelogos

No deben permitir que el miedo al futuro los abrume, porque ese no es Mi deseo

Mensaje del Libro de la Verdad 🏹

21 de Octubre de 2012

Muchas personas que aceptan Mis Mensajes se preocupan innecesariamente por el futuro del mundo. Esto es comprensible.

Ellos nunca deben sentir que tienen que dejarlo todo y hacer caso omiso de sus vidas día a día, descuidar su trabajo, su familia o seres queridos, con el fin de salvar almas.

Yo, su Jesús, me ocuparé de los Míos, siempre. No tienen nada que temer de Mí. Todo lo que les pido son sus oraciones para salvar almas.

No deben permitir que el miedo al futuro los abrume, porque ese no es Mi deseo.

Yo, sin embargo, espero su tiempo de oración y sacrificio, como los he instruido en estos Mensajes. Continúen con su vida diaria, aunque Mi Santa Palabra cambiará para siempre la manera en la cual miran la vida.

Ustedes nunca sentirán lo mismo acerca de los bienes terrenales, en la manera que los han visto en el pasado. Aunque continúen siendo parte de su vida, ellos ya no serán los dueños de su vida.

Deben recordar que no pueden servir a dos señores, porque hay solo uno, y ese es Dios.

No espero que Mis discípulos renuncien a todo para seguirme. No espero que Mis seguidores se alejen de sus responsabilidades diarias para seguir Mis Mensajes. No, todo lo que les pido es su amor. Ustedes deben seguir las Leyes de Dios. Vivan su vida de acuerdo a Mis Enseñanzas. Honren los Sacramentos. Muéstrense amor unos a otros, y oren por las almas de aquellos que no quieren ayudarse a sí mismos.

Vayan en paz, sabiendo que Mi Misericordia es grande, y Mi Amor por la humanidad superará las obras de la bestia, y el terrible sufrimiento que él inflige en este mundo.

Estén en paz. Yo los bendigo. 

Su Jesús

Leer más: https://www.elgranaviso-mensajes.com/news/a21-oct-2012-1-2-se-estan-traduciendo-/

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